¿Cómo lograr que tu adolescente te haga parte de su vida?
¿Cuántos de ustedes tienen un adolescente en casa y están que se jalan los pelos porque ya los tienen hartos?
Juan Pablo Arredondo, Psicólogo Familiar con más de 32 años de experiencia en el trabajo con niños, adolescentes, adultos, parejas y familias.
¿Cuántos de ustedes tienen un adolescente en casa y están que se jalan los pelos porque ya los tienen hartos? Por eso, hoy Juan Pablo Arredondo nos explicará 15 pasos para comprender y lidiar con nuestros críos que están pasando por esta retadora etapa.
Entendiendo al adolescente
Es inestable emocional.
Es cruel (específica o inespecífica).
Tiene malos modos
Desinterés general, incluso hacia cosas que antes les apasionaba.
Apatía y desgano permanente.
Egocentrismo.
Enojo e intolerancia.
Hartazgo y fastidio
PREMISAS PRINCIPALES PARA LIDIAR CON UN ADOLESCENTE Y NO MORIR EN EL INTENTO
1.Supervisar. La supervisión uno de los papeles más importantes en la etapa adolescente. Lo odian, pero es la única forma de protegerlos de los peligros que existen.
2. Nunca nada que venga de un adolescente te lo tomes a título personal: No todo lo que hacen o dejan de hacer es intencional para molestarnos. Algunas cosas que hacen o dejan de hacer si lo son.
3. Los adolescentes son como los caballos: Tienes que manejarlos con un permanente estire y afloje.
4. Será necesario con los adolescentes elegir batallas. No puedes estar peleando con los adolescentes por todos lo motivos que te dan para pelear.
5. No agredirlos ni criticarlos permanentemente. No confrontarlos todo el tiempo sobre aquello que creen tener la razón. Casi por regla general el adolescente siente que lo sabe todo y confrontarlo no cambiará su postura, sino que lo hará tal vez mas obstinado.
6. Recuerda que todo aquello que no es como ellos quieren, será visto como una gran injusticia. Por ello, necesitan Ser y sentirse escuchados.
7. Interésate en sus gustos y preferencias por absurdos o aburridos que te parezcan. No hay una vía mas directa para acercarte a ellos y ellos a ti que compartir sus intereses y gustos.
8. Trabaja conscientemente en la armonía familiar. De eso dependerá que tu hijo quiera estar ahí. Al mismo tiempo, le enseñará formas adecuadas de vincularse en familia.
9. Presta atención a las necesidades y deseos de tus hijos: Ellos no necesariamente quieren o necesitan lo que tu piensas que quieren o necesitan. Es importante que aprendas a distinguirlo.
10. Controla tus reacciones frente a ellos: Ya no son unos niños y que les grites, los trates mal, los menosprecies o humilles será algo que difícilmente tolerarán..
11. Una adecuada y abierta comunicación con los hijos. Habla con ellos, pero no necesariamente de lo que tu quieres hablar con ellos, sino de lo que ellos quieran hablar contigo.
12. Trabaja en desarrollar mecanismos auto-reguladores, para que aprendan a cuidarse por sí solos y no tengas que ser tú el que tenga que estar cuidándolos. Esto te permitirá tener menos confrontaciones con ellos.
13. No ser permisivos, pero tampoco prohibir sin justificaciones. Ellos se sienten suficientemente fuertes e independientes para hacer más cosas de las que quizá tengan la capacidad o la experiencia de manejar. No obstante, tienes que dar ciertas libertades para que aprendan literalmente de la vida.
14. No hacer intentos permanentes por evitar situaciones “traumáticas” o “frustrantes” para el joven: En ocasiones sobreproteger a los hijos no es una buena idea. Tal vez sea necesario que de vez en cuando se enfrenten a las dificultades de la vida para que aprendan a responder adecuadamente y sean resilientes.
15. Hablar (sin rollos) sobre los riesgos que se corren (uso preservativo, drogas, alcohol, Sida, etc.) Advertirles, informarles y supervisarlos es la mejor forma de cuidarlos. La información es una de las herramientas que más le ayudarán a enfrentar la vida. No siempre te la recibirán ni harán especial caso a ella, pero sin duda será un gran factor de protección en su vida.