Soltar relaciones tóxicas es un acto de valentía y autocuidado: Meche Barragán
Cada persona pude tener una relación tóxica distinta a su manera.
En entrevista para En Fin W con Mary Carmen Lara e Iván López Elizondo, Meche Barragán abordó el tema de cómo soltar a personas tóxicas y el impacto que esto tiene en el bienestar personal. Según la especialista, dejar ir una relación tóxica no es un acto de abandono ni un fracaso, sino una de las decisiones más conscientes de autocuidado.
Barragán explicó que, aunque es común aferrarse a lo conocido, incluso si es perjudicial, esta resistencia al cambio se debe a cómo funciona el cerebro. Mencionó que optamos por lo incómodo pero familiar, porque ya sabemos cómo lidiar con ello, aunque nos haga daño. Preferimos esa comodidad en lugar de enfrentarnos a lo desconocido.
Asimismo, destacó que es importante analizar si una relación es realmente buena o mala. “Debemos preguntarnos si queremos vivir la misma relación durante los próximos 40 años, porque no va a cambiar mágicamente mañana o la próxima semana. No existe un momento perfecto para soltar, pero el fin de año puede ser un buen punto de partida, ya que representa una oportunidad para comenzar de nuevo”, afirmó.
Tres pasos para soltar relaciones tóxicas
Barragán compartió tres pasos clave para romper vínculos tóxicos:
- Hacernos preguntas: El primer paso es identificar si la relación es mala y aceptar que, si no nos beneficia, debe salir de nuestra vida. Esto implica reflexionar sobre qué estamos sacrificando al mantener esa relación y preguntarnos si nos aporta o nos perjudica. Cada relación tóxica es distinta, y cada persona debe hacer este análisis personal.
- Aceptar el dolor del proceso: Dejar ir siempre será doloroso, pero este sufrimiento es un puente necesario hacia la sanación. “Nunca estaremos completamente listos para soltar, pero aceptar el dolor es parte del proceso, y esto aplica para cualquier tipo de relación”, explicó.
- Crear distancia: La clave para romper un vínculo tóxico es establecer una distancia emocional y física. Esto implica dejar de comunicarse gradualmente y crear una brecha que permita el desapego. “Crear distancia no es un acto de debilidad, es una forma de protección”, aseguró.
Para Meche Barragán, soltar relaciones tóxicas no solo es un acto valiente, sino también una oportunidad de construir una vida más saludable y plena. El fin de año, con su simbolismo de cierre y renovación, puede ser el momento ideal para tomar esta importante decisión.