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  • 21 NOV 2024, Actualizado 12:24

REPORTAJE ESPECIAL

En México podrían resurgir enfermedades erradicadas por escasez de vacunas

El país está en el umbral del resurgimiento del sarampión, poliomielitis y tuberculosis, debido a la falta de vacunas que componen el cuadro básico

Escasez de vacunas para niños: Sandra Tapia

Escasez de vacunas para niños: Sandra Tapia

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México

Ser madre fue una de las alegrías más grandes para Jessica, habitante del municipio de Celaya, Guanajuato. En noviembre de 2020 dio a luz a una bebé saludable y hermosa, lo que esta joven madre nunca se imaginó es que su emoción sería rebasada por una realidad cruda que pone en riesgo la integridad de su pequeña, y no es la pandemia de COVID-19.

Descubrió que una serie de vacunas que componen el cuadro básico para la niñez en México, han escaseado en los últimos 24 meses.

“Mi niña tiene ya dos meses, y no le hemos podido poner la vacuna de tuberculosis. Hemos acudido a todos los Centro de Salud de aquí de Celaya, incluso lo de Roque que es una comunidad que está aquí cerquita y me manifiestan que ya tiene más de un año que no le surten la vacuna de la tuberculosis en virtud de que el gobierno federal no las ha comprado y no les han llegado. Fui también al hospital general, lo mismo me comentan. Lo molesto es que obviamente ellos traen instrucciones de decir ‘no te preocupes, tienes hasta los 14 años para ponérselos, cuando nos llegue date una vuelta para estar al pendiente porque no hay ni una lista ni nada’, hay que estar uno al pendiente”.

Juan Martín Pérez, director de la Red por lo Derechos de la Infancia, recuerda que el esquema de vacunación infantil mexicano se integra por 14 vacunas que protegen contra alrededor de 20 enfermedades a los pequeños, sin embargo, actualmente la cobertura es deficiente y pone en riesgo a por lo menos diez millones de niños menores de cuatro años.

“Es que han sido bastante coherentes con violar el artículo cuarto constitucional de no cumplir con el interés superior de la niñez. Toda la estrategia Covid es adultocéntrica y no hay prácticamente nada para niños y niñas en el gobierno federal y los gobiernos estatales, y absolutamente nada se está dando de información o alternativas para todas las familias que están buscando que sus hijos e hijas estén protegidos con la cartilla de vacunación y no haya respuesta más que ‘venga después porque no tenemos las vacunas’ y que estos virus que ya habíamos controlado y que la forma de controlar era a través de niños, niñas y adolescentes, eso también hace vulnerables a las personas adultas”.

Esta violación al artículo cuarto Constitucional, que estipula que todo mexicano tiene derecho a la protección de la salud, puso ya en alerta a Jessica quien anunció que interpondrá un amparo para solventar esta situación.

“Precisamente buscando la de la tuberculosis mi hermana, su bebé tiene un año, ella vive en Chiapas y me comentó que efectivamente que la del año tampoco la tienen, no se la ha puesto al niño y para poderle aplicar la de la tuberculosis todavía alcanzó el lote que caducaba en septiembre, pero la tuvo que comprar por particular, se la dieron en $1400 pesos. He consultado y pregunté en el Sanatorio Celaya, y me dijeron que ya no tenían y la persona que me cotizó en León me cobraba también $1500 pero no la tienen, y no se quisieron comprometer conmigo por el tipo de fármaco que es”.

A decir de Francisco Oliva Sánchez, doctor en epidemiología del departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco el desabasto de vacunas se registra desde principios de este siglo, pero se agudizó en esta administración con su política anticorrupción.

“Realmente el desabasto de medicamentos y sobre todo de vacunas ha sido un vaivén, incluso no es un problema de este sexenio, es un problema de varios sexenios pero México ha sabido como solucionarlo. En el caso más importante de hemos visto de desabasto fue el año pasado cuando hubo un desabasto de vacunas contra tuberculosis, en realidad es una vacuna que se pone al mes de nacimiento y que es importante para prevenir meningitis tuberculosa y con eso andas protegiendo alrededor de unos 300 mil a 500 mil niños que pueden ser susceptibles debido a que acaban de nacer. ¿Qué es lo que ha ocurrido? Yo creo que es un problema por el sistema de compra que genera el gobierno”.

Salvador Villalpando Carreón, médico pediatra mexicano, reconoce que hay un desabasto en el sector público y privado y no solo es de la vacuna contra la tuberculosis, sino la pentavalente que protege a los niños de difteria, tosferina, tétanos, poliomielitis e infecciones producidas por la Influenza tipo B.

“Obviamente esa es una de las enormes preocupaciones porque dejar niños sin esquemas completos incrementa importantemente el riesgo. Podemos encontrar que por ejemplo pentavalente o hexavalente, ahora en su caso, requiere de tres dosis antes de los seis meses, con un espaciamiento de dos meses cada una para incrementar su efectividad en los más altos porcentajes de cada uno de los patógenos que componen la vacuna. Si no logramos las tres dosis, las coberturas quedan incompletas y los riesgos de enfermedades como por ejemplo tosferina, son muy muy graves. Olvídate de COVID, son neumonías que sabemos que causan enfermedades mortales en los recién nacidos y los que tienen menos de un año”.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, en 2016 el gobierno federal mexicano adquirió 14 millones de dosis de la vacuna contra la tuberculosis, sin embargo en 2021, solo adquirió 83 mil dosis, esto a pesar de tratarse de una de las enfermedades más letales para los pequeños, es el doctor Villalpando Carreón.

“Son cosas que en 25 años de pediatra no habíamos visto suceder con tanta escasez. Sí vemos muchos chiquitines que se han retrasado en sus esquemas de vacunación y todavía tenemos todavía por ahí rezagos por la disponibilidad de algunas vacunas. Imagínate que grave si necesitáramos intubar niños con neumonía prevenibles, como por influenza o difteria o por tosferina, teniendo niños que se están acabando de intubar por COVID también. Es una carga enorme para la enfermedad de un país y evidentemente también si estás teniendo un niño con tos intensa y dificultad respiratoria le tienes que gastar tus recursos en muestrario para COVID en estos niños. Son enfermedades prevenibles con vacunación”.

Juan Martín Pérez asegura que con estas políticas públicas en materia de salud la prevención de enfermedades quedó de lado, también recuerda que el tiempo juega en contra, ya que la aplicación de vacunas en los niños no se puede postergar.

“Es una particularidad que hay que entender que en general el público en general no lo tenemos y es que las vacunas tienen una temporalidad de edad. Si no se aplican en la edad correspondiente ya no se pueden aplicar. Entonces tenemos ahora niños y niñas que están perdiendo vacunas que les corresponden a su rango de edad y que pasando ese rango de edad por los protocolos médicos ya no podrían aplicársela. Y quedan literalmente desprotegidos”.

Dijo que la estimación es que durante los próximos años, aunado a los estragos del COVID-19 en adultos, enfermedades erradicas como la poliomielitis, sarampión, enfermedad que por cierto llega a causar serias secuelas como la infección del sistema nervioso central que puede producirse después de 10 o 20 años y manifestarse a través del deterioro mental y convulsiones, así como la tuberculosis resurgirán por el desabasto de vacunas en los últimos años.

“Esto se comienza a traducir en desabasto, pero ya es muy preocupante porque el riesgo ahora que tienen literalmente millones de niños y niñas es de que regresen epidemias que ya habíamos superado. El año pasado igual cuando estaba casi arrancando el coronavirus hubo una epidemia de sarampión que empezó en el centro de la Ciudad y que se diluyó, pero también creció muy rápido. Esto ya se le olvidó a todo mundo y no volvió a ser nota, pero eso nos da cuenta de que son las primeras manifestaciones o focos de alerta de que no se está cumpliendo con los cuadros de vacunación”.

El doctor en epidemiología del departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco, Francisco Oliva, subraya que es momento para que la Secretaría de Salud, voltee la cara a la producción de vacunas en nuestro país a través de Birmex.

“Realmente que yo te diga si vamos a logar o no una vacunación al cien por ciento ya dependerá de los tomadores de decisiones. Yo espero que no se descuide y se destinen algunos fondos extraordinarios para la vacuna de COVID-19 y por lo tanto no descuidar las otras vacunas. Porque el hecho de que esté la emergencia sanitaria no justificaría la pérdida o la compra de otras vacunas. Incluso hay algo que me cuesta trabajo pensar de por qué México no lo está haciendo, que es la producción de vacunas. México tiene una empresa que se llama Birmex, que es Biológicos y Reactivos de México, y Birmex tiene la capacidad, ya ha demostrado previamente porque hubo un tiempo que se producía la vacuna de tétanos, de pensar en la producción de vacunas aquí en México ¿por qué no?”.

Y sí, insistimos una y otra vez a la Secretaría de Salud para tener con entrevistas información de primera mano y su respuesta a esta situación, pero no tuvimos respuesta, aquí el director General de Epidemiología, José Luis Alomía.

“No es que no tengo los datos, lo que pasa es que esos datos del CeNSIA, del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia, ellos manejan su estadística, ellos tienen su información. Nosotros que estamos en el área de vigilancia epidemiológica no necesariamente tenemos esa información, más allá que la pidamos y de seguro sí nos la comparten. Aquí lo ideal es que le pudiera otorgar una entrevista el doctor José Luis Díaz Ortega, que está a cargo del CenSIA, o tan sencillo como que él decide a alguno de los colaboradores que tiene”.

Cabe señalar que desde hace unas semanas el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y Adolescencia, al que hace referencia el funcionario no tiene titular, tras la renuncia de la doctora Miriam Veras.

De acuerdo a los especialistas, la reducción en más de 30 por ciento en la compra de dosis de vacunas para niños y adolescentes en 2021, afectará a los más pobres de México y podría traer a corto y mediano plazo enfermedades que eran totalmente prevenibles.

“Yo creo que sí ha habido un descuido a los sectores infantiles, sobre todo porque estamos hablando de descuido en las acciones de medicina preventiva, entre ellas la vacunación en menores de edad. Que exista la buena voluntad para comprar las vacunas, pero no solo el hecho de comprarlas, sino el hecho de hacerlas llegar a las personas en ese caso a los menores de edad. De lo contrario (se esperaría) simplemente la reaparición de lo que se llama una enfermedad emergente, como sería sarampión, tuberculosis, en sus cuadros meníngeos, la parotiditis, que empiecen a haber otra vez estás enfermedades a nivel poblacional, siendo que eran enfermedades que ya se habían erradicado en el país”.

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