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  • 04 MAY 2024, Actualizado 08:10

CON MARTHA DEBAYLE

CON MARTHA DEBAYLE. ¿Qué es el trastorno oposicionista desafiante?

Hoy viene Toffie Sassón para platicar del Trastorno oposicionista desafiante y cómo ayudar a nuestros hijos

¿Qué es el trastorno oposicionista desafiante?

¿Qué es el trastorno oposicionista desafiante? / Getty Images

Hoy viene Toffie Sassón para platicar del Trastorno oposicionista desafiante y cómo ayudar a nuestros hijos.

Ciudad de México

¿Saben qué es el trastorno oposicionista desafiante? Hoy les explicamos todo sobre él y cómo afecta a los críos.

Atentos cuentahabientes con críos, si notan que sus hijos contradicen todo y a todos, si creen que realmente parecen disfrutar cuando molestan a otros niños o adultos y si se enoja muy frecuentemente, le urge escuchar a nuestro Psicoterapeuta Toffie Sasson.

LA EDUCACIÓN EN LOS CRÍOS

Un estudio realizado por el Stanford Medicine Children’s Health reporta que el trastorno de oposición desafiante afecta del 1% al 16% de la población en edad escolar, entre los 3 a los 13 años.

Entre el 40 y el 60% de los niños que tienen diagnosticado un trastorno de déficit de atención e hiperactividad terminan desarrollando un trastorno oposicionista desafiante.

¿QUÉ ES EL TRASTORNO OPOSICIONISTA DESAFIANTE?

Es un trastorno de la conducta que principalmente se diagnostica en niños aunque se puede presentar en adultos. Puede derivarse de un trastorno hereditario, un desequilibrio en las conexiones neuronales, en la liberación de sustancias químicas cerebrales o como el resultado de otro trastorno, como lo es el TDAH (Trastorno de atención e hiperactividad) o trastorno bipolar.

Se presenta como un patrón constante y repetitivo de hostilidad, agresión, desafío y desobediencia hacia figuras de autoridad.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?

Para hacer el diagnóstico, esta conducta debe de prevalecer por al menos 6 meses e incluye 4 de los siguientes síntomas.

  • Se enoja constantemente.
  • Discusiones constantes con adultos
  • Desafía activamente a los adultos o rehúsa cumplir sus órdenes o demandas
  • Molesta deliberadamente a otras personas
  • Culpa a otros de sus errores o mal comportamiento
  • Es susceptible a ser molestado por otros
  • Colérico, resentido
  • Vengativo

Además, presentan un deterioro clínicamente significativo en la conducta social, por ejemplo: dificultades con amigos o es niño bully, en lo académico no sigue las reglas o no respeta a sus profesores y en lo laboral (cuando son adultos), desafían al jefe.

¿DE DÓNDE VIENE ESTE TRASTORNO?

El origen de estas conductas está relacionado a un “Vínculo de Apego”. Un vínculo de apego se establece con un cuidador principal (puede ser la madre o el padre) y funciona para ayudarnos a regular el estrés.

Cuando uno se siente estresado hace un pedido de auxilio y su cuidador intenta (o no) calmarlo, la forma en que lo calma va construyendo la forma en que el niño, más adelante se va a autorregularse emocionalmente.

Existen vínculos de apego seguros, inseguros (evitativo o ambivalente) y desorganizados y la conducta desafiante de un niño oposicionista es una respuesta del niño ante un vínculo de apego de tipo inseguro.

¿POR QUÉ DESAFÍAN A LOS ADULTOS?

Desafían al adulto como un intento de ser regulado y también, buscan congruencia en los límites que le brinden seguridad emocional. La búsqueda de seguridad emocional es importante motivador en las conductas de los niños.

Al mismo tiempo, esas mismas conductas desafiantes y oposicionistas hacen que el niño sea rechazado por sus figuras de apego y por la autoridad en general, creando así un círculo vicioso difícil de romper si el adulto no toma conciencia de su participación en esta dinámica.

¿EXISTEN OTROS TRASTORNOS RELACIONADOS?

 El trastorno de oposición desafiante a menudo coexiste con otros trastornos de salud mental, incluyendo trastornos del temperamento, trastornos de ansiedad, trastornos de conducta y trastornos de déficit de atención/hiperactividad, aumentando la necesidad de un diagnóstico y tratamiento tempranos.

¿TIENE QUE VER CON LOS PADRES?

Un día calman al niño de una forma y otro día de otra, o uno emite un mensaje y el otro otro da un mensaje contradictorio; sobre todo cuando se trata de poner límites. Un ejemplo de contradicción en límites puede ser: Un niño que golpea a un compañero de la escuela y se le dice «muy mal que golpeaste pero que bien que te defendiste».

Otro ejemplo sucede cuando uno de los padres es muy estricto, gritón y regaña mucho, y la otra parte es más consentidora y pasiva, aqui entre el típico ejemplo de: Pregúntale a tu mamá, el niño va con la mamá y ella responde: pregúntale a tu papá.

No hay un acuerdo de crianza y tampoco congruencia con los mensajes que se le dan al niño. Hay que poner énfasis en que este trastorno no es una etapa, no pasa sola, el tiempo no sana el problema y es importante recibir ayuda profesional para atender esta situación.

Los padres no pueden y no deben diagnosticar a sus hijos, lo debe hacer un profesional de la salud mental (psiquiatra o psicólogo) pero los padres pueden checar los focos rojos para pedir ayuda.

¿QUÉ PUEDEN HACER LOS PADRES ANTE EL TRASTORNO OPOSICIONISTA DESAFIANTE?

  • Trabaja en ti mismo para darte cuenta en qué eres incongruente o de qué forma das un doble mensaje.
  • Se un equipo con tu pareja al momento de criar. Es bien entendido que ambos vienen de crianzas diferentes, pero si están educando a un hijo en común, deben sí o sí ponerse de acuerdo.
  • Terapia de interacción padres-hijos, así como individual tanto para padres como para los niños: Es la herramienta más factible y funcional para tratar los síntomas del trastorno oposicionista desafiante. Pues no solo brindan una orientación a los pequeños sobre su comportamiento y cómo controlarlo, sino que también da a los padres
  • Evita tus propios comportamientos negativos: Sé un ejemplo para tu pequeño. Recuerda que este trastorno se desarrolla en la etapa infantil y los niños aprenden a través del modelamiento, observando a sus padres y su comportamiento.
  • Es necesario evitar las conductas que agraven los síntomas, como gritar, perder la cordura, ser impaciente, acusar sin razón o culpabilizar. En cambio, busca respuestas más asertivas, de manera que el niño pueda aprenderlas e imitarlas.
  • Toma tiempo de explicarle a tu hijo el por qué de las consecuencias. Muchos niños y jóvenes tienden a ser rebeldes porque no comprenden las acciones que los adultos toman con respecto a sus actos, es decir, para ellos es injusto que los castiguen si no les dicen por qué motivo lo hacen.

Fuente: Toffie Sasson, Psicoterapeuta y psicoanalista especializado en conducta social. Especialista en Adicciones, certificado como Sex Addiction Therapist por The Meadows, Arizona. Psicoanalista Titular de la Asociación Psicoanalítica Mexicana y Miembro de la International Psychoanalytic Association.

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