La ciencia descubre que la Luna emite carbono
Un estudio examinó las emisiones globales de carbono de la Luna y esto podría cambiar todo lo que se sabe sobre ella.
Ciudad de México
Por décadas se tuvo creencias sobre cómo se formó la luna, sin embargo, los avances y estudios han evolucionado, por lo que se cree que la luna emite carbono, cosa que antes parecía imposible.
Según una teoría aceptada por la NASA, lo que se sabía de la luna es que se formó por una colisión de un supuesto protoplaneta del tamaño de Marte llamado Tea y la propia Tierra en formación, al producirse esta explosión se generó un material caliente en órbita que provocó la fusión de ambos para crear el satélite de nuestro planeta, la Luna, pero un reciente estudio cuestiona esa teoría.
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De acuerdo con un estudio publicado en Science Advances cuestiona que todo fuera tan simple como esta teoría del gran impacto. Durante años se creía que el carbono y otros elementos volátiles se agotaban en la luna. En este estudio explica cómo podría existir determinados elementos volátiles, como el agua y el carbono, en los cristales lunares volcánicos.
Se analizaron isótopos de hidrógeno y carbono en las porciones profundas de los materiales lunares que se utilizaron para investigar su origen, respectivamente. Dado que los resultados de estos análisis implican que el océano de magma lunar y los materiales internos contenían elementos volátiles, los modelos basados en una hipótesis de impacto gigante se han modificado para explicar su existencia.
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Por lo que han detectado que la Luna, el satélite del planeta Tierra está emitiendo una corriente constante de iones de carbono desde casi toda su superficie, al contrario de esta creencia de que la luna no posee carbono y otros elementos volátiles.
Esta investigación la realizaron desde la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) que provienen del orbitador KAGUYA. Se llama así, por su relación con la princesa lunar de uno de los cuentos populares japoneses más antiguos.
La sonda Kaguya pasó un año y medio en órbita alrededor de la Luna hace una década, recopilando observaciones de mapeo global. Y uno de sus instrumentos era un espectrómetro de masas de iones que ha encontrado rastros de carbono y agua volátil en los cristales lunares volcánicos.
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El carbono es un elemento volátil que tiene una influencia considerable en la formación y evolución de los cuerpos planetarios, aunque anteriormente se creía que se había agotado en la Luna.
La presentación de esta investigación encontró que las emisiones se distribuyeron sobre casi la superficie lunar total, pero las cantidades fueron diferentes con respecto a las áreas geográficas lunares y lo que respalda la hipótesis de una Luna que contiene carbono, donde el carbono se incrustó en su formación o fue transportado hace miles de millones de años.
Los científicos creen que la cantidad de carbono volátil generado durante el supuesto gran impacto con Tea debería haber sido vaporizado por las intensas temperaturas (3.500-5.800 ºC), pero estos hallazgos dicen lo contrario, que el carbono ha estado allí desde la formación de la Luna. Toca reconsiderar los orígenes de la Luna nuevamente.
La nave espacial japonesa observó una diferencia regional de emisiones; alrededor de 51.000 iones de carbono por centímetro cuadrado cada segundo de los "mares" lunares.
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KAGUYA fue un orbitador polar lunar que navegó a una altitud de ~ 30 a 100 km y realizó observaciones durante 1 año con 5 meses hasta que se estrelló en la superficie lunar el 10 de junio de 2009.
Según los expertos, Kaguya usó un espectrómetro de masas de iones para encontrar flujos en iones de carbono demasiado grandes para que el viento solar pudiera haberlos transportado o a través de pequeños meteoritos llamados 'micrometeoroides', ambos mecanismos conocidos por suministrar a la Luna pequeñas cantidades de carbono.