Comienza la segunda semana de elecciones en EE. UU.

Estados Unidos

Pasada la página del caucus de Iowa, todos los ojos están puestos ahora en las elecciones primarias en el estado de Nuevo Hampshire, la próxima parada en esta incierta pero entretenida carrera por la presidencia de Estados Unidos.

En Iowa resultaron ganadores el senador de Texas Ted Cruz, en los comicios del Partido Republicano, y la exsecretaria de Estado Hillary Clinton –por un pelo–, en el caso de los demócratas.

Pero esos resultados están lejos de ser definitivos en una contienda en la que todavía faltan 49 estados por votar. Si bien tiene algo de relevancia por ser el primero en ir a las urnas, es un estado bastante atípico, compuesto en gran parte por un electorado blanco y evangélico que no es representativo del resto del país.

Pese a ello, sí arrojó pistas sobre lo que está por venir. Para la mayoría de los analistas, Cruz ganó porque su discurso conservador y religioso sedujo a este segmento del electorado que compone el 62 por ciento del voto republicano en el estado. Además, porque dedicó amplios recursos y desplegó una fuerte maquinaria sobre el terreno.

El magnate Donald Trump, que llegó como favorito según las encuestas, fue el gran derrotado pese a ocupar el segundo lugar. Esto, en gran parte por las expectativas que se crearon y que él mismo alimentó. Además, de acuerdo con Richard Lempert, experto en elecciones del Brookings Institute, cometió un error garrafal al no participar en el último debate de los republicanos a pocos días de los comicios. “Eso –dice Lempert– les dejó el camino libre a Cruz y al senador de Florida Marco Rubio para que brillaran”.

De hecho, el gran ganador –pese a ocupar el tercer lugar– fue Rubio, pues su candidatura ha comenzado a verse viable y lentamente se abre paso como un republicano más moderado y con verdaderos chances de recuperar la Casa Blanca en noviembre.

Eso podría comenzar a verse en Nuevo Hampshire, un estado que si bien es pequeño y no tiene mucho peso a la hora sumar votos para ganar la nominación, sí es más cercano al sentir nacional.

De acuerdo con las últimas encuestas, Trump sigue a la cabeza de esta carrera y le saca al menos diez puntos porcentuales a su inmediato seguidor. Pero desde Iowa su favoritismo ha comenzado a descender mientras que el de Rubio, ahora en segundo lugar, viene en ascenso.

“Si Trump vuelve a perder, es muy probable que sea el comienzo del fin de su candidatura. Si Rubio gana, podría consolidarse como el más opcionado”, opina Lempert.

Cruz, por su parte, va de quinto en los sondeos y su triunfo en Iowa no parece haberle dado oxígeno en un estado que es menos conservador.

Sin embargo, todavía falta mucha tela de donde cortar. En tercer lugar en las últimas encuestas de Nuevo Hampshire (Suffolk University/Boston Globe de este viernes) aparece el gobernador de Ohio, John Kasich, del que poco se habla, pero podría suspender. De cuarto figura el exgobernador de la Florida Jeb Bush. Si bien muchos lo han descartado, un repunte de última hora no se descarta y aún cuenta con muchos fondos para seguir dando batalla en la campaña.

En el caso de los demócratas, el panorama tampoco es claro. La pírrica victoria de Clinton sobre el senador Bernie Sanders (49,9 por ciento frente a 49,6) tiene en crisis la campaña de la ex primera dama, que se veía imbatible hasta hace una semana. Y el panorama, al menos el de Nuevo Hampshire, se ve aún más gris para ella.

Según el promedio de encuestas de ‘Real Clear Politics’, Sanders le dará una tunda este martes (le saca 17 puntos). A nivel nacional, Hillary sigue de primera, pero su ventaja, que por momentos fue de más de 30 puntos, se ha esfumado. Ahora, según una encuesta de Quinnipiac realizada con posterioridad a las elecciones de Iowa, solo le saca dos puntos (44 contra 42).

Con todo, aún sigue siendo prematuro realizar cábalas. Pero en Nuevo Hampshire podría comenzarse a disiparse la niebla.