CON GABRIELA WARKENTIN Y JAVIER RISCO. Por un par de pesos no podemos devastar todo Pichilingue: Alex Águila

La Paz (Baja California Sur, México)

Hoy celebramos haber frenado el proyecto que contemplaba la entrada de cruceros altamente contaminantes a Pichilingue, por un par de pesos no podemos debastar todo, afirmó el vocero del colectivo Torpedo, Alex Águila; sin embargo reconoce que esto es solo una batalla ganada.

En La Paz desde el año antepasado nos vimos amenazados con un proyecto para la concesión de un espacio en la playa de Pichilingue, ambientalmente muy importante; fue en noviembre de 2021 cuando entró al proceso de evaluación de impacto ambiental de la Semarnat.

El proyecto contemplaba recibir cruceros de gran calado, de hasta 6 mil pasajeros altamente contaminantes, y que provocan desigualdad económica, territorial tremenda, por lo que 42 organizaciones se sumaron en contra, por lo que el promovente desistió del proyecto y hoy celebran ese logro.

Detalló que la oposición a la entrada de estos grandes cruceros es generada las afectaciones de contaminantes que emanan de los motores, derrama de aceite y aguas de arrastre que son descargadas en las playas terminado con cultivos como el cayo de hacha.

Las afectaciones de malandra a manglares serían irreparables, además de atentar contra especies como el tiburón ballena que sostiene económicamente a muchas familias, y afectación a las propias ballenas que dan a luz en la zona, además de poner en desventaja a muchos operadores turísticos de la zona, detalló el vocero del colectivo detalló para "Así las Cosas" con Gabriela Warkentin y Javier Risco.

La gente de la localidad afirma Alex, aprecia la naturaleza y no puede parar el desarrollo, pero sí buscar un desarrollo próspero y justo para todos, pues reconoce que “no por ganar un par de pesos podemos devastar todo"  y puntualizó que "datos de la Secretaría de Economía nos dicen que de cada 100 pesos que entran a una ciudad con cruceros, solo dos pesos dejan los turistas que vienen en estos navíos”.

El activista reconoce que ésta ha sido solo una batalla ganada en una guerra de largo aliento contra la devastación del medio ambiente.