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  • 06 MAY 2024, Actualizado 13:59

Si yo cambio y tú cambias, todos cambiamos: columna de Ricardo Bucio

El 19 de octubre se celebra el 'Día Nacional contra la Discriminación'

Si yo cambio y tú cambias, todos cambiamos: columna de Ricardo Bucio

Por Ricardo Bucio Mújica*México.- Me hubiera gustado mirar el momento, estar en la escena en la que, el 19 de octubre de 1810, Don Miguel Hidalgo y Costilla decretó la abolición de la esclavitud en México, y con ello se adelantó más de un siglo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Ambos documentos, como ahora la reforma constitucional en derechos humanos, se dieron en momentos de insostenibles situaciones de desigualdad institucionalizada, de violación a los derechos humanos y de niveles de desventaja y menosprecio tales entre las personas, que hacían imposible el poder vivir liberados del temor y vivir armónicamente en una sociedad que diera posibilidad a la igualdad

Hoy vivimos condiciones muy diferentes en muchos sentidos. La esclavitud y la segregación ya están prohibidas legalmente, e incluso la discriminación. Pero muchas situaciones culturalmente perduran y se han ido trasminando en la historia, perdurando, desigualando a la población. Alimentan en subsuelo de nuestra historia hasta el día de hoy, en cada pedacito del país

Hoy, 202 años después, la igualdad no significa lo mismo, y en cada contexto es necesario resignificar lo que comprendemos por este concepto. ¿Qué significa para nosotras, nosotros, decir que hoy somos iguales ante la ley, que somos iguales en dignidad y en derechos? Vivir nuevos tiempos requiere construir nuevos significados, y ese proceso debe cuestionar nuestra identidad, nuestra cultura social, nuestra cultura política, nuestras leyes e instituciones, pero también nuestros códigos de relación interpersonales y sociales

La igualdad no es pensar, hacer, creer, preferir, elegir o aspirar a lo mismo, aunque durante muchos años nuestro país construyó y se construyó desde un imaginario que suponía esa perspectiva. La idea de un México homogéneo: mestizo, revolucionario, castellanizado, sin discapacidad, heterosexual, de una misma creencia religiosa, y en proceso de desarrollo entendido como urbanización. ¡Ah! y pensado, claro, en masculino

Como país necesitamos reconocer que además del mosaico de la bella diversidad natural de sus montañas, sus costas y sus desiertos, México es también un maravilloso rompecabezas en su diversidad de etnias, de culturas, de edades, de formas de pensar, de expresarse, de creer, de aprender, de elegir, de amar

Y necesitamos reconocer que, en la diversidad, vivir en igualdad es posible. Hacer de nuestra sociedad un lugar menos desigual es posible. Lograr que las autoridades sean responsables de ello es posible. Pero no es posible sin ti. No es responsabilidad de otros, solamente. Es de todas las personas, es nuestra. Es tuya

Es como vivir un proceso interno de abolir desde nuestro interior la esclavitud, la segregación, el desprecio, o la minusvaloración y negación del otro, pero no sólo desde la teoría, desde las ideas, desde los conceptos o valores abstractos. Es no sólo decir que hemos abolido todo eso, pero seguir viviendo una realidad distinta

Requiere personas que sepamos reconocer la igual dignidad del otro. Del otro con el que no coincides políticamente, y de quien no soportas por diversas razones, o de quien siempre has creído que es inferior, o quien supones que no debería de tener derecho a tener derechos como tú

Resignificar la igualdad, en 2013, significa mover a México por la igualdad y liberarlo del ya merito, del no pasa nada, del “todo está mal, del todos los demás son los responsables, requiere mucha valentía personal, y decisiones colectivas. Requiere resignificarla como “nuestro derecho a tener derechos”, a tener todos los derechos, a que los tengan todas las personas. Y requiere, además de valentía, utopía, generosidad personal y política, capacidad de comprensión, creatividad ilimitada

Es una tarea muy compleja, muy, sin duda. Es el RETO de nuestra democracia. Pero es posible porque en este país hay miles de motivos cotidianos que confirman que queremos, que nos urge, que exigimos vivir de otra manera, de otra mejor manera. Motivos que tú y yo podemos ver todos los días: las mujeres y las niñas nunca descansan en hacer y rehacer la vida y construirla con amor y coraje; continúan las bodas, las fiestas, los encuentros, los proyectos de futuro, las apuestas colectivas, las luchas y los intentos de nuevos caminos

Los transportes públicos, las veredas de los campos y las fronteras se llenan cada día de personas que esperan y necesitan un mejor futuro. En los hospitales y en las escuelas sigue naciendo la solidaridad y el diálogo, incluso desde el dolor. Seguimos teniendo a cada momento múltiples oportunidades de reconocernos, sin etiquetas, como personas libres e iguales

Tal como dice la ley, tal como debería ser. Tal como es indispensable que sea

*Presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED)

@ricardobuciowww.conapred.org.mx 

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