El arte de convivir y compartir
Para todos los que ya no saben qué hacer con sus compañeros de trabajo, vecinos y hasta con la familia política
Ciudad de México
Laura Rojas-Marcos, doctora en Psicología clínica y de la salud. Investigadora, conferencista, psicoterapeuta, docente y escritora.
Sobre el libro
Es su CUARTO libro. Son casi 400 páginas dedicadas a reflexionar y analizar las relaciones interpersonales con la idea de ayudarnos a identificar los problemas con los que podemos toparnos a la hora de convivir, tanto con las personas que no elegimos como con las elegidas.
Tiene ideas y estrategias sencillas para que podamos desarrollar habilidades sociales que nos dejen convivir en armonía; consejos para decidir cómo y cuándo propiciar o evitar una relación, y las claves principales para una buena convivencia.
El ser humano es un ser social
El ser humano necesita a los demás para poder sobrevivir.
Somos seres emocionales, necesitamos ese apego, que pertenecemos a algo más gran que nosotros.
La convivencia es un pilar para poder sobrevivir. Tenemos más posibilidades de sobrevivir en compañía que solos.
Cuando estamos en un lugar con personas con las que nos sentimos cómodos y seguros, a nivel químico las endorfinas están estables, la dopamina y la serotonina está donde deben estar y eso produce SENSACIÓN DE BIENESTAR.
En cambio, cuanto estamos con alguien que nos produce malestar, ansiedad, nos da miedo, lo asociamos a una amenaza, aumentan los niveles de cortisol, suben las pulsaciones, estamos más tensos, nos preocupamos y caemos en los que llamamos LAS TRAMPAS MENTALES.
¿Con quién convivimos?
Convivimos con 2 tipos de grupos de personas
LOS ELEGIDOS: Las personas que elegimos en nuestras vidas: nuestros amigos y nuestra pareja. A veces la pareja se puede compartir en un no elegido.
LOS NO ELEGIDOS: Todos los demás. Los compañeros de trabajo, la familia, los vecinos. NOSTROS MISMOS.
NUESTROS ELEGIDOS son un pilar principal de bienestar y salud en nuestra vida; una fuente de felicidad. Por lo tanto, hay que cuidarlos y respetarlos; evitar darlos por hecho.
¿CÓMO? Protegiendo la confianza, la intimidad, ser cuidadoso y respetuoso con las diferencias personales y el espacio. Saber escuchar y comunicar; ser claros, auténticos y sinceros, pero sin caer en el “sincericidio”. Ser leal y noble, pero con naturalidad.
Los NO ELEGIDOS como la familia política.
Muchas veces en la familia política hay comentarios que son provocativos, ante eso, hay que mantener distancia, morderse la lengua, dejar a la persona que se defina a sí mismo con su actitud. La paciencia es fundamental, pero ser paciente no quiere decir que uno se tenga que tragar las cosas todo el tiempo. Algo que ayuda muchísimo es tener en cuenta que el tiempo es limitado. La comida o la cena duran un tiempo. Si identificas que no puedes estar más de dos horas, pues no estés más.
El arte de convivir contigo mismo
Aprender a convivir con nosotros mismos es la CLAVE para tener mejores relaciones o al menos las relaciones que queremos tener.
Tenemos que aprender a identificar: qué puedo y qué no puedo cambiar para seguir adelante y vivir lo mejor posible.
Es imprescindible aprender a conocernos bien, en qué somos buenos, cuáles son nuestras dudas, nuestras debilidades y fortalezas, pero no por hacia la auto perfección, si no como un gran abrazo a nosotros mismos.
Cualquier edad es buena para trabajar la auto confianza
La clave más importante de la convivencia, que ayuda a relacionarse bien con uno mismo y especialmente con los demás: la confianza. A partir de ahí puedo construir una relación positiva conmigo mismo y con los demás.
Si hay desconfianza, no puedes construir nada. Eso sí, lógicamente, la decepción y las expectativas no cumplidas también forman parte de nuestras vidas.
10 claves para una convivencia positiva: De todas ellas la más importante y el pilar de todas nuestras relaciones es LA CONFIANZA. A partir de la confianza podemos anticipar al otro, compartir desde un lado de seguridad.
Confianza
Compromiso
Comunicación
Cordialidad
Consideración
Contribución
Colaboración
Coherencia
Consistencia
Cuidados
Los virus que dañan la convivencia y que NO debemos permitir
Todos podemos ser tóxicos en un momento dado. Somos seres imperfectos y a veces nos equivocamos, no estamos a la altura de las circunstancias o no prestamos atención. Sin embargo, hay actitudes y comportamientos muy dañinos que debemos aprender a detectar en nuestras relaciones que son destructivas e inaceptables consideradas tóxicas perversas:
Mala comunicación
La manipulación
Chantaje emocional
Los quejosos
La negatividad
El pesimismo
El miedo
La envidia
El arte de convivir en las redes sociales
¡Qué importante compartir y compartirnos en redes sociales!
Es algo que todos estamos aprendiendo porque, nos guste o no, las redes sociales son una herramienta que tiene más cosas positivas que negativas.
El problema es que en ellas, no brillamos por la moderación, precisamente, y somos muy impulsivos.
Ahí están los haters, personas muy tóxicas que, además, desde el anonimato, sin dar la cara, escondidas tras la pantalla, son sumamente destructivas y disfrutan destruyendo.
Lo preocupante es que en estos momentos no hay un control real que proteja a nadie (con los niños son los padres los que más control deben ejercer).