El gas arrojado contra caravana migrante es arma química prohibida hasta en las guerras
Está prohibio por la Convención de Armas Químicas desde los noventa, pero es comúnmente utilizado para dispersar multitudes
Niños y niñas, familias, mujeres y hombres de la caravana migrante fueron repelidos con gas lacrimógeno el 25 de noviembre cuando la situación se salió de control en el cruce de San Ysidro, frontera Estados Unidos con México. Los oficiales estadounidenses no escatimaron en el uso de la fuerza y los contuvieron con este instrumento considerado como arma química.
El gas lacrimógeno se absorve por la piel, los pulmones y los ojos. Sus efectos son lagrimación excesiva, la visión queda anulada, causa tos e irritación de nariz, piel y boca. Por si fuera poco estrecha las vías respiratorias causando sensación de asfixia e incluso vómitos. Desde los noventa la Convención de Armas Químicas los prohibió como método de guerra.
El CS fue el tipo de gas utilizado contra los migrantes centroamericanos para evitar su cruce hacia Estados Unidos. Este activo es el más popular en el mundo; el cual es empleado por las policías civiles para dispersar multitudes, pese ser ilegal en las guerras.
Por ser un método no letal y de baja toxicidad, comparado con otras armas químicas como el gas sarín, cianuro de hidrógeno o gas cloro (letales al instante), el CS está permitido para contener crisis con masas en varias nacionaes. Otros argumentos para aplicarlo como "agente de control" es su bajo costo y efectividad.
Kevin McAleenan, comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos dijo que cuatro de sus agentes fueron agredidos con rocas, "pero llevaban equipo de protección y no sufrieron heridas graves", de acuerdo con el diario Washington Post.
El mismo medio de comunicación detalla que el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, dijo en que "el uso aceptado de la fuerza no letal impidió más daños a los agentes y una carrera masiva e ilegal a través de la frontera".
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Las armas químicas como el gas CS son indiscriminadas y "aterrorizan de forma única en su aplicación", lo que exigió su prohibición en combate en 1993, dijo Kelsey Davenport de la Asociación de Control de Armas de Washington al periódico citado.
Investigaciones dan cuenta que un bebé expuesto a gas CS desarrolla una neumonitis grave y requiere un mes de hospitalización. Aunque los efectos del gas lacrimógeno en cuerpos más jóvenes no están bien documentados, dijo Anthony H. Cordesman, experto en armas biológicas y químicas al Washington Post.
Existe un caso de 2013 en el que la policía egipcia lanzó gas lacrimógeno a la parte trasera de un auto que transportaba hacia prisión a partidarios del derrocado presidente Mohamed Morsi causando asfixia a 37 personas.