CON MARTHA DEBAYLE. Medicamentos COVID: ¿Cuáles sí y cuáles no?

Ciudad de México

Silvia Cruz Martín del Campo, investigadora del Cinvestav (Centro de Investigación y Estudios Avanzados) del IPN, especialista en el estudio de los mecanismos de acción de las sustancias que producen abuso y adicción.

// slcruz@cinvestav.mx

Lo que deben saber sobre el desarrollo y prueba de medicamentos.

Estudios preclínicos: generalmente en cultivos de células o en animales. Se evalúa si un tratamiento tiene posibilidades de ser útil contra una bacteria, un virus o los síntomas de alguna enfermedad y si no tiene efectos tóxicos evidentes. Aproximadamente 1 molécula de cada mil que se estudian pasa a estudios clínicos.

Estudios clínicos: constan de 4 fases:

I. Con 20 a 50 voluntarios sanos para ver si es seguro y se tolera bien a diferentes dosis.

II. Con 100 a 300 pacientes para ver si es eficaz y seguro.

III. Con miles de pacientes para comparar la eficacia con otros medicamentos o placebo y determinar efectos adversos poco frecuentes.

IV. Millones de enfermos que reciben el medicamento ya aprobado. Es una fase de vigilancia.

Frente a una nueva enfermedad, pueden seguirse dos estrategias:

• Desarrollar nuevos medicamentos. Es un camino largo. Uno de cada 10,000 sustancias probadas desde estudios preclínicos llega a comercializarse.

• Buscar nuevos usos a medicamentos ya conocidos pero que se emplean para otras enfermedades. Un ejemplo es la aspirina que primero fue analgésico y después se vio que a dosis bajas era útil para prevenir la formación de trombos. Es un camino más corto y pueden saltarse las fases iniciales.

Medicamentos ya conocidos Se busca que sean útiles para:

• Prevenir la enfermedad.

• Tratamiento en fases tempranas de la enfermedad – ambulatorio.

• Tratamiento en fases más avanzadas de la enfermedad – intrahospitalario

¿Qué medicamentos se han probado contra el COVID?

• Antivirales -ej. Remdesivir

• Antibióticos – azitromicina

• Antimalárico – hidroxiquinoleina

• Antiparasitario – Ivermectina

• Inmunomoduladores – tofacitinib

• Antiinflamatorios inespecíficos – dexametasona

• Vitaminas – C y D

• Otros¿Por qué estos?

• Porque hay estudios preclínicos que indican que tienen actividad antiviral.

¿Dónde puedo encontrar información fidedigna de los avances en el tratamiento de COVID-19? Hay varias fuentes:

• Página de la Secretaría de Salud: “Recomendaciones para el tratamiento de la infección por SARS-CoV-2, agente causal de COVID-19.

• Estudio RECOVERY (Randomized Evaluation of COVID-19 Therapy) del Reino Unido.

• Página de la OMS

• Página de CDC (Centro de control de enfermedades de los Estados Unidos).

¿Qué hemos aprendido?

• La evaluación de los medicamentos es un proceso en desarrollo y, por lo tanto, cambiante.

• Las evidencias hasta este momento son:

Como profilácticos:

Sí: Vitamina D (exponerse 15 min al día al sol),

Vitamina C (alimentos ricos en vitamina C).

Controversial (algunos dicen que sí, otros que no):Ivermectina.

NO SE RECOMIENDAN: Azitromicina, hidroxicloroquina ni dióxido de cloro Tratamiento de fases tempranas de la enfermedad

Sí: Paracetamol (sólo es tratamiento sintomático)

Controversial: Ivermectina (estudios en curso)

NO SE RECOMIENDA: Azitromicina, hidroxicloroquina ni dióxido de cloro.Tratamiento fases más avanzadas de la enfermedad para manejo bajo estricta supervisión médica:

Sí: Dexametasona o metilprednisolona. Son antiinflamatorios, pero pueden disminuir la respuesta inmunológica, por lo que es muy importante administrarlos en el momento adecuado, no antes.

Remdesivir, como antiviral de emergencia. Anticoagulantes, para evitar trombosis.

Tal vez: plasma de personas convalecientes. En estudio, con resultados alentadores.

NO SE RECOMIENDAN: azitromicina, hidroxicloroquina, oseltamivir (tamiflu ®), nanomoléculas de cítricos, inmunoglobulinas i.v. o interferones.

¿Qué sabemos qué sirve?

• Medidas de contención: cubrebocas, distanciamiento social, lavado frecuente de manos.

• ¡¡Vacunas!!

 Dióxido de cloro

• Si se añade dióxido de cloro (ClO2) a cultivos de virus y bacterias se destruyen porque es un agente altamente oxidante. Esto le da valor como desinfectante de agua o de superficies; nada más.

En esas condiciones la concentración de ClO2 es extremadamente baja en el agua y puede beberse.

El óxido de cloro es un gas inestable, por eso se vende como una solución acidificada de clorito de sodio (HClO2). No debe ingerirse porque también oxida y destruye células del organismo.

No hay estudios clínicos relacionados con tomar ClO2 porque, de entrada, se considera que los riesgos exceden cualquier posible beneficio.

¿Enjuagarse la boca? ¿Enjuagues nasales? Puede ser, si no se ingiere, porque mata gérmenes en la saliva, pero sólo en personal altamente expuesto como médicos y enfermeras en hospitales Covid. Puede causar molestias.

• Cuidado con las soluciones minerales milagrosas. Recomendaciones de FDA, desde 2010: no tomarlas. Efectos adversos: nausea, mareo, vómito y diarrea, lo cual puede llevar a deshidratación. Hay casos reportados incluso de falla hepática.

En conclusión

• Responsabilidad compartida. Cuidar unos de otros con las medidas de contención.

• No automedicarse.

• Sí vacunarse.