Todo sobre la incontinencia urinaria
Puede ser una condición temporal o resultado de una enfermedad; resuelve todas tus dudas
El doctor Dagoberto Molina, urólogo oncólogo, miembro de la Sociedad Mexicana de Urología, miembro del Colegio Nacional Mexicano de Urología y jefe de Urología del Hospital ABC, (TW: @dr_molinapolo, teléfono 5515 7330 y 2614 4899) estuvo en cabina con Martha Debayle y nos explicó todo sobre la incontinencia urinaria.
Más de 400 millones de personas en el mundo sufren incontinencia urinaria
1 de cada 4 mujeres mayores de 35 años.
1 cada 4 hombres de más de 40.
15% de los niños alrededor de cinco años tienen incontinencia urinaria.
5 de cada 10 no consulta ni busca ayuda con un especialista médico.
Es más frecuente en mujeres que en hombres.
Es cuando pierdes el control al orinar
Puede ser una condición temporal o resultado de una enfermedad.
Se mantiene si las estructuras que participan en la micción -vejiga, uretra, músculos de la pelvis, médula espinal y nervios periféricos- se mantienen normales.
Cualquier alteración en alguno de estos elementos podría generar incontinencia urinaria.
En los adultos mayores, sin embargo, la incontinencia suele producirse por una suma de factores.
Los grados de incontinencia se clasifican de la siguiente manera:
Grado I: continencia normal
Grado II: dificultad en el control de gases y líquidos
Grado III: incontinencia total para líquidos
Grado IV: incontinencia de heces sólidas
Factores como:
Calidad y limpieza de los baños
Condiciones climáticas
Cantidad de líquido qué se consumen
Fármacos
Clasificación incontinencia urinaria:
1. Aguda: es reversible y sólo necesita del diagnóstico de un especialista para empezar un tratamiento adecuado. Se pedirán exámenes de orina y físicos.
Se subdivide en:
Delirio-confusión
Restricción de la movilidad-inmovilidad
Por rebosamiento
Inflamación-infección
Poliuria (producción y excreción de gran cantidad de orina)
Polifarmacia (abuso de gran número de medicamentos)
2. Persistente:
Presenta un cuadro más severo de incontinencia. Lo primero que hay que hacer para identificar este tipo de disfunción es la realización de exámenes médicos y pruebas de laboratorio, además de una revisión al expediente del paciente, luego determinar tratamiento y un seguimiento durante toda la enfermedad.
Las incontinencias más comunes son:
1. De esfuerzo o estrés:
Se produce con el incremento de presión intraabdominal, por debilidad del suelo pélvico y los músculos elevadores del ano.
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Es el tipo más frecuente en mujeres posmenopáusicas recientes y a la vez es muy rara en adultos mayores a 75 años.
Se caracteriza por una pequeña perdida de orina ante esfuerzos físicos.
Se recomienda evitar aguantar las ganas de ir al baño, bajar de peso y eliminar la tos (si existe).
Se recomiendan los ejercicios de Kegel o la colocación de esferas intravaginales, siempre y cuando el médico lo recomiende, ya que el tipo de tratamiento dependerá del grado de incontinencia.
2. De Urgencia:
Tiene lugar poco después de sentir la urgencia por orinar.
Se refiere a la incapacidad para retener la orina y es común en ambos sexos, desde los 55 años en las mujeres y 65 en los hombres.
Consiste en la pérdida involuntaria de orina, por ejemplo, camino al baño.
Se asocia a trastornos mentales como demencia y enfermedades cerebros vasculares.
Para controlar este tipo de disfunción, se recomienda crear un hábito para ir al baño, además de la consulta al médico, el cual dará una serie de ejercicios que ayudarán a regular este problema.
3. Rebosamiento:
La vejiga no se vacía en su totalidad, por lo que luego de la acumulación se produce un goteo y frecuentes ganas de orinar.
Es importante la visita al médico, ya que puede desarrollar infecciones y hongos por la humedad.
4. Funcional:
La pérdida de orina se origina por la incapacidad de ir al baño por trastornos neuronales, mentales, físicos, psicológicos u obstáculos ambientales, por ejemplo, depresión, hostilidad, demencia severa, etc.
Puede ser reconocido por médicos generales, por lo que no es necesaria la consulta con un especialista.
Un dato importante es que la detección de uno de estos tipos de incontinencia, no es excluyente para la existencia de varios al mismo tiempo, por ejemplo: incontinencia de esfuerzo y urgencia.
Tratamiento
Hay diferentes formas de combatir el problema y la recuperación puede llegar casi al 100% si se trata cuando aparecen los primeros síntomas.
Como la incontinencia femenina de esfuerzo suele estar vinculada a la hipermovilidad de la uretra, los ejercicios de Kegel (ejercicios de contracción del músculo pubocoxígeo) son una buena opción para mejorar el bajo tono de la musculatura del suelo o piso pélvico
En casos más avanzados, en las mujeres se puede realizar una cirugía antiincontinencia con malla o sling que sostiene la uretra.
Otra opción es la aplicación de toxina botulínica en la vejiga, funciona bien, pero hay que repetirla cada 6 u 8 meses.