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  • 18 NOV 2024, Actualizado 01:43

CON MARTHA DEBAYLE

El arca de Noé. Parte 2.

Les tenemos hoy la segunda parte para platicar sobre muchísimas teorías científicas que reafirman la existencia del arca de Noé

El arca de Noé. Parte 2.

El arca de Noé. Parte 2. / Getty Images

Ciudad de México

Mauricio Sánchez Scott, pastor cristiano y Presidente de la Academia Nacional de la Música y Artes Cristianas.

¿QUÉ HABLAMOS EN LA PRIMERA PARTE?

El Arca de Noé es un relato de la Biblia hebrea, que narra cómo, por orden de Dios, Noé construye una embarcación para su salvación y la de su familia ante el Diluvio Universal, para luego repoblar la Tierra con su descendencia

Dios le dijo a Noé cómo construir el arca, qué debía tener, qué material, con qué recubrirla

La Escritura nos dice que Noé era un granjero (Génesis 9:20) y tenía 500 años de edad cuando fue padre de tres hijos: Sem, Cam y Jafet (El nombre de su esposa no se revela en la Biblia)

Tamaño del Arca de Noé: Según el Génesis 6:15, el arca tenía 300 codos de largo, 50 codos de ancho y 30 codos de alto.

La historia del Arca de Noé encierra uno de los mayores misterios de la humanidad: la existencia de Dios.

Existen tantas pruebas en favor de su veracidad como en contra. Mientras que los creacionistas no pueden explicar científicamente ciertos episodios de esta leyenda narrada en La Biblia, los investigadores más escépticos tampoco tienen argumentos para contradecir los documentos, pero testimonios y muestras antiguas podrían probar, al menos, que hubo un diluvio.

EL DILUVIO

Todas las civilizaciones antiguas del Medio Oriente refieren un diluvio

Los textos sagrados de las principales religiones hablan de una enorme inundación en tiempos antiguos

En la mitología griega se señala que Zeus enviaría un diluvio y que Prometeo enseñaría a su hijo Deucalión a construir un cofre (arca)

En la mitología romana, Júpiter y Neptuno inundan la tierra para librarla de los malos caminos del hombre

Según las antiguas leyendas egipcias, el dios Atum envió un diluvio contra el «pueblo rebelde».

CHEVRONES EN LAS PROFUNDIDADES MARINAS

Los chevrones son estructuras situadas en el fondo del mar que se forman por una actividad acuática inusual, como la que ocurre en medio de tsunamis

El descubrimiento de enormes chevrones tanto en el fondo del océano como en lugares que estuvieron debajo del mar, sugiere que en algún momento ocurrió un « diluvio universal»

CIUDADES SUBMARINAS DESCUBIERTAS

Los descubrimientos de antiguas ciudades submarinas en los mares de Japón, India y otros lugares, con restos fechados en aproximadamente 10 milenios antes de la Era Común, época en la que habría ocurrido el diluvio, son señalados como evidencias de la gran inundación.

LA ANOMALÍA DEL ARARAT

En el sitio arqueológico Durupınar, cerca del Monte Ararat, Turquía, se encuentra una formación parecida a un barco que algunos han dicho que podría tratarse de los restos fosilizados del Arca de Noé

La hipótesis se refuerza porque los lugareños llaman Monte Judi a la cumbre más cercana, nombre que se utiliza en el Corán para identificar el lugar en el que se detuvo el Arca de Noé después del diluvio

POSTURA CIENTÍFICA

Al principio, la comunidad científica estaba escéptica sobre la teoría del diluvio

Con el tiempo, la opinión de los científicos ha ido cambiando y ahora muchos ven como altamente posible la ocurrencia de un diluvio

La última teoría en este sentido se publicó en la revista Science, en 1998, con pruebas convincentes ante la Unión de Geofísica de los Estados Unidos de que la creación del Mar Negro no fue, como se pensaba hasta ahora, un proceso gradual

La creación del Mar Negro de acuerdo a este estudio si pudo ser una catástrofe repentina

Para William Ryan y Walter Pitman, autores de la investigación, hace 7.500 años hubo una inundación tan grande que pudo haber quedado reflejada en las historias del Diluvio Universal

En 1974, un satélite ya había obtenido una imagen muy similar a la que ahora dicen tener las autoridades militares de los Estados Unidos

También el investigador Charles Berlitz, quien escribió “En busca del Arca de Noé”, contaba que en Turquía Oriental, al norte de la meseta de Anatolia, el monte Ararat guardaba en sus cumbres un gigantesco objeto de fabricación humana y de incalculable antigüedad que durante algunas temporadas, podía verse bajo el hielo

Beroso, un sacerdote babilónico del siglo III a.C., afirmaba que la gente subía al monte para recoger restos del arca y confeccionar amuletos mágicos

El historiador judío, Flavio Josefo, aceptaba la existencia de los restos del arca, mientras que Epifanio, el obispo de Salamina en el siglo IV, aseguraba que “hasta hoy en día se muestran los trozos del Arca de Noé en el país de los kurdos”

Marco Polo escribió que en la época de sus viajes “reposaba el arca en una gran montaña siempre cubierta de nieve”

En 1883, el gobierno turco envió una expedición a la cima del Ararat para evaluar los daños causados por un terremoto, al regresar, este equipo de expertos aseguró haber encontrado “una especie de navío al descubierto, emergiendo de un glaciar

También existen fotos tomadas por aviones espías U-2 que la CIA mantuvo ocultas y que mostrarían la presencia de restos de un barco gigante en la cima eternamente congelada del Monte Ararat

Una réplica del Arca en Kentucky, EUA, demostró que si cabrían los animales (127 de 43 géneros de mamíferos, 74 de aves y 10 de reptiles)

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