Según un estudio publicado en el portal Nature el 27 de marzo, Duncan Carr Agnew expone que el sobrecalentamiento de la tierra puede afectar la medición del tiempo y por ende afectar a los sistemas informáticos.

¿Por qué el calentamiento global puede alterar la medición del tiempo?

Acorde al documento “el constante deshielo en Groenlandia y la Antártida, medido por la gravedad satelital, ha disminuido la velocidad angular de la Tierra…” esto se traduce en que la velocidad del núcleo líquido de la Tierra ha ido disminuyendo a una velocidad constante y esto ha aumentado constantemente la velocidad angular del resto de la Tierra. Dicho en otras palabras, ha incrementado la velocidad del movimiento de rotación.

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Al darse este efecto requerirá que la Hora Universal Coordinada (UTC por sus siglas en inglés) tenga que ajustarse con las implicaciones que esto traiga. Solo de imaginar tener que restar 1 segundo a todos los sistemas computacionales puede representar un colapso por las actualizaciones necesarias para hacer este ajuste, sin dejar de lado que muchos relojes o sistemas que adolezcan de esta opción quedarían completamente obsoletos.

¿Para cuándo se tiene previsto este ajuste en caso de no hacer nada?

Según el documento “la Hora Universal Coordinada como ahora se define, requerirá una discontinuidad negativa para el 2029″ lo que se traducirá en un problema sin precedentes para los calendarios, así como las redes informáticas antes de lo previsto.

Si los actuales los desastres naturales como incendios, inundaciones, la inminente sensación de calor que vivimos actualmente y la falta de agua no son suficientes para reaccionar ¿Qué tal si le agregamos la pérdida de tiempo? Solo es cuestión de recordar el caos y miedo informático que representó el problema del Y2K.

Al parecer queremos seguir acelerando lo inminente, ahora descontando tiempo a nuestras vidas.