El primero de los dos debates pactados entre los candidatos presidenciales con más edad en la historia de Estados Unidos, Joe Biden, de 81 años, y Donald Trump, de 78, exacerbó las inquietudes sobre el estado de salud del actual mandatario.

Más allá del intercambio de ideas, datos incorrectos o acusaciones, lo que destacó en este encuentro de 90 minutos fue el comportamiento del presidente Biden, quien se presentó con voz ronca, hablando en un tono bajo y titubeante, que varias veces no pudo seguir el hilo de sus ideas.

Durante el transcurso del debate, integrantes de la campaña de Biden aseguraron que la voz del presidente sonó más ronca de lo habitual porque estaba resfriado.

Las reacciones

Este viernes, el New York Times publicó una editorial pidiendo al presidente de Estados Unidos que abandone la carrera electoral. El diario afirmó que “el mayor servicio público que el señor Biden puede prestar ahora es anunciar que no seguirá presentándose en la reelección”.

El Times también calificó a Biden como “un presidente admirable” y dijo que, aunque en su mandato ha prosperado el país, ya no es el mismo de hace 4 años y no logró convencer al público estadounidense de que estaba a la altura de las exigencias.

Más tarde, durante su primer mitin tras el debate, el presidente Joe Biden aseguró que está capacitado y ganará las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre. “No me presentaría de nuevo si no creyera con todo mi corazón y mi alma que puedo hacer el trabajo. Hay demasiado en juego”.

Admitió que no camina con tanta facilidad como solía, que no habla de manera tan fluida y que no debate tan bien como en el pasado. “Pero esto es lo que sé. Sé decir la verdad. Sé hacer mi trabajo. Obviamente sé que no soy un hombre joven”.

¿Qué pasa con la candidatura?

El partido demócrata mantiene su apoyo hacia Joseph Biden de manera oficial, aunque medios de Estados Unidos reportan que el tema del cambio de candidato se desató entre miembros del partido.

Las reglas del Partido Demócrata hacen difícil pensar en el reemplazo de Joe Biden sin su consentimiento e implicaría anular las elecciones primarias donde Biden logró 3,900 de los 4,000 delegados en juego para lograr la nominación.

El Partido Demócrata elegirá oficialmente a su candidato presidencial durante la Convención Nacional Demócrata, que tendrá lugar del 19 al 22 de agosto en Chicago, Illinois, quien debe obtener el apoyo de la mayoría de los delegados, es decir, de los representantes del partido en cada estado.

En el hipotético caso de que se intente reemplazar a Biden sin su consentimiento, esto desataría una guerra interna por los delegados del partido comprometidos con Biden, porque el partido no tiene mecanismos para designar a un sucesor.

Otro escenario hipotético sería que Biden fuera obligado a abandonar la candidatura, algo que no ha ocurrido en la época moderna, aunque ambos partidos lo plantearon previo a las elecciones de 2016.

Y aunque no hay evidencias para hablar de una intención actual en este sentido, las reglas del Partido Demócrata permiten a los delegados “reflejar con toda tranquilidad los sentimientos de quienes los eligieron”, es decir, que podrían apoyar a otra persona si los votantes demócratas de Estados Unidos se pronunciaran contra la figura de Joe Biden.