¡El fin de una tradición! Corea del Sur prohíbe el consumo de carne de perro

Tras años de lucha, este martes 9 de enero fue marcado por un hecho histórico después de que el Parlamento de Corea del Sur aprobara una nueva ley que prohíbe la matanza, crianza, distribución y venta de carne de perro para el consumo humano.

Esta ley fue propuesta por el gobernante y conservador Partido del Poder Popular (PPP), mientras que el resto de los partidos lo apoyó, por lo que la ley fue aprobada con un total de 208 votos a favor y cero votos en contra.

Sin embargo, una noticia no tan favorable para los defensores de los derechos de los animales es que esta iniciativa se ilegalizará hasta el año 2027, debido a que primero debe tener la aprobación final por el presidente Yoon Suk-Yeol, que en su campaña había prometido que si llegaba a ser gobernante prohibiría esta actividad cruel con los perros, ya que él y la primera dama Kim Keon Hee han demostrado abiertamente que están a favor de esta causa al ser amantes de los animales.

¿En qué consiste esta ley?

Esta nueva norma tiene como principal propósito prohibir el comercio de carne de perro y a partir del 2027 los infractores que sean sorprendidos quebrantándola se enfrentarán a penas de dos a tres años de cárcel o multas de 30 millones de wones (386 mil 206 pesos mexicanos).

La ley también determina que el Estado proporcionará subsidios para apoyar a aquellas personas que están involucradas en la venta de carne de perro, para que en los tres años siguientes busquen otra fuente de ingreso, pues, existen alrededor de mil 100 granjas que crían a miles de caninos anualmente.

Carne de perro, una tradición milenaria en Asia

La carne de perro es considerada un manjar en este país, con él se realizan populares y tradicionales platillos como el estofado llamado “boshintang” que es consumido con suma frecuencia por adultos mayores.

En los últimos años se estima que el consumo de carne de perro ha llegado hasta el millón de canes anuales, sin embargo, en la actualidad consumirla es considerado un tabú por las nuevas generaciones de Corea del Sur y los activistas de derechos de los animales metieron presión para que esta práctica sea anulada. Millones de jóvenes se suman a la causa y estadísticas resientes indican que cada día son más los canes que son adoptados para ser mascotas y no alimento.

Aún se estima que habrá protestas para exigir la cancelación de esta ley, sobre todo, lideradas por generaciones pasadas, personas mayores, criadores y vendedores de este producto.