La dermatitis atópica (eccema) es un trastorno que provoca enrojecimiento de la piel y picazón. Es frecuente en niños, pero puede manifestarse a cualquier edad. Esta dermatitis, es duradera (crónica) y suele exacerbarse periódicamente. Puede manifestarse junto con asma o con rinitis alérgica.
Entre los síntomas encontramos:
- · Piel seca
- · Picazón, que puede ser grave, sobre todo durante la noche
- · Manchas de color rojo a marrón grisáceo, especialmente en las manos, los pies, los tobillos, las muñecas, el cuello, la parte superior del pecho, los párpados, la parte interna de los codos y las rodillas, y, en el caso de los bebés, el rostro y el cuero cabelludo
- · Pequeños bultos, que pueden perder líquido y cubrirse con una costra al rascarse
- · Piel engrosada, agrietada, escamosa
- · Piel en carne viva, sensible e inflamada por rascarse
No se ha encontrado una cura para la dermatitis atópica. sin embargo, los tratamientos y las medidas de cuidado personal pueden aliviar la picazón y prevenir nuevos brotes. Por ejemplo, es útil evitar los jabones fuertes, humectar la piel de forma regular y aplicar cremas o ungüentos medicinales.