¿Regular o prohibir los vapeadores?
En el Reino Unido, el consumo del cigarro se redujo un 12% con el uso de vapeadores, parches y chicles de nicotina.
En entrevista con Mary Carmen Lara e Iván López Elizondo en Fin W, el ex senador del Partido Acción Nacional (PAN), Damián Zepeda Vidales, habló sobre los vapeadores y su impacto en la salud pública y la seguridad.
Según Zepeda, tanto el cigarro como el vapeador son dañinos para la salud, pero enfatizó que el vapeador, según organismos como la CDC y la FDA de Estados Unidos, es menos nocivo que el cigarro tradicional y se ha utilizado como una herramienta para ayudar a las personas a dejar de fumar. Sin embargo, aclaró que, aunque menos dañino, no deja de ser perjudicial y no debe ser recomendado.
El problema principal, explicó, es que personas que nunca habían fumado comenzaron a usar vapeadores, un fenómeno que atribuye a la falta de regulación adecuada. Según Zepeda, las empresas legales que operan en México solo venden a mayores de edad, pero el crimen organizado aprovecha esta laguna para vender estos productos, incluso a menores de edad. “Esto refleja una deficiencia del gobierno al no combatir esta situación”, señaló.
Zepeda estructuró su postura en tres ejes principales:
- Libertades individuales: Defendió el derecho de las personas a decidir libremente mientras sus acciones no perjudiquen a otros.
- Salud pública: Destacó que en países como el Reino Unido el uso de vapeadores, junto con parches y chicles de nicotina, ha contribuido a reducir en un 12% el consumo de cigarro, lo que podría replicarse en México, donde muchas muertes son atribuibles al tabaquismo.
- Seguridad pública: Señaló que la prohibición total solo abre oportunidades para que el crimen organizado desarrolle un mercado ilegal sin control sobre los ingredientes, lo que podría derivar en productos aún más dañinos para los consumidores.
Finalmente, Zepeda propuso un marco regulatorio en lugar de prohibiciones absolutas. Entre las medidas que sugeriría están:
- Prohibir la venta de vapeadores a menores de edad, como ocurre con el cigarro y el alcohol.
- Eliminar cualquier tipo de publicidad relacionada con estos productos.
- Que un organismo regulador controle los ingredientes de los vapeadores para garantizar estándares mínimos de calidad.
- Establecer sanciones severas para quienes comercialicen vapeadores a menores de edad.
- Imponer impuestos sobre estos productos, destinando los ingresos a campañas de prevención para jóvenes y a fomentar actividades deportivas.