Tu teléfono podría durar hasta 15 años si no se acortara su vida
Que tu celular deje de funcionar en casi 2 años es culpa de la obsolescencia programada
Todos los fabricantes de smartphones aplican la obsolescencia programada a sus dispositivos. Es una verdad que duele pero así se mueve el mercado de los teléfonos, y otros productos, en el mundo.
Que a los dos años tu celular se vuelva lento o comiencen a fallar apps no es algo normal.
Actualmente la durabilidad de un smartphone es de 2 años aunque “si no existiera la obsolescencia programada, un teléfono móvil tendría una vida útil de 12 a 15 años”, aseguró Benito Muros presidente de la Fundación Energía e Innovación Sostenible sin Obsolescencia Programada a El País.
La evolución de los celulares en el mundo
Nadie escapa
Después de 2 años la tecnología de los móviles quedó “desactualizada”, no rinde igual, no posee 4G (o 5G, 6G, 7G… o lo que sea que siga), la batería dejó de cargar, la cámara ya no es tan buena, la pantalla se apaga, o simplemente pasó de moda.
Las reparaciones o actualizaciones podrían costar incluso un 40% de lo que desembolsarías por uno nuevo, por lo que muchos optan por la segunda opción.
Además da igual que gastes más de 5 mil, 10 mil o 20 mil pesos en un nuevo equipo; de la obsolescencia programada no podrás escaparte.
Se sabe, incluso hay un precedente en la justicia de Italia, que las grandes empresas obligan a sus clientes a instalar actualizaciones que ralentizan los teléfonos móviles.
¿Qué ocurriría si las empresas no acortaran a propósito la vida de tu celular?
La obsolescencia programada
El hecho de que las empresas acorten la vida de los aparatos se ha vuelto una práctica común en los mercados globales.
La caducidad programada consiste en reducir la vida de ciertos aparatos mediante acciones deliberadas de los fabricantes para fomentar el consumo.
A pesar de que en Italia se multó a dos empresas por enviar a sus clientes actualizaciones para estropear los teléfonos, varios países carecen de leyes que penalicen estas prácticas.
En México los usuarios también se encuentran indefensos ante las prácticas de la obsolescencia programada.