• 25 NOV 2024, Actualizado 04:18

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Turismo excesivo: cinco ciudades del mundo que ya lo combaten

Más de un destino turístico busca soluciones para proteger el tejido social y la vida cotidiana de sus habitantes

El turismo masivo afecta a habitantes de ciudades como Venecia, Italia/(Photo by Stefano Mazzola/Getty Images) / Stefano Mazzola

El turismo excesivo es un fenómeno donde un destino o atracción turística termina invadida por los turistas, al punto de afectar el tejido social y la vida cotidiana de sus habitantes.

La situación se puso en la mira luego que los residentes de Barcelona rociaron con agua a turistas hace unas semanas, en protesta por el encarecimiento de las rentas y servicios debido a la proliferación de los departamentos de renta por semanas o días que les generan más ingresos a los dueños.

Y aunque algunas medidas para combatir el sobreturismo se han calificado como excesivas, otros ensayan un enfoque positivo para favorecer la convivencia.

Las playas de Barcelona reflejan el turismo excesivo por el que protestaron sus habitantes hace unas semanas. / Alexander Spatari

Copenhague

La capital de Dinamarca ofrece comidas, paseos, entradas a museos y café gratuito, entre otras cosas, para atraer turismo sostenible.

A cambio de estos beneficios, Copenhague pide a los visitantes que viajen en transporte público o bicicleta, participar en jornadas de limpieza o hacer trabajo voluntario en granjas urbanas. El plan piloto estará activo entre el 15 de julio y 11 de agosto de 2024.

Venecia

La ciudad italiana se convirtió en la primera ciudad del mundo en cobrar un contributo di acceso o tarifa de cinco euros a los visitantes que solo permanecen durante el día, en un plan piloto que se aplicará durante los 30 días donde Venecia está llena de visitantes.

Y es que en Venecia solo habitan 50,000 personas, quienes resienten la visita de 30 millones de personas al año, que encarecen la vivienda, dañan los muros de sus hogares por le paso de lanchas y han exiliado de su tierra a cientos de venecianos.

Los canales de Venecia reflejan el turismo excesivo o masivo que desplaza a sus habitantes por el alza de las rentas. / Stefano Mazzola

Fujikawaguchiko

En mayo de este año, este pueblo de Japón colocó una barrera negra de más de 20 metros de largo que bloquea una de las vistas más populares del Monte Fuji, al que acudían cientos de visitantes todos los días.

La decisión se tomó porque las multitudes se apoderaban por completo la calle frente al famosos sitio, fumaban en zonas no permitidas e incluso trepaban sobre viviendas para lograr nuevos ángulos en sus fotografías, provocando molestias a los residentes.

Kioto

Las autoridades cerraron al turismo las calles de Gion, el barrio de las geishas, debido al acoso que éstas sufrían por parte de los turistas.

Las mujeres que preservan las artes tradicionales de canto y baile tocando instrumentos con fines de entretenimiento, sufrían persecuciones de turistas con sus teléfonos, quienes llegaron a lanzarles colillas, jalar sus kimonos o robarles adornos de su peinado.

Una geisha camina por el tradicional barrio de Gion, Tokio, que fue cerrado por el turismo excesivo. / GCShutter

Ámsterdam

La ciudad holandesa ya no permitirá construir nuevos hoteles para combatir el sobreturismo como parte de una estrategia gubernamental. Sin embargo, sigue abierta la posibilidad de nuevos proyectos solo si otro hotel cierra, si su plan no incluye más habitaciones y si se trata de un hotel sostenible.

Las autoridades buscan que la ciudad se mantenga habitable por lo que también se estableció un límite de 20 millones de pernoctaciones anuales de turistas.

Atenas

El gran número de visitantes que recibe esta ciudad griega también aumentó el precio de las propiedades, por lo que muchos habitantes y pequeños negocios están siendo desplazados por las rentas de corta duración y las cadenas comerciales.

Las autoridades aún analizan medidas para combatir la situación que lleva a los griegos a destinar más del 40% de sus ingresos para rentar un lugar donde vivir.