Áreas Marítimas Protegidas ¿Qué son?
Una superficie del tamaño de Norteamérica, se encuentra bajo algún tipo de protección
De acuerdo con la Base Mundial de Datos de la ONU sobre Áreas Protegidas, que contiene los registros enviados por los países sobre las Áreas Marítimas Protegidas (AMP), más de 15 600 AMP resguardan más de 25 millones de kilómetros cuadrados (casi 9.7 millones de millas cuadradas) de océano. En otras palabras, una superficie del tamaño de Norteamérica, se encuentra bajo algún tipo de protección.
En general, estas áreas son de forma cuadrada, rectangular o poligonal simple y se trata de que sus límites coincidan con paralelos y meridianos fácilmente identificables, para favorecer su ubicación satelital por parte de los barcos que las atraviesan.
Pese a que los océanos abarcan el 70% de la superficie del planeta, menos del 1% se encuentra protegido legalmente de algún modo. La cifra es muy baja de acuerdo con la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), que la compara con la proporción de tierra legalmente protegida a nivel mundial.
Según La Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos CCRVMA, México cuenta con 176 Áreas Naturales Protegidas (ANP), de las cuales 68 se encuentran en ecosistemas marinos y litorales, los cuales dentro de la problemática detectada que afecta directamente a los ecosistemas y especies de dichas áreas se encuentran: actividades de la pesca ilegal, actividad turística no controlada, introducción de especies exóticas, extracción de vida silvestre y contaminación de suelos y litorales.
Para ello la PROFEPA ejecuta acciones de inspección y vigilancia en las Áreas Naturales Protegidas (ANP), con el objetivo de verificar el cumplimiento de la legislación ambiental vigente, contribuyendo a la conservación y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales. Se tienen identificadas áreas críticas y prioritarias de atención, de conformidad con la importancia biológica de la zona, el impacto de las actividades humanas que ahí se realizan, el número de permisos, concesiones y autorizaciones que se ejercen y la presión sociodemográfica que pueda provocar deterioro ambiental.
Las reservas marinas pueden ayudar a proteger las especies locales así como las migratorias, si se diseñan adecuadamente, ya que a pesar de la gran movilidad que presentan, dichas especies son muy vulnerables a la pesca u otras actividades humanas cuando se reúnen en zonas específicas para reproducirse o alimentarse, en corredores migratorios o en zonas de crianza.
La superficie marina de México abarca mas de tres millones de km², de los cuales de acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), solo el 1.38% de los Mares Mexicanos están protegidos bajo algún decreto de reserva. Esta protección se distribuye a lo largo del país entre alrededor de unas 90 áreas costeras y marinas. La necesidad en la creación de más reservas marinas en el país, cuyos beneficios ecológicos apoyen a la recuperación y el mantenimiento de la biodiversidad marina de México es evidente. Por ende, el Convenio sobre la Diversidad Biológica, estableció la meta de proteger por lo menos el 10% de los océanos entre el 2012 al 2020. Sin embargo, actualmente la intención de crear más reservas marinas no garantiza la sustentabilidad de las áreas marinas, ya que ni siquiera las reservas existentes se están recuperando.
En México la institución responsable en la designación y manejo de las reservas marinas es la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Sin embargo, la CONANP no cuenta con la jurisdicción para aplicar las leyes y regulaciones que la misma institución crea para las reservas marinas que decreta. Dicha responsabilidades corresponden a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), y ambas instituciones depende de Secretaría de Marina. La división entre la creación de regulaciones y la aplicación de éstas, obstaculiza su ejecución. Aunado a que el personal disponible para el resguardo de las áreas protegidas es insuficiente las reservas marinas quedan completamente desprotegidas.