• 03 MAY 2024, Actualizado 08:22

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Con Martha Debayle

Con Martha Debayle. ¿Cómo no romper el vínculo y el apego con tus hijos?

Ahora que estamos viviendo una situación de crisis, es fundamental cuidar y no descomponer el vínculo con nuestros hijos

¿Cómo no romper el vínculo y el apego con tus hijos?

Ciudad de México

Rafa Guerrero, Doctor en Educación, Máster en Psicoterapia Breve y experto en TDAH, trastornos de aprendizaje y problemas de conducta. Autor de más de seis libros entre los que se encuentra: “Educación emocional y apego”; “Educar en el vínculo” “Cómo estimular el cerebro del niño”. Además es director de Darwin Psicólogos.

darwinpsicologos.com // FB: RafaGuerreroDARWIN

Instagram: @rafaguerrerodarwin

• Cuentahabientes, en otros programas ya hemos hablado del apego y los distintos tipos de apego que existen.

• Pero ahora que estamos viviendo una situación de crisis, es fundamental cuidar y no descomponer el vínculo con nuestros hijos. Es necesario que se sientan seguros y protegidos.

• Para ayudarnos a entender cómo lograrlo, invité a Rafa Guerrero, quien ya se ha convertido en uno de nuestros expertos favoritos para hablar de este tema.

• Las investigaciones han demostrado que el tipo de relación que establecemos con nuestros padres durante la infancia se transforma en patrones neurológicos, patrones de sentimientos y comportamientos que repetimos en la vida adulta en otras relaciones que establecemos.

El apego es un proceso:

• El apego es un proceso, no un resultado o algo que aparezca de la noche a la mañana ni justo después del parto.

• Somos animales sociales y esto es una característica innata. Es evidente que el ser humano desde pequeño se apega a sus padres, pero ¿el tipo de apego que ha desarrollado en virtud de cómo hayan respondido sus padres a sus necesidades se mantiene cuando ese niño se ha desarrollado y ya es un adulto?

• La primera escuela donde se enseña a manejar las emociones es la familia ¿Te has planteado alguna vez qué quieres dejarles a tus hijos? La mejor herencia que les podemos dejar a nuestros hijos es una vinculación emocional saludable: habrá aprendido a relacionarse de manera adaptativa con nosotros, y esto le servirá para el resto de las relaciones que tenga a lo largo de su vida

• Se ha visto que los estilos de apego inseguro dificultan el aprendizaje mientras que el apego seguro sirve de trampolín para la adquisición de nuevos conocimientos.

¿Qué rompe el apego?

• La sociedad competitiva y estresada en la que vivimos condiciona el modo en que nos vinculamos y relacionamos con nuestros hijos.

• El tiempo que pasamos con nuestros hijos, en la mayoría de los casos, es insuficiente.

• Vivimos en un mundo cada vez más conectado tecnológicamente, pero menos conectado emocionalmente.

• Debido a las características de la sociedad actual, cada vez es más difícil establecer un apego seguro con nuestros hijos.

• El apego es un instinto que va de la criatura más débil y dependiente a la más fuerte, nunca al revés. Supone, por lo tanto, una relación de tipo vertical.

• En torno a los 8-10 meses se considera que el apego ya está consolidado en nuestros hijos.

• Para poder cubrir la necesidad emocional que tienen nuestros hijos, previamente debemos sintonizar con sus necesidades.

• La responsividad es la capacidad que tienen las figuras de apego de cubrir las necesidades que tienen sus hijos.

• Sin sintonización emocional no hay responsividad, es decir, no puedo darle a mi hijo lo que necesita si no sé qué necesidad está por cubrir.

Claves para fortalecer el vínculo:

1. Ofréceles equilibrio entre protección y autonomía: todos los seres humanos necesitamos que nos protejan y que nos fomenten la autonomía

2. Tiempo de calidad. Los estudios científicos han demostrado que para desarrollar vínculos de seguridad en nuestros hijos y fomentar su autonomía, empatía y autoestima se necesita tiempo de calidad.

3. Mirada incondicional

4. Muéstrate vulnerable

5. Disponibilidad, accesibilidad, sintonía emocional y responsividad

6. Diferenciar entre emoción y conducta

7. Hazte cargo del mundo emocional de tu hijo

8. El poder del todavía

9. No uses la ley del silencio