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  • 29 MAR 2024, Actualizado 01:43

Mujeres que aman demasiado… demasiado mal

¿Por qué deberíamos abandonar esa forma de amar?

Mujeres que aman demasiado… demasiado mal

Mujeres que aman demasiado… demasiado mal / Foto: Getty Images

México

En un país como México en el cual existe por cuestiones sociales, religiosas, culturales, existe una gran distorsión sobre el verdadero significado de “amar”, vale la pena darle una checadita a estas ideas, creencias, condicionamientos que todas nosotras tenemos en relación a lo que es amar. Por ello, Aura Medina De Wit, Psicoterapeuta, instructora de meditación y autora de los libros: “¿Amor o codependencia?” y “Lo que ellos dicen de ellas”, nos dirá hoy por qué amar demasiado es amar mal.

A pesar de todo el dolor e insatisfacción que acarrea, amar demasiado es una experiencia tan común para muchas mujeres que casi creemos que así es como deben de ser las relaciones

La mayoría de nosotras hemos amado demasiado por lo menos una vez y para muchas de nosotras ha sido un tema recurrente en nuestra vida.

Aunque los hombres también pueden “amar demasiado”, la mayoría que han sido dañados emocionalmente en la niñez, no desarrollan este mismo patrón de adicción a las relaciones.

¿Qué es amar demasiado?

- Cuando estar enamorada significa sufrir

- Cuando la mayoría de nuestras conversaciones son acerca de él, de sus problemas, sus ideas y cuando todas nuestras frases comienzan con “él”.

- Cuando disculpamos su mal humor, su mal carácter, su indiferencia o sus desaires como problemas debidos a una niñez infeliz y tratamos de convertirnos en su psicoterapeuta

- Cuando leemos un libro de autoayuda y subrayamos todos los pasajes que lo ayudarían a él

- Cuando no nos gustan muchas de sus conductas, valores y características básicas pero lo soportamos con la idea de que si tan solo fuéramos lo suficientemente atractivas y cariñosas, él querría cambiar por nosotras

- Cuando nuestra relación perjudica nuestro bienestar emocional e incluso , quizá , nuestra salud e integridad física, sin duda estamos amando demasiado

Foto: Getty Images

Características típicas de las mujeres que aman demasiado

1. Típicamente provienen de un *hogar disfuncional que no satisfizo sus necesidades emocionales

2. Recibieron poco afecto y por lo mismo intentan compensar esta necesidad insatisfecha proporcionando afecto, en especial a hombres que parecen de alguna manera, necesitados.

3. Debido a que esta persona no pudo transformar a sus cuidadores/progenitores en los seres atentos y cariñosos que necesitaba, reacciona profundamente ante la clase de hombres emocionalmente inaccesibles a quienes puede volver a intentar cambiar por medio de su amor.

4. Sufre una profunda huella de abandono la cual provoca que haga cualquier cosa para evitar que una relación se disuelva, que su pareja se vaya.

5. Para esta mujer, nada es demasiado difícil, nada es demasiado costoso o tardado siempre y cuando “ayude” al hombre con quien está involucrada.

6. Acostumbrada a relaciones carentes de amor, la persona está dispuesta a esperar, conservar esperanzas y a esforzarse más para complacer e intentar retener al objeto de su obsesión.

7. Está dispuesta a aceptar más del cincuenta por ciento de la responsabilidad, culpas y reproches en una relación.

8. Su amor propio es críticamente bajo y en el fondo no cree merecer amor. En cambio cree que debe de ganarse el derecho de ser feliz, de disfrutar la vida.

9. Debido a la gran inseguridad que experimentó en su niñez, necesita con desesperación controlar a sus hombres y sus relaciones. Disfraza sus esfuerzos por controlar a la gente y a las situaciones con la máscara de “ser útil”, “eficiente”, etc.

10. En una relación siempre está más en contacto con la idea de “lo que podría ser” que con la realidad de la situación.

11. Es adicta a los hombres y al dolor emocional.

12. Es probable que esté predispuesta emocionalmente y a menudo bioquímicamente para volverse adicta a las drogas, alcohol, y /o ciertas comidas en particular los dulces.

13. Evita responsabilizarse de sí misma fijándose y obsesionándose con personas que tienen problemas por resolver, o involucrándose en situaciones que son caóticas, inciertas y emocionalmente dolorosas.

14. Es muy posible que tenga una gran tendencia a los episodios depresivos.

Foto: Getty Images

15. No se siente atraída por hombres amables, estables, confiables y accesibles a ella

EL CAMINO HACIA LA RECUPERACIÓN

1. Busca ayuda. Buscar ayuda significa hacer algo, dar el primer paso, extender la mano. Y para buscar ayuda uno debe abandonar, aunque sea temporalmente, la idea que podemos hacerlo solas.

2. Haz que tu recuperación sea la prioridad absoluta en tu vida. Decide que no importa lo que se requiera, estás dispuesta a seguir esos pasos para ayudarte. Si esto te parece extremo, piensa por un momento hasta que extremos llegarías para ayudarlo a él y luego desvía la fuerza de esa energía hacia ti misma.

3. Busca un grupo de apoyo integrado por pares que te entiendan (codependientes anónimos) A medida que las demás personas compartan sus historias, podrás identificarte con ellas, y con sus experiencias, y poco a poco esto te ayudará a recordar todo lo que tú misma has bloqueado.

4. Desarrolla tu lado espiritual mediante la práctica diaria. Esto requiere más de voluntad que de fe, a menudo con la voluntad llega la fe y con esta la serenidad. Esto ayuda a dejar de controlar y dirigir y a confiar en que las cosas serán como deben de ser y te sentirás liberada

5. Deje de pretender manejar y controlar a los demás.

6. Aprende a no “engancharte” en los juegos. No engancharse significa que reconozcas los roles que sueles tomar y aunque te sientas tentada a reaccionar en alguna de las formas para continuar el “juego” no lo hagas.

7. Enfrenta con coraje tus propios problemas y vacíos existenciales. Esto significa que habiendo renunciado a dirigir y controlar a otros, ahora no queda nada para distraerte de tu propia vida, de tus problemas y dolor. Este es el momento en que necesitas empezar a mirarte en profundidad

8. Cultiva lo que necesites desarrollar en ti misma. Actúa de acuerdo a tus intereses. Si has estado demasiado ocupada con él y no tienes vida propia, comienza por cultivar lo que tú necesites.

9. Vuélvete “egoísta”. Este es un ejercicio necesario para dejar a la “mártir” atrás. Coloca tu bienestar , deseos, trabajo , actividades, en primer lugar, en vez del último. Antes y no después

10. Comparte con otros lo que has experimentado y aprendido. Siendo este el último paso de la recuperación, no el primero. Primero trabajas duro en tu propio proceso y después emprendes este paso. Aprovecha tu gratitud por haber llegado tan lejos y por la ayuda recibida y comparte tus experiencias. Ayudarás a otros a recuperarse y mantendrás tu propia recuperación.

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