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  • 26 ABR 2024, Actualizado 12:49

¿Por qué lloramos?

Viene Mario Guerra y vamos a entender qué onda con el llanto, ¿por qué lloramos? ¿por qué unos lloran de coraje y otros de tristeza?

¿Por qué lloramos?

¿Por qué lloramos?

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Mario Guerra, tanatólogo, conferencista, business coach, psicoterapeuta.

TW: @marioguerra // encuentrohumano.com

• A las lágrimas, y al llanto por supuesto, le han sido atribuidos poderes y cualidades diversos a lo largo de la historia. Desde las lágrimas de los Dioses que daban origen a la vida, hasta las que representaban pureza, fertilidad o incluso debilidad. Al llanto unos lo quieren evitar y otros no lo pueden evitar, así que hoy hablaremos acerca de una pregunta cuya respuesta parece tan obvia, que ya dejamos de hacerla: ¿por qué lloramos? Por supuesto que vamos a hablar del llanto emocional, no de las lágrimas que cumplen una función biológica como lubricantes o protectoras del ojo.

No podemos hablar del llanto si no hablamos de las lágrimas.

• Los seres humanos producimos tres tipos de lágrimas.

Basales: Son las que ayudan a mantener húmedo y saludable el ojo

Reactivas: Las que se liberan para proteger de irritantes como humo o polvo.

Emocionales: Son las que se liberan acompañando a distintas respuestas emotivas o sentimentales. De estas últimas son de las que vamos a hablar.

¿Es verdad que el llanto en sí mismo es sanador o liberador?

• El Dr. Ad. Vingerhoets, el experto más referenciado a nivel mundial en temas que se relacionan con el llanto humano, dice que se ha sobreestimado el poder sanador o liberador que tiene el llanto y que el que este sea de ayuda para los seres humanos depende de tres factores.

La persona que llora (el llorante).

Las personas deprimidas o altamente sensibles son las que menos beneficio objetivo y subjetivo reciben del llanto (y son las que más tienden a llorar). Aquellos que los rodean pocas cosas efectivas pueden hacer para consolarlos y es por eso que la gente tiende a alejarse de ellos. Es un llanto que no es sanador ni liberador, producto de una condición no prosocial.

El llanto en contexto de algo que sucede, como una pérdida por ejemplo, es un llanto que atrae el consuelo de otros y forma parte de la expresión emocional producto de un evento puntual objetivamente observable.

La causa del llanto

Es benéfico llorar ante situaciones que no podemos cambiar o controlar porque eso despierta una conducta pro social en los otros y elicita su empatía y compañía en momentos de adaptación. No es de ayuda cuando sólo lloramos ante cosas que podemos cambiar, especialmente si no actuamos para cambiarlas.

Cómo otros reaccionan ante nuestro llanto.

El llanto ayuda cuando otros reaccionan con comprensión y buscan confortarnos (y lo permitimos) y puede ser contraproducente cuando a nuestro llanto los que nos rodean reaccionan con incomodidad, desaprobación o hasta enojo. Lamentablemente esto es muy común en los padres que regañan a sus hijos por llorar, pero también hasta en las relaciones de pareja cuando esto sucede.

En general cuando el llanto es producto de una situación triste, suele consolar al que llora, siempre que los factores ya mencionados estén presentes.

En contraste, llorar por mirar una escena triste en la que no se pueda intervenir y no haya final feliz (como en una película, por ejemplo), en general hace a la gente sentir peor.

En resumen, podríamos decir que el llanto en contexto, autoregulado y que cumple una función social vinculante es el que más ayuda.

¿Cómo nuestro llanto influye en los demás?

• Las lágrimas ligadas a las emociones es algo que los demás pueden ver, así que evolutivamente deben tener una función que se desarrolla con un aspecto pro social, afirma el Dr. Michael Trimble, neurólogo especialista en la conducta del Reino Unido.

• Las personas que observan a otro llorar reportan mayor empatía, se sienten más conectado y están más dispuestos a apoyar a la persona que llora, siempre y cuando el otro lo permita y los efectos del apoyo se perciban como mitigadores del sufrimiento del otro.

¿Las mujeres lloran más que los hombres?

• En promedio las mujeres lloran 5.3 veces al mes, mientras que los hombres lo hacen 1.3 veces, dice la Dra. Lauren Bylsma en un estudio publicado en el 2011 en la Revista de investigación en personalidad.

• Los hombres tienden a llorar menos no sólo por un tema de prohibición social, sino porque mayor testosterona inhibe el llanto en sí mismo.

De hecho, las lágrimas femeninas normalmente disminuyen la exitación sexual masculina. (incluso se hizo un experimento con lágrimas femeninas o agua con sal para verificar esto).

• Las lágrimas, tanto masculina o femeninas, tienden también a disminuir la agresión en el sexo masculino.

• Las mujeres son más empáticas al llanto (acuden a ayudar más).

• Socialmente a los hombres que derraman en un contexto adecuado alguna lágrima se les percibe como sensibles, lo cual es benéfico para la función social, pero si el llanto es descontrolado y audible, entonces se les percibe como débiles, especialmente si están en un contexto donde todos necesitan ayuda.

¿Cambian las razones del llanto a lo largo de la vida?

• El Dr. Ad Vingerhoets dice que:

• Durante toda la vida, es muy probable que lloremos por la pérdida y la separación, así como por la sensación de impotencia o frustración.

• Desde la infancia hasta la adolescencia es más probable que lloremos por el dolor físico que en la adultez y vejez.

• Nuestro llanto empático o sentimental (lo que nos conmueve) es más escaso en la infancia (donde es más probable que lloremos por frustración, separación o dolor físico), empieza a aumentar en la niñez y crece mucho entre la adolescencia y la adultez hasta llegar a su punto máximo en la vejez.

La infancia también influye

• Las personas con apego seguro se sienten más cómodas expresando emociones y llorando de maneras que se consideran normales y saludables.

• Las personas con apego ansioso o inseguro, o aquellos muy dependientes de otros, lloran muy fácilmente, de maneras más descontroladas y son muy difíciles de calmar.

• Investigadores de la Universidad de Tilburg descubrieron que las personas con estilos de apego evitativo tenían menos probabilidades de llorar y se esforzaban más para inhibir sus lágrimas que las personas con otros estilos de apego.

Pero no sólo lloramos cuando estamos tristes

• Lloramos ante la muerte, pero también ante el nacimiento. Lloramos en las bodas y los divorcios.

• El llanto también se presenta ante grandes logros, con las buenas noticias, ante la intensificación de las relaciones sociales o ante ciertas conductas pro sociales (como cuando alguien pide perdón, es perdonado o cuando se observa dar o recibir ayuda).

• ¿Por qué?

o Porque son una señal, tanto interna como externa, de nuestra condición de seres ultra-sociales y de nuestro buen funcionamiento social y moral, lo cual nos hace ser y sentir valiosos ante el grupo.

Bueno, ¿entonces para qué sirve el llanto?

• De acuerdo al Dr. Vingerhoets, en parte es un tema evolutivo. Somos una de las especies con una de las infancias y niñez más larga, lo que nos hace muy vulnerables y necesitados del apoyo de otros para sobrevivir. El llanto es una forma de atraer la atención y la ayuda necesarias. Es una forma de comunicación social no verbal.

• También, como ya dijimos, crea y fortalece vínculos sociales con otros.

¿Y los que no lloran?

• Hay diferentes trastornos que impiden a las personas expresar emociones a través del llanto. En general, entre el 50% al 60% de las personas que no suelen llorar, dicen que esto ha tenido un impacto negativo en sus vidas.

• Un estudio realizado por el Dr. Cord Benecke, en la Universidad de Kassel, Alemania, afirma que las personas que no lloran tenían una tendencia a retirarse y describió sus relaciones como menos conectadas. También experimentaron sentimientos agresivos más negativos, como rabia, ira y disgusto, que las personas que lloraron.

En conclusión

• A pesar de los estudios realizados, aún hay mucho por descubrir acerca de la función del llanto en los humanos.

• La idea central con todo esto es que no evites el llanto contextualizado si la necesidad se presenta o la emoción surge, pero tampoco es sano, especialmente si ya no eres un niño, llorar por todo o a cada momento, ni nunca derramar una lágrima sin importar lo que suceda. En ambos extremos del espectro, lo ideal sería buscar ayuda, porque puede estar involucrado algún proceso en donde se involucre tu crianza o estilo de apego o incluso una gran vulnerabilidad debido a una baja autoestima.

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