NASA detecta anomalía que crece en el campo magnético de la Tierra: ¿por qué sucede?

Hace unos años, científicos que se dedican a estudiar el planeta detectaron una anomalía en el campo magnético de la Tierra que con el paso del tiempo se ha intensificado.

La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) junto con la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial (NGA) y el Centro Geográfico de Defensa (DGC) han confirmado que este hallazgo crece en el Atlántico Sur, conocida como Anomalía del Atlántico Sur (SAA, por sus siglas en inglés) y alertan sobre el aumento de actividad en los últimos cuatro años.

“La anomalía del Atlántico Sur también es de interés para los científicos terrestres de la NASA que monitorean los cambios en la intensidad del campo magnético allí, tanto para ver cómo dichos cambios afectan la atmósfera de la Tierra como un indicador de lo que está sucediendo con los campos magnéticos de la Tierra en las profundidades del globo”, explicó Jessica Evans en un artículo para el portal de la NASA.

¿Por qué sucede este fenómeno?

Una de las teorías realizadas por científicos es que este evento está relacionado con la acumulación de antiguas rocas basálticas que afectan la generación del campo magnético en esa área.

El campo magnético es un escudo protector que repele partículas solares y cósmicas, así como la radiación y los vientos solares. Además, ayuda a mantener la estabilidad tecnológica y biológica en la superficie terrestre.

Otra de las hipótesis es que existe la posibilidad de que corrientes eléctricas se encuentren en el núcleo líquido de la Tierra que interactúen con la estructura de la corteza terrestre en esa zona y altere el campo magnético.

¿Qué impacto podrá tener esta anomalía en nosotros?

La primera de las preocupaciones es que, si el campo magnético continúa debilitándose, podría penetrar una gran cantidad de partículas en la atmósfera terrestre.

También puede perjudicar los componentes electrónicos de los satélites, obstruir la propagación de ondas de radio, lo que podría afectar las comunicaciones, la navegación por brújula y las lecturas de instrumentos magnéticos utilizados en la aviación y el transporte marítimo.

Otra de las inquietudes que tienen los expertos es que el campo magnético que protege la superficie del planeta evita que las partículas emitidas por el Sol causen impactos graves en la salud.

“Si el campo magnético de la Tierra no existiera, la radiación solar acabaría con la biosfera en cuestión de años”, mencionan científicos.