Saltarse el desayuno no es tan malo como lo pintan

México

¿Cuántas personas conocemos que pasan la mañana completa sin comer algo? Y no es que no puedan comer, simplemente es porque no tienen hambre. La respuesta de muchos es que eso es malo, ya que se están saltando la comida más importante del día.

Incluso hubo estudios donde se aseguraba que aquellas personas que se saltaban el desayuno tenían mayor posibilidad de sufrir enfermedad de la arteria coronaria, o que son personas con una mayor posibilidad de sufrir obesidad.

De acuerdo con “The New York Times”, la creencia de que saltarse el desayuno es algo malo debemos de verla con un poco de escepticismo. ¿Por qué lo dicen? Muchos de los estudios en donde se dicen los resultados negativos de saltarlo están financiados por la industria de la comida.

Un ejemplo de esto es que Kellogg’s financió un estudio donde se argumentaba que comer cereal en el desayuno era asociado con un cuerpo más delgado.

De igual manera, el Centro de Avena de Excelencia de Quaker Oats financió otro estudio donde se citaba que aquellas personas que se alimentaban con avena u hojuelas de maíz reducían sus niveles de colesterol (esto si las consumías de manera controlada todos los días durante cuatro semanas), sin embargo, no ayudaba en la pérdida de peso.

Investigadores más realistas encontraron que la gente ocupada, con una rutina diaria, que prescinde del desayuno consume menos energía que aquella que sí come a primera hora del día. Esto significaría que si nuestro cuerpo recibe más comida, consume más energía. Y si recibe menos, consume menos.

Al final, la realidad de las cosas es que: si tienes hambre come, si no, no te sientas tan mal de no desayunar, hasta el momento no se ha comprobado que tenga ciertas propiedades “mágicas”.