Incapacidad institucional del juez, dejó libre a violador de menor: Tania Ramírez
El juez debió juzgar con perspectiva de género y derecho a la infancia, la palabra de la menor debió bastar para una sentencia condenatoria
Bloquean periférico, señalan a juez por dejar en libertad a presunto pederasta // ¿Cómo tratar a una niña/ño en estos casos?
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México tiene un par de sentencias sobre violencia sexual en contra de mujeres: el caso Atenco y el caso Inés y Valentina Rosendo, en contra del Estado Mexicano, en donde “se aclaró a las autoridades que el simple testimonio de una mujer cuando denuncia violencia sexual tiene que ser suficiente y esto aplica para la menor de 4 años… tendría que bastar su palabra”, recordó Tania Ramírez, luego de que el juez Manuel Alejandro Martínez Vitela dejó en libertad al presunto violador de una menor porque “ella no recordaba la fecha y lugar en donde fue violentada”.
El rechazo a la sentencia provocó la manifestación de familiares en el periférico para hacer conscientes a las autoridades de la grave falta, sin embargo, el Poder Judicial justificó el proceder del juzgador.
La directora de la Red para la Defensa de los Niños, señaló en el espacio de “Así las Cosas” con Gabriela Warkentin y Javier Risco, que en este caso se incurrió en violencia institucional, tal como lo señala la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y lamentó que este no es el primer caso, “hay litigios en los que la incapacidad adulta e institucional de entender y escuchar el testimonio de menores”.
Señaló que en este caso, ”el juez tenía en sus manos la posibilidad de emitir una sentencia, pero fue armando su argumentación de manera sorprendente al reconocer las vulnerabilidades, pero de pronto como si le hubieran cambiado los papeles decide una condena absolutoria”
Pese al llamado de la madre, esta fue revictimizada, por lo que señala al “falta de profesionalismo por lo que implica no tener los conocimientos suficientes sobre cómo juzgar con perspectiva de género” pues aclaró, “una violencia sexual hacia una mujer sucede también hacia una mujer de 4 años”.
Afirmó que no hay incapacidad de los querellantes o la víctima, “sino la incapacidad adulta de una institución que no supo escuchar de lo que dice una niña”.
“No podemos sino indignarnos al ver como se materializa la impunidad”, por lo que continuarán apoyando a la familia de la menor para apelar la sentencia, señaló.