COVID-19: Las lecciones que aprendimos a un año del comienzo de la pandemia
Desde el primer caso confirmado, la pandemia por COVID-19 nos presentó misterios en un año que cambió la vida en el mundo y aún falta por aprender
Ciudad de México
La pandemia del coronavirus llegó para convertirse en el gran desafío de la humanidad. Después de un año, el SARS-CoV-2 ha dejado más de 2,6 millones de muertos y 119 millones de infectados alrededor del mundo.
Durante este tiempo, médicos y científicos se han dado a la tarea de investigar la forma en la que el virus actúa y las repercusiones que podría haber en la salud de cada persona.
Ha sido, sin duda alguna, un año de cambios sin precedentes y de lecciones aprendidas.
EL PODER DEL CUBREBOCAS:
Posiblemente la lección más clara de todas. Desde el inicio de la pandemia, las autoridades competentes han pedido el uso del cubrebocas para reducir los casos de infección. Aunque el cubrebocas no previene la propagación del virus por sí solo, ayuda mucho a contenerlo, de acuerdo a estudios sobre el tema.
A inicios del 2021, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CCPEEU) recomendaron utilizar dos mascarillas para la protección de las nuevas cepas de la COVID-19, evaluadas como más contagiosas. Los expertos estadounidenses afirmaron que esta práctica puede dificultar la salida de las partículas potencialmente infecciosas a un 92.5 por ciento.
También te puede interesar: ¿Qué tan eficaz es usar dos cubrebocas para protegerte contra la COVID-19?
De acuerdo a los especialistas, usar cubrebocas aporta dos beneficios: protege a quienes la usan y, al mismo tiempo, protege a quienes rodean a una persona infectada.
MEDICAMENTOS COMO LA CLOROQUINA NO TRATAN EL VIRUS:
Desde el inicio de la pandemia, distintos fármacos han sido considerados como una forma para combatir la enfermedad del coronavirus. Dentro de esta lista se sitúan, por ejemplo, la hidroxicloroquina y cloroquina (utilizados para el tratamiento o prevención de la malaria) o la combinación opinavir/ritonavir (dos inhibidores de la proteasa del VIH).
También te puede interesar: Estos son los medicamentos NO recomendados para tratar COVID-19
Tras diversos ensayos llevados a cabo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se determinó a finales del año pasado que ninguna de estas sustancias reduce la mortalidad o gravedad de la COVID-19 en los pacientes infectados. Incluso, señalaron que podrían causar efectos nocivos en la salud como la aparición de arritmias y otras cardiopatías.
Con esto, a la fecha no hay una eficacia probada en el uso de estos medicamentos para el tratamiento del nuevo coronavirus.
NO SOLO AFECTA A GRUPOS DE MAYOR EDAD:
Se sabe con certeza que las personas mayores, especialmente los ancianos, son el grupo más vulnerable a la hora de infectarse de coronavirus. El riesgo de presentar síntomas graves aumenta con la edad y esto ocurre por el envejecimiento de nuestro sistema inmunológico, principal responsable de la defensa de nuestro cuerpo.
No obstante, los jóvenes también pueden contraer el virus. Aunque la edad sea un factor determinante en la severidad de la enfermedad, los jóvenes pueden presentar síntomas graves, requiriendo hospitalización.
También te puede interesar: ¿Cómo afecta psicológicamente la pandemia a los jóvenes?
La probabilidad de muerte para los menores de 50 años, especialmente los de hasta 30 años, es bastante baja. Sin embargo, esto no significa que estén libres de caer en estado grave.
"No son invencibles, este virus puede llevarlos al hospital durante semanas o incluso matarlos", dijo en marzo de 2020 el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
¿SIRVE DESINFECTAR TUS ALIMENTOS?
Desde un inicio, las personas usualmente desinfectaban sus alimentos o sus respectivos recipientes plásticos para evitar, a toda costa, una infección. Tras una serie de especulaciones, principalmente en redes sociales, los expertos aseguraron que no hay evidencia comprobada de que los alimentos o sus envases sean una fuente probable de transmisión.
También te puede interesar: ¿Cómo ha cambiado nuestra alimentación a raíz de la cuarentena?
La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de Estados Unidos dejó a un lado la premisa de que el coronavirus tenga la fuerza de transmitirse por tocar alimentos o sus envases.
Aun así, la OMS recomienda usar gel antibacterial antes de ingresar a un supermercado y lavarse bien las manos después de haber manipulado cualquier tipo de envase.
NO SE ESCAPÓ DE UN LABORATORIO:
Al mismo tiempo que el brote se extendía por cada rincón del planeta, la aparición del SARS-CoV-2 apuntaba a un mercado de mariscos en Wuhan, China. Meses posteriores, en una misión para recopilar datos y evidencia dentro de la ciudad china, el equipo de la OMS llegó a la conclusión de que el nuevo coronavirus es de origen animal.
También te puede interesar: Estas imágenes son de Wuhan, China: el epicentro del COVID-19
“Todo el trabajo que se ha hecho sobre el virus y la identificación de sus orígenes sigue apuntando a un reservorio natural de animales, probablemente murciélagos”, señaló Peter Ben Embarek, jefe de la misión de la OMS.
Por otro lado, Embarek descartó la posibilidad de que la COVID-19 haya escapado de un laboratorio.
“La hipótesis de un accidente en un laboratorio es extremadamente improbable para explicar la introducción del virus en el hombre”, recalcó.
Teniendo datos comprobables, la investigación sigue en curso.