Freddy Fabris, un fotógrafo de E.E.U.U., siempre quería rendir homenaje con sus fotografías de alguna manera a los maestros del Renacimiento pero no supo cómo hacerlo, hasta que un día se encontró en una tienda de automecánica en Midwest. Este hecho le llevó a una serie de retratos de mecánicos de autos reconstruyendo las famosas pinturas renacentistas.