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  • 04 MAY 2024, Actualizado 10:04

Lealtad vs Fidelidad

Más allá de la exclusividad

Es posible que la lealtad sea subestimada en comparación con la fidelidad

Es posible que la lealtad sea subestimada en comparación con la fidelidad (Getty Images)

En entrevista con Martha Debayle en W, Mario Guerra: Tanatólogo, conferencista y Business Coach

TW: @marioguerra // Web: www.marioguerra.mx // FB: Mario Guerra

La lealtad y la fidelidad son dos elementos muy importantes dentro de las relaciones humanas, especialmente las de pareja. ¿Pero son estos dos conceptos lo mismo? ¿Cuál es más importante en una relación de pareja? ¿Cómo afecta nuestra cultura y contexto social nuestra percepción de la lealtad y la fidelidad? y una última cuestión: ¿Es la fidelidad algo que se sostiene porque es algo más impuesto, mientras que la lealtad viene de creencias y valores más profundos?

Fidelidad

○ Se refiere generalmente a la exclusividad sexual y emocional hacia una pareja en una relación monógama. Esto significa que se establece la regla de no tener relaciones sexuales o emocionales con otras personas fuera de nuestra pareja. La fidelidad se considera una forma de demostrar amor y compromiso y se basa en la confianza, el respeto y la exclusividad mutuos en la relación.

Lealtad

○ Se define generalmente como el compromiso hacia una persona, grupo o causa. Implica un fuerte sentido de responsabilidad y compromiso, lo que incluye la disposición a apoyar, defender y proteger a esa persona o causa en cualquier situación. La lealtad también se relaciona con la confianza, la honestidad y el respeto mutuo.

¿Cuál es más importante?

Si bien ambas son importantes en las relaciones, es posible que la lealtad sea subestimada en comparación con la fidelidad. En la cultura popular, la fidelidad se considera una virtud indispensable en las relaciones de pareja.

○ Los medios de comunicación y la sociedad en general, nos han enseñado que ser fiel significa amar a nuestra pareja de forma verdadera y que cualquier desviación de esta norma es una traición. Esta idea se ha convertido en una expectativa social y cultural.

Entonces, hagamos distinciones:

● La fidelidad

○ Frecuentemente se enfoca más en el ámbito sexual y emocional de la relación y se considera una obligación impuesta por la pareja, en lugar de una elección personal. Digamos que es como una cláusula dentro del “contrato” de la relación.

○ La fidelidad se relaciona más con la exclusividad.

■ Es cierto que la exclusividad es importante en una relación de pareja, pero también lo es la lealtad. La lealtad implica un compromiso más amplio y se relaciona con la confianza, el respeto, el apoyo y la lealtad emocional.

○ La fidelidad entonces se puede convertir en una carga emocional que a menudo genera tensión en la relación por ser, de muchas maneras, impuesta.

■ En lugar de estar basada en el compromiso, la fidelidad puede ser vista como un acto de autocontrol o de negación de nuestros deseos y necesidades personales. Esto puede ser perjudicial para la relación y puede generar resentimiento, frustración y culpa.

● La lealtad

○ Implica estar ahí para nuestra pareja, no solo en momentos buenos, sino también en los malos. La lealtad se basa en la comprensión de que las relaciones son un trabajo en equipo y que ambas partes deben trabajar juntas para superar cualquier obstáculo. La lealtad también implica la honestidad y la transparencia en la relación, lo que ayuda a mantener la confianza y la conexión emocional.

○ La lealtad privilegía el vínculo afectivo y la permanencia comprometida.

La lealtad implica un compromiso más amplio y se relaciona con la confianza, el respeto y el apoyo emocional

¿Qué puede pasar si no hacemos esta distinción?

● Como la fidelidad parece ser un asunto de “todo o nada”, entonces cuando llega a ocurrir un acto que se considere como infidelidad, es como si algo se hubiera roto para siempre; la confianza, la imagen idealizada de la otra persona y hasta el sentimiento de ser amado.

○ Por eso para muchos no hay marcha atrás e incluso declaran que nunca la perdonarían o, incluso, nunca pudieron perdonarla.

● Cuando ponemos por delante la fidelidad de la lealtad, y reitero que ambos son elementos importantes dentro de una relación, es como estar cerrando posibilidades más profundas dentro de la relación. Nos quedamos sólo en lo correcto o lo incorrecto (bueno/malo), pero no entramos a diferentes grados de presencia y compromiso dentro de una relación.

● Dicho de otra manera, la infidelidad puede ser un acto impulsivo unitario o un patrón de conducta, pero la deslealtad casi nunca es producto de un impulso del momento y habla más de los valores de una persona y del nivel de compromiso que hay para con la otra persona.

● Pero hay otro elemento. De pronto parece que la sociedad y la cultura empujan a los que no quieren practicar la fidelidad y exclusividad sexual a terrenos que no quieren pisar. “Entonces vuélvete swinger o poliamoroso”, les ordenan. ¿Pero si no quiero eso, pero tampoco voy a desgastarme en ponerle un GPS a mi pareja para saber en dónde anda?

¿Se puede ser lo uno sin lo otro?

● Hay personas que siempre han sido fieles, pero no son muy leales.

○ Es cuando una persona permanece en una relación de pareja exclusiva, pero no está comprometida emocionalmente con su pareja. La persona puede ser fiel en el sentido de que no tiene relaciones sexuales ni emocionales con otras personas fuera de la relación, pero puede no ser leal al no estar dispuesta a apoyar práctica o emocionalmente a su pareja.

■ Por ejemplo, la persona puede ser distante emocionalmente, no estar disponible para su pareja en momentos de necesidad o no estar dispuesta a trabajar juntos para superar los obstáculos en la relación. En este caso, la fidelidad puede ser una obligación impuesta por la relación, pero la lealtad emocional hacia la pareja puede estar ausente.

● Hay personas que han sido infieles, pero permanecen leales.

○ Podría ser alguien que ha tenido relaciones sexuales o emocionales con otras personas fuera de su relación, pero que aún mantiene un fuerte compromiso emocional con su pareja.

Esta persona puede haber cometido errores en el pasado, pero está dispuesta a trabajar en su relación y a hacer lo que sea necesario para mantener su compromiso emocional y apoyo a su pareja.

■ Por ejemplo, una pareja que ha enfrentado problemas en su relación puede haber pasado por momentos difíciles en los que uno o ambos hayan sido infieles. Sin embargo, si se mantienen leales y están comprometidos con la relación, pueden trabajar juntos para superar los obstáculos y mantener la conexión emocional y el apoyo mutuo. En este caso, la lealtad emocional y el compromiso con la relación son más importantes que la fidelidad sexual o emocional.

● Digamos que la lealtad puede llevar a reparar las consecuencias de una infidelidad, pero la fidelidad no siempre es garantía de lealtad.

¿Es un tema que tiene que hablarse en la relación de pareja?

● Definitivamente todo tema conviene que sea hablado dentro de una relación, especialmente si afecta no sólo las formas, sino el fondo.

● Para algunos puede no ser tan preocupante un encuentro del que sería mejor no enterarse como que la pareja empiece a retirarse emocionalmente de la relación.

○ Incluso cuando se da esta retirada emocional, muchas veces se asocia de inmediato a que está habiendo por ahí algún affaire, pero esto no necesariamente es así.

La cuestión es dónde está puesta la lealtad

● La lealtad no es un tema de si la tengo aquí no la puedo tener allá. Por ejemplo, se puede ser leal a la familia, a los valores o a la relación de pareja. Todo de manera simultánea. Pero cuando se percibe que la lealtad es como una forma de “membresía” o complicidad con algunos, es cuando se puede empezar a debilitar en otros frentes.

○ Por ejemplo, hay quien dice que como es leal a su madre o a su padre, entonces por eso siempre les dará la razón y, si es implica traicionar la lealtad hacia la pareja, pues ni modo. Es importante no confundir la verdadera lealtad con el adoctrinamiento o el sometimiento. Hay quien también dice que actúa de tal o cual manera porque “es leal a sí mismo”; tampoco deberíamos disfrazar el egoísmo de lealtad.

¿Una persona que ha sido desleal o infiel siempre lo será?

● Siempre que no tenga conciencia, voluntad y disposición es probable que cualquier patrón de conducta o rasgo de personalidad permanezcan o hasta se acentúan a lo largo del tiempo.

● Pero si una persona, habiendo hecho consciente lo dañino de actos pasados, de pronto siente culpa y esa culpa le mueve a la reparación interior (o hasta de las relaciones que pudo haber dañado en el pasado), pues entonces el camino no será rápido ni sencillo, pero será mucho más probable que el cambio se evidente al paso del tiempo.

● La afirmación de que las personas no cambian es un tema debatido en la psicología y en la filosofía. Algunos argumentan que las personas son capaces de cambiar, mientras que otros sostienen que las características fundamentales de una persona se mantienen constantes a lo largo de su vida.

○ Una de las razones por las que se dice que las personas no cambian es porque muchas veces se basa en nuestra experiencia previa con ellas. Cuando conocemos a alguien, construimos una imagen mental de quiénes son, qué piensan y cómo se comportan. Estas impresiones pueden ser muy difíciles de cambiar, incluso si la persona experimenta un cambio real en su vida.

● La capacidad de cambio de una persona también está influenciada por factores como la motivación, el contexto y las experiencias vitales. Aunque algunos aspectos de la personalidad pueden ser relativamente estables, las personas pueden cambiar en función de las circunstancias y las oportunidades que se les presentan en la vida.

En conclusión

La lealtad y la fidelidad son valores importantes en las relaciones humanas, especialmente en las relaciones de pareja. Aunque la fidelidad ha sido enfatizada en nuestra cultura como la piedra angular de una relación, la lealtad también es esencial. La lealtad es un compromiso más amplio y se relaciona con la confianza, el respeto, el apoyo y la lealtad emocional hacia nuestra pareja.

En una relación saludable, la lealtad y la fidelidad deben ser trabajados de manera equilibrada para garantizar la felicidad y la estabilidad en la pareja. Es importante que la pareja hable abiertamente sobre sus expectativas y necesidades, y se apoyen mutuamente para alcanzarlas. La lealtad y la fidelidad pueden ser trabajadas juntas para crear una relación duradera y satisfactoria.

Leer más: Back burners: ¿Qué son las relaciones de “segundo plano”?

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