Salen a subasta fragmentos del “Mural Efímero” de José Luis Cuevas
La “Puja” se realizó por primera vez de manera virtual.
Ciudad de México
Por Octavio García Ortiz
Dos de los cuatro fragmentos que integran el Mural efímero, del fallecido artista plástico José Luis Cuevas, obra que marcó el nacimiento de la generación de la Ruptura, salío a subasta en Morton Subastas, con un valor estimado de hasta dos millones de pesos.
La pieza forma parte de 117 lotes de la Subasta de Arte Latinoamericano que realizó la casa subastadora onde se incluyeron artistas como el recientemente fallecido Manuel Felguérez, Carlos Mérida y Fernando García Ponce.
Sobresale la obra de José Luis Cuevas, porque después de presentarse en la azotea de un edificio, ubicado entre las calles de Génova y Londres, Zona Rosa, durante un mes en el año de 1967 fue el el propio Cuevas quien lo destruyó sin que hasta el momento se sepa si si existen restos del mural.
En ese sentido, Sofía Duarte, gerente del Departamento de Arte Latinoamericano de Morton, dijo que esperan que con la aparición en la escena pública de estos fragmentos se logre descubrir qué ocurrió con el resto del mural.
En 2018, este fragmento del Mural efímero pudo verse en una exposición en el MUAC;
Morton informó que el fragmento está formado por un autorretrato moviendo la mano, y una imagen de un jugador de futbol americano; ambas están sin firma y son técnica mixta sobre masonite.
Esa pieza no es lo único singular de la subasta; además de otros 116 lotes de artistas de México y Latinoamérica, no tiene precedentes el hecho de que fue en línea, en vivo, pero totalmente a puerta cerrada debido a la pandemia. La puja fue también una cita clave para advertir cómo está el mercado del arte en medio de la crisis.
Ambas partes integraron el lote 33 de la Subasta de Arte Latinoamericano, que organizó la casa Morton, dijo Constanza Infante, valuadora de la Subasta de Arte Latinoamericano, quien detalló en conferencia que los fragmentos fueron expuestos en algún momento (no se conoce la fecha) en el Museo Reina Sofía y que actualmente pertenecen a un coleccionista privado, quien hace dos años contactó a Morton para negociar las piezas. "Lo que sabemos, por lo que nos compartió el propietario, es que, el propio Cuevas se los regaló a Jacobo Zabludovsky, quien fue un gran impulsor del suceso.
Infante señaló que las piezas no cuentan con ningún proceso de restauración ya que "no la necesitan: justamente por la naturaleza de la obra consideramos que no era requerido intervenirla, ya que sus detalles son la evidencia del paso del tiempo; es un mural efímero y tiene que tener huellas de éste, que sean un testimonio de los cambios y épocas que ha vivido".