Diez pasos para salir de tu zona de confort
En nuestra vida hemos tomado decisiones de valor, desechado caminos, dejado relaciones y escogido nuevas opciones
Ciudad de México
Tere Díaz, psicoterapeuta, especialista en desarrollo personal. // TW: @tedisen // terediaz.com
Son muchas las maneras de activar este proceso de transformación. Aquí menciono tres mecanismos que son particularmente eficaces.
Me gustaría saber cómo los podemos aterrizar en ejemplos concretos de tu vida:
1. Diseñar experiencias de vida variadas: planear un viaje, leer un libro, cursar un taller, generar alguna relación. Las experiencias de vida te obligan a salir de tu zona de confort, te perturban y por tanto amplían tu manera de vivirte y mostrarte, te enriquecen.
2. Crear nuevas narraciones sobre ti y sobre el mundo que te rodea. Este mecanismo privilegia la reflexión y el discurso.
3. Realizar acciones concretas que te permitan hacer las cosas de manera diferente. Por ejemplo, poner límites a conductas abusivas de otros, pedir lo que necesitas, levantarte más temprano, expresar lo que sientes, abrir una cuenta de banco, visitar a alguien que no has visto, compartir con alguien lo que piensas, sacar una cita de terapia, comprar algo que siempre has deseado o cambiar tu cama de lugar.
Estas te moverán de la zona en la que estás “incómodamente” asentado, te permitirán descubrir tu poder y conquistar tu autonomía. Modificar lo que vives, lo que dices o lo que haces promoverá un movimiento en cualquier punto del “triángulo” experiencia-narración-acción, activando tu proceso de transformación, el mismo que es el único camino hacia la auténtica autoestima.
Diez pasos para iniciar el cambio:
1. ¡Para! Deja de hacer lo mismo, lo que no te ha funcionado. Hacer más de lo mismo puede ser fácil, pero no te llevará a resultados diferentes.
2. Cierra círculos. Reconoce los obstáculos. No puedes meter cosas nuevas en un cajón si no sacas las viejas.
3. Ponle nombre a tu problema concreto: Detecta tu malestar. Antes de lanzarte a actuar sin ton ni son, permítete sentir de qué va tu desasosiego, frustración o sensación de fracaso. ¿Qué realmente te perturba?
4. ¡Encuentra tu motor! Descubre lo que daría propósito y valor a tu vida. El sentido de vida es el motivador superior para construir un proyecto personal. ¿Qué quiero? ¿Qué anhelo? ¿Con qué sueño?
5. Ten una línea de metas en el tiempo. Establece objetivos específicos; a corto, mediano y largo plazo. Pocos pero consistentes, alcanzables y claros.
6. Reconoce tus recursos. Haz una lista de tus competencias en uso y de las que hay que explotar: las que ya utilizas y las que puedas desarrollar. El autoconocimiento y la aceptación personal son la base del uso oportuno y constructivo de tus recursos.
7. Diseña un plan de acción. En tiempo y forma inicia con lo que te demanda más fuerza de voluntad, para dejar el premio para después.
8. Evalúa y rectifica en el camino. Con el tiempo se vale que cambien tus deseos y tus posibilidades. Además, no hay un sólo camino ni una mejor decisión, son diversas las opciones para poder lograr el cambio y la satisfacción.
9. ¡Celebra tus avances! Cada paso es valioso, no sólo el resultado final.
10. Retoma un nuevo desafío y reinicia el proceso.