• 05 DIC 2025, Actualizado 05:24

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Sismo de 2017 en Ciudad de México: víctimas, tragedia y memoria

El 19 de septiembre de 2017, la Ciudad de México recordó la fragilidad de su grandeza. A las 13:14 horas un sismo de magnitud 7.1, con epicentro entre Puebla y Morelos, sacudió el Valle de México.

Aftermath of magnitude 7.1 earthquake in Mexico City / Anadolu

En menos de un minuto la ciudad se vino abajo. Ese día aún arrastra las ruinas de 1985, mismas que, cuando llegaron tiempos mejores, se volvieron monumentos. El lugar de viejas casonas que no sobrevivieron, en 2017 convertidos en suntuosos colivings de la gentrificación. Nuevos pobladores, nuevas generaciones y distintas nacionalidades. Al sismo poco o nada de esto le importa, ni qué decir tiene acerca de las consideraciones de la vida moderna. Da igual, bastó un minuto para derribar aquello que se creía reconstruido y superado.

El 19 de septiembre de 2017, la Ciudad de México recordó la fragilidad de su grandeza. A las 13:14 horas un sismo de magnitud 7.1, con epicentro entre Puebla y Morelos, sacudió el Valle de México. Apenas un par de horas antes, a las 11 de la mañana, el simulacro anual, que de paso se encarga de honrar la memoria de las víctimas del sismo del mismo día pero de 1985, se realizó con siniestra normalidad. Rápidamente el ritual de la memoria transmutó en ejercicio de supervivencia. Pasamos de la simulación a la acción.

Los vidrios estallaron, el asfalto crepitando. En las colonias Roma, Condesa, Del Valle, Doctores y Tlalpan el golpe fue definitivo; el derrumbe inevitable.

Powerful magnitude 7.1 quake rattles Mexico City Aerial views / Anadolu

Las cifras, el desastre

La Secretaría de Gobernación cerró el conteo en 369 fallecidos en todo el país. La Ciudad de México cargó con la mayor parte, un total de 228 víctimas. El resto se repartió entre Morelos (74), Puebla (45), Estado de México (15), Guerrero (6) y Oaxaca (1).

28 menores de edad murieron, entre ellos los 19 niños del Colegio Rébsamen, en Tlalpan. La tragedia evidenció lo que después confirmaron los peritajes, el colegio tenía un cuarto piso irregular que debilitó la estructura. La directora, conocida como Miss Moni, fue condenada por homicidio culposo. En 2025, su sentencia quedó en 29 años de prisión, pero las familias siguen exigiendo castigo mayor.

En total, 38 edificios colapsaron solo en la Ciudad de México y más de 12 mil resultaron con daños. Decenas de familias perdieron todo.

Offerings in honor of the victims of the Earthquake / NurPhoto

Álvaro Obregón 286: símbolo de la tragedia

El edificio de oficinas en la Roma, conocido como AO-286, se convirtió en postal de la destrucción. El inmueble de siete pisos se desplomó en forma de “pancake”, los pisos cayeron uno sobre otro, atrapando a decenas. 49 personas murieron.

El lugar quedó marcado en la memoria de la ciudad. A lo lejos, cadenas de brazos, las piedras cambiando de manos. Cubetas de agua, restos humanos y silencio. Familiares, con fotografías impresas, perseguían el rastro de sus muertos. Vecinos ofrecían café, comida y recargaban de pila los celulares. Rústicas pizarras con los nombres y las horas. La zona era una frontera que dividía la esperanza del duelo.

Earthquake International and Mexican Rescuers at rescue work / NurPhoto

La organización

Miles salieron a las calles sin esperar órdenes. Jóvenes en motocicletas cruzaban la ciudad llevando medicinas. Vecinos abrían casas y restaurantes para dar agua y comida. Cascos, guantes y palas.

Los perros de rescate, como Frida, la labrador de la Marina, irrumpía en los escombros en busca de señales de vida.

También conviene decir que la miseria de algunos entró en el juego. El caso de “Frida Sofía”, la supuesta niña atrapada en el Rébsamen, mantuvo al país entero frente a la televisión. Una mentira tan grotesca que no hizo sino exhibir los intereses políticos y económicos de una buena parte de quien televisaba la tragedia en ese momento.

Mexico 2024 National Drill / NurPhoto

Fallas estructurales y corrupción

El sismo golpeó con más fuerza a edificios de 7 a 10 pisos, justo la altura en que las ondas sísmicas coinciden con la frecuencia del suelo blando de la ciudad. Pero la naturaleza no fue la única responsable.

Ingenieros detectaron patrones:

  • Concreto de baja calidad.
  • Varillas delgadas o mal distribuidas.
  • Uniones deficientes en columnas y losas.
  • Ampliaciones ilegales que rompían la lógica de carga del inmueble.

Detrás de varios colapsos había corrupción, tan enquistada en los permisos irregulares de constructoras que recortaron costos. Las autoridades que no supervisaron. El desastre no solo fue natural, también fue político y administrativo.

Las secuelas

Tras el sismo, el gobierno capitalino lanzó programas de reconstrucción que se toparon con retrasos, trámites interminables y acusaciones de desvío de recursos. Años después, cientos de familias seguían sin recuperar sus viviendas.

El 19S también dejó lecciones dolorosas:

  • La alerta sísmica no sonó en todos los puntos de la ciudad por fallas en el sistema.
  • Muchas personas murieron porque no sabían si debían evacuar o esperar dentro.
  • Las autoridades reconocieron que la aplicación de normas de construcción era deficiente.

Memoria

El 19S mostró la fragilidad de la ciudad más importante del país. Cada 19 de septiembre, a las 13:14 horas, la ciudad se detiene. Suenan las alarmas, se instala el silencio.

Mexico Commemorates 1985 And 2017 Earthqueakes / NurPhoto