• 30 ABR 2024, Actualizado 07:00

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Con Martha Debayle

Con Martha Debayle. En tus relaciones: ¿Eres de “mecha corta”?

¿Qué es lo que pasa con las personas emocionalmente reactivas y hay algo que podamos hacer al respecto?

En tus relaciones: ¿Eres de “mecha corta”? / Getty Images

Ciudad de México

Mario Guerra, tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta. TW:@marioguerra

La vida nos pone cambios, retos y situaciones que no resultan agradables y no podemos controlar del todo. A veces esto viene en la personificación de otra persona que no hace las cosas como decimos que debería y eso provoca un disgusto que, sin regulación emocional, puede derivar en una reacción en cadena y destructiva explosión. ¿Qué es lo que pasa con las personas emocionalmente reactivas y hay algo que podamos hacer al respecto?

¿Qué es ser alguien de mecha corta?

• Son personas que, cuando algo no les parece bien, les molesta o les lastima, reaccionan de formas que parecen exageradas o desproporcionadas para lo que ha pasado.

• Las reacciones más comunes tienen que ver con la explosividad, la impaciencia o la intolerancia.

o Pueden tomarse muchas cosas de forma personal o hasta justificar su reactividad supuestamente defendiendo a otros o causas sociales totalmente válidas, pero de formas hostiles o agresivas.

• A manera de ejemplo, cuando uno convive con una persona de mecha corta, se puede topar con alguno de estos escenarios:

o Tienes un olvido o un equívoco y tu pareja pretende regañarte, sermonearte, aleccionarte o, en el peor de los casos, humillarte con gritos y críticas.

o Tienes una opinión, gusto o disgusto diferente a la de la otra persona y te dice que estás mal, que no sabes nada o que cómo te atreves.

o No encuentras la manera más clara de explicarte o de hacer algo y el otro te ataca con sarcasmo hiriente diciendo cosas como “Ahí cuando conectes el cerebro me cuentas” o la clásica condescendencia agresiva, como cuando no te sale bien algo y te dice: “Mira, esta visto que no puedes... déjalo, yo luego lo hago”.

¿Por qué una persona podría reaccionar de forma exagerada?

• Cualquiera podría pensar que una persona así tiene la intención de causar un daño deliberado al otro o que no le importan los sentimientos de los demás y, aunque en algunas ocasiones esto podría tener sustento, en la mayoría de las ocasiones no es necesariamente así.

o De hecho, para muchos, cuando cesa su incomodidad, a menudo se arrepienten y son sinceros en sus deseos de mejorar las cosas.

• Se trata más bien de una reacción defensiva, limitada o de incompetencia que puede ser que parta desde:

o Su vulnerabilidad.

 Se trata de personas emocionalmente frágiles, que no desarrollaron la habilidad de poner límites, de poder autorregularse emocionalmente y cuya autoestima puede no ser muy buena.

 A veces están a merced de sus respuestas al miedo al rechazo o al abandono.

o Sus interpretaciones.

 Como cuando tomas en cuenta como si fueran ciertas las historietas que tu cabeza te cuenta cuando te dice cosas como:

 “Ya ves, ya te quiere ver la cara de nuevo”

 “Mira que cínico, no le importa lo que le dices”

 “Es que esto es una injusticia”

 “Sólo te quiere usar”

 “Ay sí, ahora te quiere ablandar con sus lágrimas de cocodrilo”

 “Nada de que se le olvidó, lo hace deliberadamente para arruinarte la vida”

 En este caso no se trata de cambiar lo que pasa, sino romper la asociación que existe en tu mente entre lo que pasa y la explicación que tomas.

 Hay muchas formas de explicar las razones de un mismo hecho cuando no se conoce la verdad, pero el riesgo es tomar kla primera explicación que te viene a la cabeza como si fuera una descripción de la realidad.

o Su inhabilidad para adaptarse.

 A otras miradas, otras perspectivas y otras formas de ser y ver el mundo que no coinciden con la propia.

o Baja inteligencia y autorregulación emocionales.

 Esto nos habla de un sentir y actuar desbordados, donde no hay tiempo para pensar en el otro porque el mundo interior es un caos de emociones sin control.

• Aún así recuerda que si alguien te lastima sistemáticamente, a pesar de haber sido claro en decirle que lo que hace te lastima, la prioridad es ponerte a salvo física y emocionalmente.

o A veces ser de mecha corta es producto de un sentimiento de superioridad hacia el otro y quizá aquí debamos recordar la definición que se atribuye al libertador latinoamericano José de San Martín con relación a la soberbia: “Es la discapacidad que suele afectar a pobres infelices mortales, que se encuentran de golpe con una pequeña dosis de poder”.

¿Y cuál es el problema con todo esto?

• Obviamente dañas tus relaciones y lastimas a otras personas.

• Refuerzas un profundo sentido de victimismo o de sentir que tienes el genuino derecho a no ser molestado con los hechos de la vida que no te gustan.

• No cambias o mejoras, porque siempre piensas que son los otros los que te hacen enojar con su lentitud, estupidez o mediocridad.

• Si hay algo de conciencia, vives en culpa y un estado de angustia interna que no sólo mantiene, sino que agrava tu reactividad.

 Para los que digan: “Pues yo soy así, pero no pienso que exagere cuando me transmuto en pantera”.

• La realidad no es que así eres, es que así aprendiste a reaccionar y no has visto la necesidad de aprender otra cosa o de buscar regular tu expresión emocional.

o Digamos que eres como un “Reactor emocional” y, al igual que un reactor nuclear, cuando explota o tiene fuga, los efectos dañinos son inmediatos y de largo plazo y se extienden más allá de donde la vista alcanza.

• Ya se que quizá alguien puede decir: “Pues le hablo así a mi pareja porque de otra manera no entiende”, y entonces, con eso, justifica su actuar y no hace conciencia del daño que causa a su relación, ya no digamos que hace conciencia de la necesidad de cambio o reparación.

o Y a lo mejor no es que así “te entienda”, sino que, para no soportar tu mal carácter, acaba por seguirte la corriente o decirte que sí, pero al final no estar de acuerdo y no hacer lo que dijo que haría.

• El riesgo con este tipo de explosividad o falta de regulación emocional, es que, si se ha vivido con ella por mucho tiempo, porque trae una fuerte carga de influencia familiar o social, quien es intolerante o explosivo ve su conducta como algo muy normal.

¿Entonces qué reacción deberíamos esperar de una persona que tenga una mejor inteligencia emocional y baja vulnerabilidad ante lo que no le gusta?

• No se trata necesariamente de tener lo que podríamos llamar una actitud “Zen” y de que no importe lo que sucede, sin importar lo que sea; se trata más bien de que, importando lo que importe, no importe más de la cuenta y que el intento de solución o expresión de inconformidad no venga acompañado de agresión.

o Con frases como “Esto no es lo que te pedí”, “Esto no es lo que acordamos”, “Yo no pienso igual”, “Yo veo las cosas de otra manera” o incluso un “Dame un momento porque ahora mismo no estoy encontrando la mejor manera de manejar esto”, pueden ser otras maneras de expresar lo que se quiere.

• No se trata de que nunca nadie se salga de sus casillas, sino de que, cuando suceda, si sucede, sea algo más bien esporádico y que venga acompañado de alguna forma de reparación y corrección para el futuro.

¿Qué debo hacer si de pronto tengo estos arrebatos, pero no me gusta?

• Una precondición sería ser amable contigo en lugar de decirte que eres lo peor de lo peor. Si ya reconoces que lo haces y no te gusta, aunque por ahora no sabes cómo evitarlo, es posible que vayas por buen camino.

o La culpa no suele ser una buena compañía en estos procesos, salvo para moverte a reparar y repararte.

• Y luego, lo primero sería reconocer lo que se ha hecho ante el otro, luego, buscar reparar, inicialmente pidiendo perdón y, finalmente, emprender un proceso de toma de conciencia y desarrollo de habilidades y estrategias que nos permitan tener distintas reacciones en el futuro.

o Una habilidad es aprender a anticipar tus reacciones, conociéndolas y conociéndote, e ir tratando de buscar nuevas maneras de expresar lo que necesites. No es inmediato este proceso, pero es uno posible.

 Comprender por qué se siente lo que se siente es muy buen primer paso.

¿Y si es mi pareja quien los tiene, pero ni reconoce ni hace nada?

• Si es una persona que tenga un perfil de personalidad más bien narcisista, lamentablemente es probable que se cierre a toda evidencia de que algo está haciendo de forma inadecuada; eso mancharía su perfección.

o En este caso convendría actuar de dos maneras simultáneas:

 Hacerle saber que su actitud te lastima.

 El objetivo no es que cambie si no quiere, sino de que tu tengas voz para expresar tu inconformidad; esto es, que no te acostumbres a callar.

 Buscar fortalecer tu capacidad de poner límites y replantearte tanto la forma de interactuar con esa persona, como tu permanencia activa dentro de esa relación, especialmente si estos arrebatos parecen ser constantes o ir escalando.

• Si tu pareja está dispuesta a reconocer y busca modificar esta reactividad, siempre puedes agradecer su disposición y preguntarle de qué manera podrías apoyarle en el proceso

o La idea es que, pasado el tiempo, los papeles no se inviertan o guardes cuentas pendientes que te quieras cobrar después.