"La Civil", una luz al final del túnel de las desapariciones en México
"La Civil" muestra que una persona puede hacer la diferencia, señalaron la actriz Arcelia Ramírez y la directora Teodora Mihai, en Así el Weso
"La Civil" llega a un México con 100 mil personas desaparecidas.
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Ciudad de México
'La Civil' muestra que una persona puede hacer la diferencia, "creo que la idealista en mi quiere pasar ese mensaje", quizás necesitamos un poquito de luz al final del túnel en el marco de la desaparición de personas en México, compartió Teodora Mihai, directora de la película, junto con la actriz Arcelia Ramírez, en la cabina de Así el Weso.
En entrevista con Enrique Hernández Alcázar, la directora rumana dijo que esta cinta es una invitación al espectador a poner su granito de arena en un problema tan complejo y multifactorial en la medida de sus posibilidades, a la vez que es su propio granito de arena, su contribución.
Mihai compartió que este proyecto cambió mucho desde que comenzaron a hacerlo hace siete años, cuando había 30 mil personas reportadas como desaparecidas en México, y es impactante y triste la realidad al estrenar esta película en nuestro país, cuando ya se superó la barrera de las 100 mil personas reportadas oficialmente como desaparecidas.
"La Civil" es una película que no suelta al espectador
Por su parte, la actriz Arcelia Ramírez compartió que su papel en "La Civil" sin duda sería el más complejo de su carrera, que "trata sobre una mujer que toma la justicia por su propia mano y eso para mí ha sido una ocasión privilegiada de darle voz a todas las mujeres que están viviendo en una situación".
Dijo que Cielo, su personaje, se sacude la sumisión y el machismo que la rodea y se da cuenta de su propia fortaleza, su inteligencia, su valentía, su audacia, durante el 'viacrucis' que recorre en la cinta, destacando el extraordinario trabajo de dirección que explica paso por paso el recorrido de esta mujer, para entender las decisiones que toma "y los círculos de violencia a los que entra y a lo que la obliga".
"Teodora cuidó mucho el tono para que no se fuera al alarmismo, al amarillismo sino que realmente estuviéramos todo el tiempo atrás de un ser humano, de una mujer y la cámara nunca suelta a Cielo y la película parece que no suelta al espectador, que lo tiene al filo de la silla", compartió.