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  • 13 NOV 2024, Actualizado 01:06

Con Martha Debayle

¿Cómo crear tu buena suerte?

Para todos los que sienten que no tienen el control de su vida y que todo lo que les pasa es cuestión de buena o mala suerte

¿Cómo crear tu buena suerte?

¿Cómo crear tu buena suerte?

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Ciudad de México

Álex Rovira, escritor, economista, conferencista internacional, consultor y catedrático español. Ha vendido más de 10 millones de copias de sus diferentes libros. “La buena suerte” ha sido su obra de mayor impacto internacional, editada en 52 idiomas, con un éxito sin precedentes en la literatura de no ficción española, que vendió más de tres millones de copias en tan solo dos años. Ha colaborado en medios como El País Semanal, La Vanguardia, CNN, TVE, TV3, Cadena Ser, entre otros. Es especialista en temas de innovación, creatividad, la gestión de personas o la gestión empresarial, así como psicología, filosofía, y sociología.

alexrovira.com // TW: @alexroviracelma // IG: alexroviracelma

• ¿Otra vez esa sensación de no controlar nada de lo que ocurre en tu vida?

• Cuando algo bueno pasa a tu alrededor, seguro que escuchas siempre la misma frase: “Qué suerte tuviste.”

• Y si te pasa algo malo, la frase cambia en una sola palabra: “Qué mala suerte tienes.”

• Y eso, da la sensación de que tu suerte y tu vida no están bajo tu control. Como si todo pasara sin que pudieras influir ni en lo bueno ni en lo malo.

• Es como si viajaras de copiloto en tu propia vida, sin tener la capacidad de decidir cuándo giras hacia un lado u otro. O como si fueras un actor secundario en la película de tu vida.

• Algunos dicen que el destino está marcado y tu misión es cumplirlo, asumiendo que la suerte y la dirección de lo que te pasa no es asunto tuyo.

• Muchos dicen que eso es lo que hay: esperar que te pasen cosas buenas y malas, asumirlas y agachar la cabeza porque no hay mucho más que hacer.

¿Suerte o buena suerte?

• La "suerte", entendida tal y como nos la presentan las definiciones, tiene mucho que ver con el azar. Por tanto, no es controlable ni reproducible por la voluntad humana. Su aparición puede ser favorable o desfavorable, pero en cualquier caso su presencia es ocasional y no dura para siempre. No está de más recordar que la amplísima mayoría de las personas que han obtenido un gran premio en juegos de azar ha perdido todo lo ganado al cabo de un lapso entre cuatro y siete años, y, además, su red de afectos ha salido gravemente dañada.

• Por otro lado, la buena suerte, dicen aquellos que consideran tenerla, la crea uno mismo: uno es la causa de su buena suerte. Quizá lo que ocurre es que a menudo parecemos olvidar los viejos principios vinculados al sentido común, que conocían bien nuestros abuelos y abuelas, pero que, por ser obvios, son obviados.

La fórmula de la suerte no falla: Suerte = oportunidad + preparación

10 reglas de la Buena Suerte

• Primera Regla de la Buena Suerte: La suerte no dura demasiado tiempo, porque no depende de ti. La Buena Suerte la crea uno mismo, por eso dura siempre.

• Segunda Regla de la Buena Suerte: Muchos son los que quieren tener Buena Suerte, pero pocos los que deciden ir a por ella.

• Tercera Regla de la Buena Suerte: Si ahora no tienes Buena Suerte tal vez es porque estás bajo las circunstancias de siempre. Para que la Buena Suerte llegue, es conveniente crear nuevas circunstancias.

• Cuarta Regla de la Buena Suerte: Preparar circunstancias a la Buena Suerte no significa buscar solo el propio beneficio. Crear circunstancias, en las que otros también ganan, atrae a la Buena Suerte.

• Quinta Regla de la Buena Suerte: Si “dejas para mañana” la preparación de las circunstancias, la Buena Suerte quizás nunca llegue. Provocar circunstancias requiere dar un primer paso… ¡dalo hoy!

• Sexta Regla de la Buena Suerte: Aún bajo las circunstancias aparentemente necesarias, a veces la Buena Suerte no llega. Busca en los pequeños detalles circunstancias aparentemente innecesarias… pero ¡imprescindibles!

• Séptima Regla de la Buena Suerte: Para los que solo creen en el azar, crear circunstancias les resulta absurdo. A los que se dedican a crear circunstancias, el azar no les preocupa.

• Octava Regla de la Buena Suerte: Nadie puede vender suerte. La Buena Suerte no se vende. Desconfía de los vendedores de suerte.

• Novena Regla de la Buena Suerte: Cuando ya hayas creado todas las circunstancias, ten paciencia, no abandones. Para que la Buena Suerte llegue, confía.

• Décima Regla de la Buena Suerte: Crear Buena Suerte es prepararle las circunstancias a la oportunidad. Pero la oportunidad no es cuestión de suerte o azar: ¡siempre está ahí!

¿Qué tienen en común los creadores de La Buena Suerte?

• Responsabilidad. Si algún factor común resulta evidente entre todos los creadores de Buena Suerte es que se saben o reconocen responsables de sus acciones, especialmente ante la adversidad.

• El error: una oportunidad. Los creadores de Buena Suerte no viven el error como un fracaso. Todo lo contrario: para ellos es una oportunidad de cambio y mejora, así como una fuente de aprendizaje.

• Perseverancia: factor clave. No postergan, no lo dejan "para mañana". La fórmula es bien simple: ante un problema o circunstancia que requiera ser abordado tenemos tres opciones: resolverlo de inmediato, delegarlo u olvidarlo y tirarlo a la basura. Dicho de otra manera, los creadores de buena suerte no aplazan cuestiones pendientes en su cerebro o en su corazón, sino que resuelven lo antes posible las situaciones.

• Confianza en uno mismo y en el otro. La confianza en uno mismo aparece como un ingrediente necesario en el cóctel de la buena suerte. Autoestima y coraje, sumada al respeto a los demás, facilitan la entrega a cualquier tarea, la intimidad, la apertura al diálogo y el intercambio de opiniones abierto y sincero.

• Buena suerte: una actitud ante la vida. En definitiva, el ser o no creadores de Buena Suerte depende, esencialmente, de lo que podríamos llamar una postura existencial, una forma de entenderse a sí mismo, de presentarse ante los demás y de comprender la vida; una actitud positiva que se caracteriza por sentirse más causa que efecto, y, sobre todo, por saberse creador de las circunstancias que favorezcan la realización del anhelo, proyecto o situación deseada.

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