SAT vigila el uso de tarjetas de crédito: ¿Cuántas puedes tener y cuáles son los riesgos?
Aunque no hay un límite oficial, el mal uso puede derivar en multas y sanciones
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) en México mantiene un control exhaustivo sobre las finanzas de los contribuyentes, lo que incluye la supervisión de los gastos realizados con tarjetas de crédito. Si bien no existe un límite establecido sobre cuántas tarjetas puede tener una persona, el SAT pone especial atención en que los gastos realizados sean coherentes con los ingresos declarados.
En caso contrario, podrían generarse sanciones o cobros adicionales.
Cada vez es más común que las personas usen múltiples tarjetas de crédito para aprovechar beneficios específicos, como descuentos, programas de puntos, o contar con respaldo financiero en viajes.
Sin embargo, el SAT advierte que el uso excesivo o irresponsable de estos instrumentos financieros puede traer consecuencias, especialmente si los gastos exceden los ingresos declarados por el contribuyente. Esto incluye tanto las tarjetas bancarias tradicionales como las departamentales.
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En los últimos meses, el SAT ha intensificado la fiscalización sobre tarjetas emitidas por tiendas como Liverpool y Suburbia. Aunque estas tarjetas suelen tener reglas distintas a las bancarias, también están sujetas a revisión fiscal.
Si el organismo detecta que los gastos con estos plásticos no coinciden con los ingresos reportados, los usuarios podrían enfrentar multas y la obligación de pagar impuestos adicionales.
Además de la vigilancia sobre los gastos, el SAT también supervisa los movimientos en tarjetas de débito. Si se detectan depósitos o ingresos elevados, el contribuyente podría ser requerido para explicar el origen de esos fondos.
Esta medida busca prevenir la evasión fiscal y asegurar que todas las transacciones correspondan a ingresos lícitos y declarados.
Tener múltiples tarjetas puede ser ventajoso, pero también conlleva riesgos. Entre los problemas más comunes se encuentran las dificultades para gestionar pagos, cargos por inactividad y mayor exposición a fraudes.
Por ello, es fundamental mantener una administración ordenada y transparente de las finanzas para evitar problemas con las autoridades fiscales y asegurar una estabilidad económica a largo plazo.