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  • 30 ABR 2024, Actualizado 05:48

Exclusiva W: Pese a orden de un juez y riesgo de tortura, gobierno de AMLO quiere extraditar a Rusia a opositor de Putin

Kirill Olegovich Safran es un empresario y activista de origen ruso, nacido en Chechenia y crítico del gobierno

Foto: Cuartoscuro

Foto: Cuartoscuro


Sin tomar en cuenta todas las alertas internacionales sobre la grave situación de derechos humanos en Rusia; sin ponderar la persecución y asesinato de opositores como Navalny; y haciendo caso omiso a la recomendación de un juez federal que estudió el caso; el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador dio luz verde a la extradición a ese país de Kirill Olegovich Safran, un empresario y activista de origen ruso, nacido en Chechenia y crítico del gobierno de Vladimir Putin.

Kirill Safran fue detenido el 15 de julio del 2022 en México, donde ya llevaba residiendo más de cinco años, y sometido a prisión preventiva en el Reclusorio Sur. Todo ello en cumplimiento de una orden de detención y extradición solicitada por el gobierno de Putin, quien acusa a Safran de haber sembrado 300 plantas de cannabis, unos 25 kilos, con la intención de comercializar mariguana.

Pero documentos oficiales a los que tuvo acceso exclusivo Así las Cosas PM, y la narración del propio Safran dada para este espacio, revelan que detrás de todo esto hay un trasfondo mucho más complejo… y siniestro.

Tortura y asesinato

Kirill Safran fue detenido por primera vez en octubre de 2014 en Rusia y durante meses fue sometido a torturas físicas y psicológicas, confirmadas a la postre en peritajes practicados bajo el Protocolo de Estambul. Toques eléctricos, ahogamientos con bolsas plásticas, golpes que le ocasionaron fracturas en las costillas, aislamiento bajo temperaturas gélidas y amenazas permanentes con hacerle daño a su familia, figuran entre esos maltratos.

¿Kirill fue torturado por unas supuestas plantas de marihuana? No. Lo que los agentes del gobierno ruso querían era que informara de las actividades, conexiones y movimientos de Borís Nemtsov, un político liberal y abierto opositor de Putin, que desde el 2014 ya criticaba la intervención rusa en Ucrania. Kirill era un colaborador activo de Nemtsov y participó con él en múltiples los mítines y marchas.

En febrero de 2015, unos meses después de la detención de Kirill, Nemtsov fue acribillado a tiros en pleno centro de Moscú. Los motivos del crimen no se esclarecieron, pero en 2022, la BBC publicó un reportaje en el que se documentó que Nemtsov fue seguido durante el año previo a su asesinato por un agente ligado con un grupo de ejecuciones del gobierno ruso.

Dos meses después del asesinato Kirill fue liberado, pero el gobierno ruso trató de enviarlo a un hospital psiquiátrico. “Como no podían culparme de cargo alguno querían hacerme pasar por loco; así es como buscan desacreditar tu voz en Rusia”, dijo en una llamada con este espacio.

Corre peligro y no debe ser extraditado: juez en México

Tras cinco años de vivir en México, de fundar una empresa de tecnología y de tener dos hijos, Kirill fue detenido y sometido a prisión preventiva en el Reclusorio Sur por petición del gobierno de Putin y por los mismos viejos cargos de 2014: cultivar marihuana y pretender comercializara. Cargos que Kirill dice son fabricados.

Entre México y Rusia no hay una tratado de extradición firmado, por lo que este tipo de procedimiento se rige por la Ley de Extradición Internacional. En México el caso recae en la Secretaria de Relaciones Exteriores y, como parte del proceso, interviene un juez federal para dar una recomendación sobre si la extradición debe otorgarse o no a partir de las pruebas de las dos partes. Es una especie de juicio.

En el caso de Kirill el proceso estuvo a cargo del juez federal Juan José Hernández Leyva quien el pasad0 30 de octubre resolvió que NO DEBE CONCEDERSE la extradición de Kirill a Rusia bajo el argumento de que ello representaría “un riesgo grave e inminente de que sea víctima de violaciones a derechos humanos y, en específico, de que sea torturado”.

En la sentencia judicial de la que se tiene copia integra, se incluyen distintas resoluciones y pronunciamientos de la OEA, la ONU y Amnistía Internacional que alertan de la grave crisis de derechos humanos que se vive en el régimen de Putin, y de los abusos sistemáticos en prisiones, lo que ha llevado a la exclusión de Rusia de varias convenciones. Se exhibe como antecedente una resolución de la Audiencia Española, la cual negó la extradición de otro ruso detenido en ese país justo por no haber garantías de un debido proceso.

La defensa también aportó los testimonios de dos rusos, uno de los cuales entregó videos de las condiciones inhumanas y de maltratos en cárceles rusas (como en la que murió Navalny). Mientras que el otro dio detalles de la persecución política a Kirill.

Pero la prueba definitoria para el juez Hernández Leyva fueron los dictámenes periciales, médicos y científicos presentados por la defensa que confirman, siguiendo el Protocolo de Estambul que, en efecto, Kirill presenta huellas de lesiones físicas y psicológicos que NO PUDIERON TENER OTRO ORIGEN que el de TORTURA.

Una resolución que, recuerda el juez, se apega a por lo menos tres criterios de la Suprema Corte de Justicia que establecen que la extradición debe negarse cuando existen riesgos de violaciones a derechos humanos.


Ni ONU ni Amnistía son competentes; se va porque se va: SRE

Pese a todos los antecedentes descritos, incluida la resolución del juez, la titular de la SRE, Alicia Bárcena, consideró procedente la extradición de Kirill Safran. Una extradición que hoy no se ha ejecutado gracias a un amparo que este promovió y que de último minuto le valió una suspensión mientras se analiza el fondo del caso.

En la determinación de la SRE, de la que también tenemos copia íntegra, la Cancillería se limita a hacer un “check-list” de documentos: que sí están los oficios bien apostillados, que cada uno tiene su traducción correspondiente, que el expediente penal cumple con los requisitos, que el delito de drogas que se imputa a Kirill también se aplica en México, que no ha prescrito… y ya. Un análisis de formalismos, pero no de contextos.

Sobre la decisión y razonamiento del juez la SRE dice escuetamente que no es vinculante (obligatoria), que la respeta, pero no la comparte, y por lo tanto no la sigue. Y ya. Ninguna referencia más.

Y de las pruebas aportadas por Kirill, la SRE a diferencia del juez las desvirtúa una por una con argumentos como que las resoluciones de la ONU, o de la OEA no son vinculantes y debe respetarse la soberanía de cada país.

A Amnistía Internacional la menosprecia señalando que, pese a su reconocimiento, solo está conformada “por ciudadanos y no autoridades”. Todo esto sin entrar a ningún razonamiento de fondo.

Sobre los videos de los maltratos en las cárceles, la resolución de Bárcena los descalifica señalando que no se sabe cómo se obtuvieron, que podrían tener un origen ilegal. Y de lo que muestran esas imágenes… no emite pronunciamiento.

¿A qué si decide darle validez la canciller Bárcenas? Al gobierno de Putin. De forma increíble considera suficiente la promesa por escrito puesta en una nota diplomática donde el embajador ruso garantiza que Kirill “no será sometido a tortura ni a tratos crueles”. Y ya.

“Ahora no solo tengo que luchas vs un país sino en contra de dos: Rusia y México. No entiendo como Relaciones Exteriores puede decir que en Rusia sí se respetan los derechos humanos. Me parece increíble. Pero desde ahora lo digo, Si tengo que morir en Rusia con la boca abierta lo voy a hacer, pero no me voy a callar. No les daré ese gusto”, dijo Kirill a Así las Cosas PM.


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