Diablos Rojos del México conquistan la Serie del Rey 2024 y logran su título 17
Con un dominio contundente ante los Sultanes de Monterrey los Escarlatas rompen una sequía de 10 años y se consolidan como el equipo más ganador de la LMB
Los Diablos Rojos del México se coronan campeones de la Serie del Rey. / Foto: Cuartoscuro
Los Diablos Rojos del México se alzaron con su título número 17 de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) al vencer a los Sultanes de Monterrey en una emocionante final de la Serie del Rey 2024. Con una victoria global de 4-0 en la serie, los escarlatas volvieron a lo más alto del béisbol mexicano tras una década de sequía.
El encuentro decisivo, que tuvo lugar en el Estadio Mobil Super de Monterrey finalizó con marcador de 4-2 a favor de los Pingos.
Camino a la victoria
El inicio del partido fue explosivo para los Diablos Rojos. En la primera entrada, José Marmolejos conectó un cuadrangular de tres carreras que marcó la pauta del encuentro. A este sólido inicio se sumó Diosbel Arias, quien anotó una cuarta carrera que amplió la ventaja temprana para el equipo visitante.
El rápido golpe a los Sultanes obligó a su manager, Roberto Kelly a retirar a su abridor Julio Teherán desde el primer inning en un intento desesperado por detener el vendaval ofensivo de los capitalinos.
Te puede interesar:
A pesar de los múltiples cambios en el cuerpo de lanzadores de Monterrey, los Sultanes no lograron frenar a los Diablos ni recortar significativamente la desventaja. De hecho, el equipo regiomontano llegó a acumular un preocupante registro de 28 entradas sin anotar una sola carrera a lo largo de la serie.
Fue hasta la novena entrada cuando Monterrey logró sumar dos carreras y acercarse en el marcador, sin embargo, su esfuerzo resultó insuficiente para revertir la historia.
Con este triunfo, los Diablos Rojos del México no solo rompieron una racha de 10 años sin títulos, sino que reafirmaron su posición como el equipo más exitoso de la LMB.
Su dominio en la Serie del Rey, en la que nunca permitieron una victoria de los Sultanes, fue la culminación de una temporada histórica en la que consolidaron su legado en el béisbol mexicano.