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  • 26 ABR 2024, Actualizado 23:10

¿Por qué nos cuesta tanto pedir ayuda?

Las debilidades y los miedos que traemos desde la infancia son lo que podría estarnos frenando cuando se trata de pedir ayuda. ¿Te ha pasado?

¿Por qué nos cuesta tanto pedir ayuda?

¿Por qué nos cuesta tanto pedir ayuda?

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México

¿Por qué nos cuesta pedir ayuda?

  • No pocas personas confunden la debilidad con fortaleza y se sienten protegidos tras grandes murallas de soledad interior donde viven con grandes y viejos problemas sin resolver.
  • Podrían pedir ayuda, pero tienen una gran necesidad de sentirse fuertes, aún a costa de su propia felicidad.
  • Paradójicamente, tras esta actitud se suelen ocultar grandes debilidades y miedos, muchos de ellos heredados de la infancia y otros desarrollados a lo largo de la vida.

¿A qué nos referimos con “pedir ayuda”?

Es solicitar apoyo, consejo o guía para realizar una actividad o resolver un problema que tengamos y que nos desafía, nos asusta o nos rebasa.

¿Por qué evitamos pedir ayuda? Por culpa de nuestras creencias introyectadas

  • “Pedir ayuda es de débiles”
  • “Tienes que resolver tus problemas por ti mismo”
  • “Que nadie te diga lo que tienes que hacer”
  • “No confíes en nadie”
  • “Los problemas personales no se le cuentan a nadie”

Mandatos parentales

  • “Tú eres el mayor y por lo tanto tienes que cuidar…”
  • “Tú eres la fuerte…”
  • “Soy el pilar de la familia y no me puedo doblar…”
  • Modelaje y observación de conductas de sacrificio, excesiva proactividad o supuesta fortaleza (¿supresión emocional?).
  • Excesiva rigidez y perfeccionismo en donde las autodemandas sean muy elevadas.
  • Esto también producto de vivencias infantiles inadecuadas.

Baja autoestima en donde:

No se quiere molestar a los demás con los problemas propios.

Curiosamente estas mismas personas suelen dar apoyo y consejo a quien lo necesita.

Como no se siente que se ocupe un lugar familiar notorio por quien se es, entonces se hace algo por los demás para ser “aceptado”

  • Se ve el bienestar personal como un “gasto” y no se quiere invertir en un libro, un proceso terapéutico o alguna otra propuesta de trabajo personal porque “no vale la pena pagar”.
  • Por eso hay quien prefiere hacerlo de manera indirecta o dice que en vez de ir a terapia mejor se van a tomar el café con un amigo y que es lo mismo.
  • Ir a tomar café con un amigo es una muy buena idea cuando lo que necesitas es ir a tomar café con un amigo.

Experiencias previas

  • En donde se confío o pidió ayuda y no se recibió.
  • Entonces se generaliza esta experiencia y ya no se confía.
  • En este caso se concluye que es menos doloroso tratar de resolverlo todo por uno mismo que buscar ayuda y no encontrarla.

¿Hay quien nunca pide ayuda?

Más bien hay quien cree que nunca tiene que pedirla o que, cuando la recibe o la solicita, lo hace de manera encubierta. No sólo para engañar a otros, sino hasta para engañar a esa voz interior que le prohíbe verse débil.

Formas encubiertas de pedir ayuda

  • Ejecutar una actividad frente a alguien haciendo notar lo difícil que nos está costando realizarla.
  • Ayudar continuamente a otros con la esperanza inconsciente de:
  • Cuando lo necesite ellos me ayudarán.
  • Si los sano es como si me sanara a mí mismo.
  • Si soy bueno con otros, me irá bien en la vida.
  • Contarle el problema a un amigo.
  • Leer un libro o escuchar un programa del tema.
  • Buscar respuestas en internet.

¿Cuál es el problema de hacerlo de manera encubierta?

  • No siempre hay respuesta a tu medida.
  • No siempre sucede lo que según tu lógica debería de suceder.
  • Tomas las opiniones como consejos y te metes en peores líos. Cuando quien te aconseja no tiene las competencias necesarias para hacerlo (experiencia no siempre es igual a competencia).
  • El tiempo para resolver el problema de esta manera puede ser significativamente mayor a que si pidieras ayuda de manera directa.

¿Cuál es el problema de no pedir ayuda?

  • Dejar que el problema se haga más grande o más complejo.
  • Aislarse cada vez más de aquellos a quienes le importamos al no permitirles ayudarnos o despreciar sus consejos de buscar ayuda. Quien te ve sufrir y en problemas, pero que también presencia como te hundes sin pedir ayuda, acabará por alejarse de ti, pues atestiguar cómo te arruinas la vida les duele.
  • Perder valioso tiempo de tu vida sin solucionar algo que consciente o inconscientemente te puede estar bloqueando en la vida.

¿Qué hacer? Recuerda que:

  • Siempre hemos necesitado y recibido ayuda. Caminar, hablar, comer, vestirnos, aprender.
  • Se necesita una gran fortaleza interior para asumir nuestra vulnerabilidad humana y buscar y aceptar ayuda en momentos de dificultad. Buscar ayuda es de fuertes; no hacerlo es reflejo de una gran debilidad interior.
  • Pedir ayuda es un signo de que te importas y te valoras a ti mismo. Es reconocer que necesitas la ayuda que mereces.
  • Es importante ser selectivo a quien se le pide la ayuda:
  • Alguien con la disponibilidad.
  • Alguien con las competencias necesarias.
  • Alguien que no haya demostrado en el pasado no ser fiable.
  • Las heridas emocionales pueden ser tanto o más dañinas que las físicas. Las segundas te pueden llevar a la muerte, pero las primeras a vivir toda una vida con un gran dolor interior.

¿Qué le aconsejarías a un amigo ante un problema que ni él ni tú saben cómo resolver?

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