SOPITAS: Anne McClain, la primer mujer en cometer un delito en el Espacio

Ciudad de México

Anne McClain, solía ser una prodigiosa astronauta, elegida para ser una de las primeras mujeres en realizar una caminata en la luna, cuya misión se tuvo que posponer.

Una mujer apegada a la ciencia, pero cuando tuvo que lidiar con asuntos del corazón, no le salió tan bien y ahora, es investigada por ser la primera persona en presuntamente cometer un delito en el espacio.

Todo comenzó cuando McClain, tuvo que interrumpir el juicio que la divorciaría de Summer Worden, quien había sido su esposa y madre biológica del hijo que ambas criaban en común y con el que la astronauta planeaba quedarse, antes de que tuviera que ir a la Estación Espacial Internacional por seis meses.

Una vez en órbita y con todos los datos que su esposa le había facilitado, se hizo pasar por ella y a través de una red informática afiliada a la NASA conectada en la Estación Espacial internacional, accedió a la cuenta bancaria de Worden, sin su consentimiento.

Lo que nunca esperó, es que fuera a ser descubierta.

Worden, quien se desempeña como ex oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, comenzó a sospechar de que su ex, estaba tramando algo, pues constantemente le preguntaba por sus finanzas, salario y gastos. Así que se dirigió a su banco y preguntó desde qué redes había accesado a su cuenta, cuando le dijeron que una de las conexiones aparecía una cuenta de la NASA, lo supo de inmediato, su ex esposa había robado su identidad y se había aprovechado de sus funciones para tener acceso a su cuenta bancaria.

Aunque en un principio, la NASA se trató de lavar las manos, las investigaciones revelaron que la astronauta aceptó haber ingresado a la cuenta de su ex, para supervisar las finanzas de una cuenta que argumentó manejaban de forma conjunta.

Sin embargo, se ha demostrado que la única que hacía transacciones de y desde la cuenta era Wolden.

Por ahora, Anne McCain permanece en el espacio, aunque podría ser arrestada a su regreso a la tierra, pues según dicta el Tratado Internacional del Espacio Exterior, elaborado en 1976, que contemplaba la posibilidad de cometer un crimen en el espacio, el infractor, deberá afrontar la justicia de su nacionalidad una vez que ponga un pie en la tierra.