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  • 05 NOV 2024, Actualizado 05:41

CON MARTHA DEBAYLE

Evidencias de que Jesucristo existió

El pastor Mauricio Sánchez Scott, nos trae 10 evidencias de su existencia, más allá de si somos religiosos o no

Evidencias de que Jesucristo existió

Evidencias de que Jesucristo existió / Getty Images

El pastor Mauricio Sánchez Scott, nos trae 10 evidencias de que Jesucristo existió, más allá de si somos religiosos o no.

Ciudad de México

Muchos investigadores dudan de la existencia de Jesucristo como un hombre de carne y hueso, por ejemplo, el apóstol Pablo nunca se refirió a un Jesús histórico o por el simple hecho de que no hay registros de nacimiento, ni transcripciones del juicio al que fue sometido, ni certificado de defunción.

¿POR QUÉ SE DICE QUE JESÚS NUNCA EXISTIÓ?

Algunos escritores han dicho que Jesús como hombre no existió y que fue un mito creado por los judíos del primer siglo que lo modelaron después de otros dioses paganos muertos y resucitados. Autores, como John Dominic Crossan, le ven como un personaje histórico centrado en la transmisión de valores éticos y nada más.

Agregan que muchas de las narraciones bíblicas que hay sobre su figura son del todo mágicas, en especial los milagros, lo que sugiere la posibilidad de que las hazañas de aquel Jesús de Nazaret del que se habla en el Nuevo Testamento sean más un producto mítico para cautivar a las almas de la época. Aseguran que no hay registros de nacimiento, ni transcripciones del juicio al que fue sometido, ni certificado de defunción

¿REALMENTE IMPORTA SI JESÚS EXISTIÓ O NO?

John Dominic Crossan, un erudito del Nuevo Testamento, dice que la existencia de Jesús importa de la misma manera que la existencia de Martin Luther King Jr, si King nunca existió, la gente diría que sus ideas son “preciosas”, pero nunca podrían funcionar en el mundo real.

¿QUÉ DICEN LOS HISTORIADORES SOBRE EL ASPECTO FÍSICO DE JESÚS?

La Biblia cuenta que Jesús tenía alrededor de 30 años cuando comenzó su obra, que nació en Belén y fue criado en Nazaret, pero no se dice nada de su aspecto. Se ha sedimentado la imagen más conocida de Jesús: un hombre blanco, barbudo, de cabello largo castaño claro y ojos azules.

A pesar de ser un retrato ya conocido por la mayoría de los cerca de 2.000 millones de cristianos que hay en el mundo, se trata de una recreación que debe haber tenido poco que ver con la realidad. De acuerdo al experto en recreaciones faciales, Cícero Morales, los judíos que vivían en Medio Oriente en el siglo I tenían la piel, el cabello y los ojos oscuros.

A partir de tres cráneos del siglo I de antiguos habitantes de la misma región donde Jesús habría vivido, el experto forense en reconstrucciones faciales británico Richard Neave, recreó utilizando modelado 3D, un rostro típico que muy bien pudo haber sido el de Jesús. Los esqueletos de judíos de esa época muestran que la altura media era de 1,60 m y que la gran mayoría de hombres pesaba poco más de 50 kilos

10 EVIDENCIAS HISTÓRICAS DE QUE JESUCRISTO SÍ EXISTIÓ

1.-PIEDRA DE PILATO

En 1961 los arqueólogos liderados por el Dr. Antonio Frova descubrieron en Caesarea Maritima, una ciudad romana antigua a lo largo de la costa mediterránea de Israel, un fragmento de piedra caliza que llevaba grabada una inscripción con el nombre de Poncio Pilato.

La placa, de 82 cm de ancho por 68 cm de alto, que hoy se encuentra en el Museo de Israel (Jerusalén), fue escrita en latín e incrustada en una sección de escaleras que conducen al anfiteatro de Cesarea. La inscripción dice lo siguiente: “Poncio Pilato, prefecto de Judea, ha dedicado al pueblo de Cesarea un templo en honor de Tiberio”.

La información descrita coincide con el gobierno del emperador Tiberio entre los años 14 y 37 d.C. y también con el cronograma bíblico descrito en el Nuevo Testamento

PAPIRO GR-17

Existen 3 pequeños fragmentos de un manuscrito de la época podrían probar que Jesús efectivamente vivió y predicó según narra la Biblia, se trata del manuscrito GR-17, que se conserva en una el Colegio Magdalena de Oxford,Reino Unido.

El papiro fue comprado en un bazar egipcio por el reverendo Charles Bousfield Huleatt a fines del siglo XIX. En la última década del siglo XX el investigador alemán Carsten Peter Thiede pudo probar gracias a los avances tecnológicos que el papiro es efectivamente el documento neotestamentario más antiguo del que haya registro, ya que fue escrito alrededor del año 40 d.C.

En el manuscrito se reproducen versículos del testamento de San Mateo, lo que lo convierte en el primer registro existente donde Jesucristo es nombrado por un contemporáneo que alega haberlo conocido.

LA CASA DE PEDRO

En 1968, en Capernaum, debajo de los restos una ruina bizantina se encontró una casa del año I con inscripciones en Arameo y Latín que la identifican como la casa del apóstol Pedro.

Los investigadores consideran que esta región corresponde a Betsaida, el pueblo en el que vivieron tres de los doce apóstoles de Jesús -Pedro, Andrés y Felipe- y en donde realizó milagros como la multiplicación del pan y pescado.

GRAFITO DE ALEXAMENOS

Es un grafito encontrado en un muro en el monte Palatino, en Roma, es la primera representación pictórica conocida de la crucifixión de Jesús. La imagen representa a un hombre con cabeza de burro que estaría crucificado. A la izquierda hay un hombre que levanta una mano.

La cabeza de asno sugiere la adoración de un asno, que recibía la entonces secta cristiana por parte del mundo intelectual greco-romano

FLAVIO JOSEFO (93 d.C.)

El historiador judío romanizado (37 a 110 d.C.) recoge en el texto conocido como «Testimonium flavianum» de su libro «Antigüedades judías» una referencia a Jesús que si bien se cree que fue retocada con las frases abajo entre paréntesis, se considera auténtico.

El texto dice: «En aquel tiempo apareció Jesús, un hombre sabio, (si es lícito llamarlo hombre); porque fue autor de hechos asombrosos, maestro de gente que recibe con gusto la verdad.

TÁCITO (116 d.C.)

El historiador romano (56 a 118 d.C) menciona a «Cristo» al hablar sobre Nerón y el incendio de Roma en el año 64.

Informa de la sospecha que existía de que el propio emperador había ordenado el fuego y señala cómo “para acallar el rumor, Nerón creó chivos expiatorios y sometió a las torturas más refinadas a aquellos a los que el vulgo llamaba “cristianos».

PLINIO, EL JÓVEN(112 d.C.)

Fue un procónsul en Bitinia del año 111 al 113 y sobrino de Plinio el Viejo. Se conservan 10 libros de cartas que escribió y en la carta 96 del libro 10 escribe al emperador Trajano para preguntarle qué debía hacer con los cristianos, a los que condenaba si eran denunciados.

En ella cita tres veces a Cristo y señala que los cristianos decían que toda su culpa consistía en reunirse un día antes del alba y cantar un himno a Cristo “como a un dios”.

SUETONIO (120 d.C.)

El historiador romano (70-140 d.C.) hace una referencia en su libro “Sobre la vida de los Césares” donde narra las vidas de los doce primeros emperadores romanos.

En el libro V se refiere a un “Chrestus” al mencionar la expulsión de los judíos de Roma ordenada por el emperador Claudio: «Expulsó de Roma a los judíos que andaban siempre organizando tumultos por instigación de un tal Chrestus».

La mayoría de los historiadores coinciden en que Chrestus es Cristo porque era frecuente que los paganos confundieran Christus y Chrestus y no existe ningún testimonio sobre ningún Chrestus agitador desconocido.

LUCIANO (165 d.C.)

El escritor griego Luciano de Samosata satiriza a los cristianos en su obra “La muerte de Peregrino” diciendo que “Consideraron a Peregrino un dios, un legislador y le escogieron como patrón…, sólo inferior al hombre de Palestina que fue crucificado por haber introducido esta nueva religión en la vida de los hombres (…) Su primer legislador les convenció de que eran inmortales y que serían todos hermanos si negaban los dioses griegos y daban culto a aquel sofista crucificado, viviendo según sus leyes”.

MARA BAR SARAPIÓN (Finales del siglo I)

Existe una carta de Mara Ben Sarapión en sirio a su hijo en la que se refiere así a Jesús, aunque no lo menciona por su nombre: “¿Qué provecho obtuvieron los atenienses al dar muerte a Sócrates, delito que hubieron de pagar con carestías y pestes? ¿O los habitantes de Samos al quemar a Pitágoras, si su país quedó pronto anegado en arena? ¿O los hebreos al ejecutar a su sabio rey, si al poco se vieron despojados de su reino?

También dice que un dios de justicia vengó a aquellos tres sabios, los atenienses murieron de hambre, a los de Samos se los tragó el mar; los hebreos fueron muertos o expulsados de su tierra para vivir dispersos por doquier

Fuente: Mauricio Sánchez Scott, Pastor cristiano y Presidente de la Academia Nacional de la Música y Artes Cristianas

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