La DANA de 2024: el mayor desastre natural en la historia de España
Un fenómeno meteorológico extremo deja un saldo trágico en la Comunidad Valenciana y otras regiones
La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que ha impactado principalmente a la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía en 2024 ha cobrado la vida de al menos 155 personas. DANA ha superado a tragedias como la riada de Biescas en 1996 y la de Turia en 1957, que hasta ahora habían sido los desastres naturales con mayor número de fallecidos en el país.
Este evento se ha convertido en el desastre más mortífero de España debido a sus intensas lluvias y vientos extremos, que han provocado inundaciones masivas en localidades enteras.
Las precipitaciones en algunas zonas de la Comunidad Valenciana alcanzaron niveles sin precedentes en donde se llegaron a registrar hasta 500 litros por metro cuadrado en pocas horas, el equivalente a la lluvia de un año completo.
El fenómeno fue acompañado de fuertes vientos y tornados, que intensificaron los daños en la infraestructura y dificultaron los esfuerzos de rescate. En este contexto, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha catalogado a esta DANA como la “gota fría” más severa del siglo en la región.
Impacto y antecedentes de las DANA en España
El término DANA describe una masa de aire polar extremadamente fría que se desplaza a grandes altitudes, separándose de los flujos atmosféricos habituales.
Al entrar en contacto con el aire cálido y húmedo del Mediterráneo, especialmente en épocas de altas temperaturas marinas a finales del verano o principios del otoño, esta interacción da lugar a fuertes tormentas que impactan de manera severa en el este de España.
El país ibérico ha sufrido otros desastres de gran envergadura en el pasado, como la riada de Bilbao de 1983 y la inundación de la Palma en 1957, ambos causaron decenas de muertes y daños extensivos en las infraestructuras locales.
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Sin embargo, el impacto de esta DANA en 2024 ha puesto de relieve la necesidad de mayores medidas preventivas, así como de una respuesta de emergencia que pueda afrontar fenómenos de magnitudes similares en el futuro.
Según las autoridades, el cambio climático ha provocado un aumento en la frecuencia e intensidad de estas DANA, lo que requiere un enfoque de prevención más riguroso y una revisión de las infraestructuras en zonas vulnerables.
Además de los desastres causados por lluvias torrenciales, el país ha enfrentado eventos severos como la erupción volcánica en La Palma y la nevada Filomena en 2021, que generaron pérdidas significativas, especialmente en términos de daños materiales.
Para mitigar los efectos de futuros desastres, las autoridades trabajan en mejorar los sistemas de monitoreo y respuesta rápida, así como en fortalecer las políticas de adaptación climática en las áreas más afectadas.