Lo que debes saber del corazón y el COVID-19
Les vamos a decir qué pasa en el corazón durante y después de COVID
Mexico City
Dr. Manlio Fabio Márquez, cardiólogo, especialista en arritmias. Subdirector de Investigación en la Clínica - Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez.
COVID 19 y el corazón
El COVID-19 puede causar daño a los pulmones y producir una neumonía tan seria que puede resultar mortal. Sin embargo, cerca de un estimado de 20% de los pacientes de COVID-19, están desarrollando problemas cardiacos – y algunos están muriendo de insuficiencia cardiaca o de paros cardiacos.
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La COVID-19 puede infectar el músculo cardiaco, causando la insuficiencia cardiaca y la muerte, incluso entre aquellos que no tenían señales de dificultad respiratoria. El miocardio es la pared muscular del corazón y también se conoce como el músculo del corazón. Este se contrae para bombear la sangre fuera del corazón y se relaja a medida que el corazón se llena de la sangre que retorna.
Hay tres caminos distintos que toma el virus para afectar el corazón
El primero es una lesión directa, cuando afecta al músculo (miocardio) directamente.
Otro camino es cuando hay una falta de oxígeno porque el virus está atacando a los pulmones y la insuficiencia respiratoria puede conducir a los problemas cardiacos.
Y luego, el tercer camino, es la activación del sistema inmunológico que resulta en una híperinflamación que también puede afectar al corazón.
La enfermedad cardiaca puede hacer a una persona más susceptible a tener complicaciones por COVID-19. Mientras que tener una condición cardiaca preexistente, o factores de riesgo como presión alta y diabetes, ponen a una persona en mayor riesgo, incluso los pacientes sin problemas cardiovasculares, de sucumbir debido al daño directo al corazón causado por el coronavirus.
Lo principal para las personas con enfermedad cardiaca, presión alta o diabetes debe ser continuar tomando todos sus medicamentos recetados, dormir lo suficiente, hacer ejercicios si puede, y evitar el estrés tanto como sea posible.
Un estudio recientemente publicado en JAMA, que el COVID es capaz de producir alteraciones en las paredes del corazón aun en pacientes con COVID positivo de grado leve a moderado.
Las enfermedades cardiovasculares preexistentes que elevan el riesgo de COVID-19 son:
Insuficiencia cardíaca
Deterioro en la fracción de eyección del corazón
Miocardiopatía dilatada
Miocardiopatía hipertrófica
Enfermedad coronaria y valvular (angina, infarto, angioplastia previa, cirugía cardíaca)
Displasia arritmogénica del ventrículo derecho
Cardiopatías congénitas cianóticas
Recuperados de COVID-19, en alerta por su corazón
Según un reciente estudio hecho en el Hospital Universitario de Frankfurt (Alemania), existe una alta prevalencia de secuelas cardiacas post-infección por coronavirus.
La investigación, que incluyó a 100 pacientes recuperados de COVID-19, demostró compromiso cardíaco en el 78% de ellos, así como inflamación miocárdica en curso en el 60%.
Esto es independiente del grado de severidad de enfermedad aguda, lo cual deja en evidencia la necesidad de estudio y seguimiento cardiovascular en todos los pacientes recuperados.
Sobre el oxígeno en sangre
El nivel de oxígeno en la sangre es la cantidad de oxígeno que circula en la sangre.
La mayor parte del oxígeno es transportado por los glóbulos rojos, que recolectan oxígeno de los pulmones y lo envían a todas las partes del cuerpo.
El cuerpo monitorea de cerca los niveles de oxígeno en la sangre para mantenerlos dentro de un rango determinado, para que haya suficiente oxígeno para las necesidades de cada célula del cuerpo.
O SEA, cuando respiramos el aire lleva oxígeno de la atmósfera a nuestros pulmones, y en los pulmones entra el oxígeno a la sangre y sale el dióxido de carbono, el famoso intercambio gaseoso. El oxígeno es vital para el ser humano y existe un mecanismo cerebral que controla el nivel de oxígeno, de lo que se llama saturación. Va entre el 95 y 96 por cierto, nunca llega a 100.
Cuando tu cerebro se da cuenta de que tus glóbulos rojos no tienen oxígeno, lanza la alarma y la persona se ahoga, está inquieta porque no tiene oxígeno
¿Cuáles son los valores normales de saturación de oxígeno?
La saturación normal de oxígeno se encuentra entre el 95 y el 97%.
¿Qué ocurre si tengo una saturación baja?
Si la saturación es del 90% o inferior el nivel de oxígeno es bajo por lo que produce una hipoxemia. Esto produce dificultad respiratoria, mareos o debilidad entre otros síntomas.
¿Cómo se mide el nivel de oxígeno en la sangre?
La forma más eficiente de controlar los niveles de oxígeno en la sangre es mediante una gasometría arterial o ABG, en inglés. Para esta prueba, se toma una muestra de sangre de una arteria, generalmente en la muñeca. Este procedimiento es muy exacto, pero puede causar un poco de dolor.
Una prueba ABG puede ser difícil de hacer en casa, por lo también puede hacerse con un oxímetro de pulso.
Se coloca en un dedo de la mano y mide el oxígeno en la sangre indirectamente mediante la absorción de luz a través del pulso de una persona.
¿Cómo usar el oximetro?
Limpiar la superficie del sensor, con un paño suave o un algodón
Lo colocamos en el dedo, asegurando que el sensor quede a la altura de la uña
Debemos tener las uñas bien limpias, sin restos de esmalte, ya que esto podría variar la medición
Durante la medición es importante no movernos
Una vez detectado el pulso, el medidor nos devolverá los valores de SpO2 y la frecuencia cardíaca.
Síntomas de baja oxigenación en sangre
falta de aire
dolor de cabeza
intranquilidad
mareos
respiración acelerada
dolor de pecho
confusión
presión arterial alta
falta de coordinación
trastornos visuales
sensación de euforia
ritmo cardíaco rápido
Hipoxia silenciosa
En distintas observaciones, los médicos descubrieron que muchos de los pacientes con coronavirus desarrollaban neumonía, sin embargo no tenían ninguna molestia ni dificultad en la respiración.
Aunque las radiografías mostraban los daños de la neumonía, los pacientes no tenían ninguna sensación extraña, ni graves problemas para respirar.
Esto les llevó a concluir que el Covid-19 causa a algunos pacientes una condición llamada hipoxia silenciosa, esto es, un estado de deficiencia de oxígeno en la sangre, células y tejidos del organismo. Esta hipoxia tiene un doble peligro: es muy maliciosa y es difícil de detectar. La neumonía causada por el Coronavirus inunda los pulmones con fluidos y pus e impide la correcta oxigenación del organismo.
Por eso, es muy importante que los enfermos confinados en casa pueden usen el oximetro para medir la evolución de su saturación en la sangre y en el momento en que esta baje del 90%, acudir al hospital.
Ratones: 500-600 latidos por minuto: esperanza de vida de uno o dos años.
Ballena y elefante: 20-30 latidos por minuto: esperanza de vida de unos 60 años (a esta edad los animales son considerados longevos).
Hombre: 70 latidos por minuto: esperanza de vida actual mayor de 70 años.