La Ley Silla ya es una realidad
El pleno del Senado aprobó por unanimidad de votos la llamada “Ley Silla”
Esta reforma prohíbe a las personas empleadoras obligar a sus trabajadores a permanecer de pie durante la totalidad de la jornada laboral.
Las modificaciones a los artículos 132, 133 y 423 de la Ley Federal del Trabajo, en materia del derecho al descanso durante la jornada laboral, establecen la obligación de las personas empleadoras de proveer el número suficiente de sillas con respaldo para todas las personas trabajadoras en los sectores de servicios, comercio y centros de trabajo análogos para la ejecución de sus funciones o descanso durante la jornada laboral.
En la exposición de motivos del dictamen se señala que la salud mental es un componente esencial del bienestar general de las y los trabajadores y establecer la obligación de los empleadores de proporcionar un número suficiente de asientos o sillas con respaldo para todas las personas trabajadoras, tanto para la ejecución de sus funciones como para el descanso periódico durante la jornada laboral, puede contribuir a la reducción del estrés y la ansiedad asociados con la fatiga física.
Los trabajadores que tienen la oportunidad de descansar y alternar su postura tienden a experimentar mayores niveles de satisfacción laboral y un estado de ánimo más positivo. Este enfoque, a su vez, puede disminuir el ausentismo y favorecer las relaciones interpersonales en el entorno laboral, promoviendo así un ambiente más.
Aunque no hay estadísticas nacionales disponibles sobre los efectos de las personas trabajadoras en la salud al estar de pie o sentado durante largos períodos, esto no implica que el problema no exista.
De hecho, se trata de un problema público que impacta negativamente en la salud y la productividad laboral, generando consecuencias económicas y sociales a largo plazo.
A comienzos del pasado siglo XX surge en países como España, Chile y Argentina una significativa preocupación, la de facilitar a los trabajadores un asiento durante su jornada laboral.
Por ejemplo, en 1912 España promulga la llamada Ley de la Silla, misma que nació de una iniciativa destinada a regular las condiciones de trabajo de mujeres en tiendas, talleres y comercios, otorgarles protección por la incidencia de la postura corporal en su salud, extendiendo tal beneficio en 1918 a los varones.
Por su parte, Chile aprobó la Ley de la Silla, conocida como Ley 2951 (actualmente derogada) promulgada en 1914, la cual establecía el derecho de los trabajadores a descansar sentados en sus centros de trabajo, obligando a los propietarios de establecimientos comerciales a tener sillas para sus empleados, especialmente en almacenes, tiendas, bazares, bodegas y depósitos de mercaderías.
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En cuanto a Argentina, expidió la Ley 12205/1935,1 conocida también como la Ley de la Silla, la cual establecía que los lugares de trabajo debían contar con asientos con respaldo para los trabajadores, para mejorar las condiciones laborales de los obreros.