Trastorno por control de los impulsos

En entrevista con Martha Debayle en W, Pablo León, Médico cirujano especialista en psiquiatría y neuropsiquiatría. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores y jefe del laboratorio de psiquiatría experimental del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.

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● Del 3 al 5% de la población padece de Trastorno de la conducta y trastorno antisocial de la personalidad. 

● 4% de la población padece cleptomanía y es más común en mujeres.

● 1% de la población es piromaniaca y es más común en hombres.

➔ ¿Qué son los trastornos por control de los impulsos?

Conjunto de trastornos mentales caracterizados por la pérdida del autocontrol y dificultades para regular las emociones y el comportamiento (la prevalencia en conjunto es de aproximadamente 6 por ciento en la población general).

Se caracterizan por comportamientos que transgreden los derechos de los otros, ejemplo: Agresión o destrucción de la propiedad o que generan a la persona conflictos significativos respecto a las normas sociales y las figuras de autoridad.

La mayoría de ellos empiezan en la infancia o la adolescencia; es extremadamente raro que se manifiesten por primera vez en la edad adulta. 

➔ Causas neurobiológicas:

● Fallas en la regulación emocional, debido a falta de nivelación de la corteza prefrontal medial y la amígdala, estudios de imagen cerebral, revelan fallas en la comunicación entre estas estructuras.

● Fallas en la regulación de los impulsos, debido a fallas de regulación entre el cuerpo estriado y la corteza prefrontal dorsolateral y ventromedial.

➔ ¿Cuáles son los trastornos por control de los impulsos?

● Trastorno oposicionista desafiante

● Trastorno explosivo intermitente

● Trastorno de la conducta

● Trastorno antisocial de la personalidad

● Piromanía

● Cleptomanía

● Juego patológico (ludopatía)

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1) Trastorno oposicionista desafiante:

Es un patrón persistente de comportamiento desobediente y hostil hacia figuras de autoridad, como padres, maestros o cualquier otra persona en posición de autoridad.

Estos comportamientos son más intensos y frecuentes que los que se observan en niños y adolescentes típicamente rebeldes.

En algunos niños, es posible que los síntomas primero se evidencien solo en el hogar pero, con el tiempo, se extiendan hacia otros entornos, como en la escuela y con los amigos.

Seguramente tu hijo no piensa que su comportamiento es un problema. En su lugar, posiblemente se queje de que le exigen demasiado o culpe a los demás por los problemas.

Estos comportamientos causan un deterioro importante en la vida familiar, en las actividades sociales y en la vida escolar y laboral.

● Características:

○ Pierden la paciencia.

○ Discute con adultos.

○ Desafía activamente a los adultos o se niega a cumplir sus demandas o reglas.

○ Molesta deliberadamente a las personas.

○ Culpa a otros por sus propios errores o mal comportamiento.

○ Es susceptible o fácilmente se molesta con los otros.

○ Es colérico y resentido.

○ Frecuentemente es vengativo.

2) Trastorno explosivo intermitente:

Episodios de agresión recurrente verbal o física desproporcionada que se dirige hacia otras personas, objetos o a uno mismo.

La violencia vial, el maltrato intrafamiliar, lanzar o romper objetos u otros berrinches temperamentales pueden ser signos del trastorno explosivo intermitente.

Estos arrebatos intermitentes y explosivos te provocan una gran angustia, tienen un impacto negativo en tus relaciones, en el trabajo y en la escuela, y pueden tener consecuencias legales y financieras.

El trastorno explosivo intermitente es un trastorno crónico que puede continuar durante años, aunque la gravedad de los arrebatos puede disminuir con la edad.

Las “erupciones” explosivas ocurren de repente, con poca o ninguna advertencia, y suelen durar menos de 30 minutos.

Estos episodios pueden ocurrir con frecuencia o estar separados por semanas o meses de no agresión. Puede ocurrir espontáneamente o como respuesta a situaciones estresantes.

● Características: 

○ Los episodios de agresión son impulsivos o no están premeditados.

○ Son desproporcionados en relación con el estrés que los desencadena, y no son adecuados para la situación.

○ Son seguidos por sentimientos de remordimiento, arrepentimiento o vergüenza.

○ Son lo suficientemente graves como para causar angustia social, laboral o académica.

3) Trastorno de la conducta y trastorno antisocial de la personalidad:

El trastorno de personalidad antisocial, a veces llamado sociopatía, es un trastorno mental en el cual una persona no demuestra discernimiento entre bien y mal e ignora los derechos y sentimientos de los demás.

Se caracteriza por violar los derechos de los demás y las normas sociales. Las personas con trastorno de personalidad antisocial tienden a hostigar, manipular o tratar a los demás con crueldad o indiferencia.

No muestran culpa ni remordimiento por su conducta. Esta conducta puede manifestarse de diversas formas, como agresión física o verbal, vandalismo, hurto, estafa, mentiras, manipulación, falta de remordimiento o empatía por los demás, entre otros.

Debido a estas características, las personas que tienen este trastorno generalmente no pueden cumplir con responsabilidades familiares, laborales o académicas. 

4) Cleptomanía:

Caracterizada por el impulso recurrente de robar objetos que no son necesarios para la persona y que pueden tener poco o ningún valor económico.

A menudo se da en situaciones donde no hay necesidad económica y sin el deseo de obtener beneficio personal.

Trae consigo una incapacidad recurrente para resistir los impulsos de robar objetos que no son necesarios.

Tensión creciente antes de cometer el robo y gratificación, placer o alivio durante el acto.

Muchos cleptómanos viven con vergüenza en secreto porque tienen miedo de buscar tratamiento para la salud mental.

Por lo general, los episodios de cleptomanía suceden repentinamente, sin planificación ni la ayuda de otra persona.

La mayoría de las personas con cleptomanía roban en lugares públicos, como tiendas. Algunas pueden robar a amigos o conocidos, por ejemplo, en una fiesta. 

5) Piromanía:

Comportamiento impulsivo y recurrente de provocar incendios. Las personas con piromanía experimentan una atracción irresistible hacia el fuego y pueden sentir placer, satisfacción o alivio emocional al provocar incendios.

Una atracción recurrente hacia el fuego y la excitación al observarlo, participar en su uso o establecer incendios.

El perfil del pirómano es un hombre joven, con una historia personal de frustraciones y desajustes emocionales, mal rendimiento escolar y profesional, y frecuentemente con otros trastornos psiquiátricos o defectos físicos.

La conducta pirómana sirve como un alivio a situaciones de vacío existencial, aburrimiento, frustración, rabia o deseo de protagonismo y es frecuente, el uso de alcohol u otros tóxicos que, con frecuencia, actúa como desencadenante del comportamiento alterado.

A este trastorno, que se va consolidando desde la infancia, se le une generalmente un cociente intelectual bajo y una personalidad aislada y poco sociable con dificultades para el aprendizaje.

La piromanía es un trastorno mental que requiere un tratamiento psicológico y psiquiátrico. 

6) Ludopatía:

Preocupación persistente y recurrente por el juego, incluso cuando esto conlleva consecuencias negativas.

 Dificultad para controlar o detener el juego. Aumento de la necesidad de jugar para lograr la misma satisfacción emocional. Irritabilidad o inquietud cuando intenta reducir o detener el juego.

La persona ha tratado de detener o reducir el juego sin éxito. El juego se convierte en una forma de evasión de problemas o sentimientos negativos.

La persona ha arriesgado o perdido relaciones interpersonales, trabajos, oportunidades profesionales etc. La persona recurre al juego para obtener ayuda financiera o para resolver problemas financieros.

➔ Tratamiento:

El tratamiento con fármacos puede incluir combinaciones con antiepilépticos, bloqueadores de la dopamina e incluso antidepresivos.

Por otro lado la terapia cognitivo conductual, con técnicas por mindfulness y/o biofeedback.

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