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  • 05 MAY 2024, Actualizado 14:23

¿Estás atrapado en una relación tóxica?

Si sientes que tu relación te está desgastando y te encuentras rodeada de energía negativa, probablemente estás viviendo en una relación tóxica

¿Estás atrapado en una relación tóxica?

¿Estás atrapado en una relación tóxica?

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México

En entrevista con "Martha Debayle en W"Mario Guerra, psicoterapeuta, tanatólogo, coach ontológico, hipnoterapeuta certificado internacionalmente, conferencista y nuestro rockstar del amor (TW y IG: @marioguerra // FB: @marioguerra.mx // YT: @MarioGuerramx // encuentrohumano.com) nos enseña a identificar si nos encontramos en una relación tóxica.

¿Alguna vez has sentido que tu relación te está desgastando más de lo que te está nutriendo? ¿Te encuentras constantemente en un ciclo de críticas, evasiones y energía negativa? Si es así, podrías estar viviendo en una relación tóxica. Las relaciones tóxicas son más comunes de lo que pensamos y pueden manifestarse en diversas formas: desde una pareja que te critica constantemente hasta un amigo que siempre toma pero nunca da. Estas relaciones pueden tener un impacto significativo en tu bienestar emocional y mental.

¿Qué es exactamente una relación tóxica?

En el ámbito de la psicología, el término "tóxico" ha sido adoptado de manera informal para describir relaciones o ambientes que son perjudiciales o nocivos para la salud mental y emocional de una persona. Sin embargo, no es un término técnico formalmente reconocido en la disciplina. La denominación de "relaciones tóxicas" se ha popularizado en la cultura contemporánea y en las redes sociales para abordar ciertos patrones de interacción que son dañinos.

Las relaciones perjudiciales pueden estar llenas de abuso, manipulación, y otros comportamientos negativos. En el contexto clínico hablamos sobre relaciones abusivas o desequilibradas, y podrían explorar los patrones de comportamiento y las dinámicas que perpetúan estos ciclos negativos.

A pesar de que el término "tóxico" no sea técnico, ha servido para generar consciencia sobre las relaciones abusivas y los ambientes dañinos. Además, facilita la conversación sobre estos temas en un lenguaje más accesible para el público general.

Dicho eso, una relación tóxica, abusiva o desequilibrada es una interacción con patrones de comportamiento que son perjudiciales para uno o ambos participantes. No estamos hablando de un desacuerdo ocasional o de momentos difíciles que todas las relaciones experimentan. En una relación tóxica, estos momentos negativos son la norma, no la excepción.

Características comunes

Desbalance de poder: Una persona toma decisiones unilaterales y ejerce control sobre la otra.

Falta de respeto: Se manifiesta en insultos, descalificaciones y la ignorancia de los sentimientos del otro.

Manipulación emocional y abuso: Uso de tácticas como culpa, vergüenza o chantaje emocional.

Comunicación deficiente: La comunicación está llena de acusaciones, evasiones y malentendidos.

TEST: ¿Estás en una relación poco saludable?

Responde sí o no a cada uno de estos cuestionamientos. Si la respuesta es “a veces” equivale a un sí.

  1. ¿Sientes que debes tener cuidado con lo que dices o haces para evitar conflictos con tu pareja, amigo o familiar?
  2. ¿Te encuentras justificando constantemente el comportamiento de la otra persona ante otros o incluso ante ti mismo?
  3. ¿Has notado que te estás alejando de amigos y familiares desde que esta persona entró en tu vida?
  4. ¿Te sientes emocionalmente agotado después de interactuar con esta persona?
  5. ¿A partir de esa relación has notado cambios negativos en tu bienestar físico, como pérdida de peso, insomnio o síntomas de estrés?
  6. ¿Sientes que tus opiniones o sentimientos son ignorados o minimizados en la relación?
  7. ¿Has sentido que la otra persona intenta controlarte o manipularte emocionalmente?
  8. ¿Te sientes menos valioso o capaz desde que estás en esta relación?
  9. ¿Has sentido que la otra persona te falta al respeto, ya sea mediante insultos, descalificaciones o ignorando tus necesidades?
  10. ¿Has pensado en terminar la relación pero sientes miedo o culpa al considerar esa opción?

Resultados: Cada “Sí”, vale 1 punto. Los “No”, cero puntos

0-2 puntos: Es probable que estés en una relación saludable con problemas normales que pueden resolverse con comunicación y esfuerzo mutuo.

3-5 puntos: Hay señales de alerta que no debes ignorar. Es un buen momento para evaluar la relación y considerar buscar apoyo externo.

6-8 puntos: Estás mostrando varios signos de estar en una relación de abuso o desbalanceada. Es crucial que tomes medidas para proteger tu bienestar emocional y mental.

9-10 puntos: La relación es altamente dañina y está teniendo un impacto negativo significativo en tu vida. Considera tomar medidas inmediatas para salir de esta situación.

¿Cómo sé que lo que pasa no es un patrón normal de crisis en toda relación?

Es natural preguntarse si los problemas que estás enfrentando son parte de las altas y bajas normales que todas las relaciones experimentan o si estás, de hecho, en una relación tóxica. Aquí te doy algunas pautas para ayudarte a discernir la diferencia.

Crisis normales vs. Toxicidad

Duración y frecuencia: En una crisis normal, los problemas son episódicos. En una tóxica, son constantes.

Resolución de conflictos: En una relación saludable, se resuelven los problemas. En una tóxica, raramente se llega a una solución satisfactoria.

Sentimientos predominantes: En una crisis normal, aún hay amor y respeto. En una tóxica, predominan la tensión y la desconfianza.

Efecto en la autoestima: Las crisis normales no afectan de manera significativa tu autoestima. Por otro lado, una relación tóxica te hará sentir menos valioso o capaz.

Reacción de tu círculo cercano: Si las personas que te conocen y te quieren están preocupadas por tu relación, es una señal de alarma que no debes ignorar.

¿Quién intoxica la relación; siempre es uno o pueden ser ambos?

Cuando pensamos en una relación tóxica, imaginamos a un "villano" claro, una persona que ejerce control o manipulación sobre la otra. Sin embargo, la realidad es más matizada. Veamos algunas posibles dinámicas.

Un solo culpable: En algunos casos, sí, hay una persona que es claramente la fuente de la toxicidad. Estos individuos pueden mostrar comportamientos como:

Manipulación emocional: Utilizan la culpa, la vergüenza o el chantaje para conseguir lo que quieren.

Control: Quieren saber dónde estás, con quién estás y qué estás haciendo en todo momento.

Desprecio: Te menosprecian, ya sea con comentarios sarcásticos, insultos o críticas constantes.

Ambos contribuyen

En otros casos, ambos miembros de la relación contribuyen a la toxicidad. Esto puede suceder cuando:

Ciclos de reacción: Uno actúa de una manera que desencadena una respuesta tóxica en el otro, creando un ciclo difícil de romper.

Inseguridades compartidas: Ambas personas tienen inseguridades que alimentan la toxicidad en la relación.

Comunicación deficiente: Ninguno de los dos se siente escuchado o comprendido, lo que lleva a malentendidos y conflictos.

Toxicidad mutua

Hay casos en los que la relación se vuelve tóxica debido a circunstancias externas o estrés, y ambos miembros reaccionan de manera negativa. En estos casos, la toxicidad no es "culpa" de nadie, pero ambos contribuyen al ambiente nocivo.

¿Una relación así tiene arreglo?

La posibilidad de "arreglar" una relación así depende de varios factores, incluida la voluntad de ambos para cambiar y la naturaleza de la toxicidad en sí. Veamos:

Casos en los que podría haber arreglo

Reconocimiento del problema: Ambas partes deben reconocer que hay un problema y estar dispuestas a trabajar en él.

Voluntad para cambiar: Si la toxicidad proviene de comportamientos específicos, como la falta de comunicación o pequeñas manipulaciones, la voluntad de cambiar puede llevar a una relación más saludable.

Apoyo externo: A veces, la intervención de un tercero, como un consejero o terapeuta, puede ofrecer nuevas perspectivas y herramientas para mejorar.

Casos en los que el arreglo es improbable

Abuso físico o emocional grave: En casos de abuso, la prioridad debe ser la seguridad y el bienestar de la persona. En estos casos, la relación raramente se puede "arreglar" y la mejor opción es buscar una salida segura.

Falta de reconocimiento o responsabilidad: Si una de las partes se niega a admitir que hay un problema o a tomar medidas para cambiar, es poco probable que la relación mejore.

Historial prolongado de toxicidad: Cuanto más tiempo haya persistido el comportamiento tóxico, más difícil será romper esos patrones. 

¿Por qué es tan difícil salir o reparar estas relaciones?

Salir o reparar una relación tóxica es un proceso complicado y emocionalmente agotador. Hay varias razones que hacen que esta tarea sea especialmente desafiante:

Factores emocionales: Inversión emocional, Miedo a la soledad, Baja autoestima, Manipulación y control.

Factores prácticos: Dependencia financiera, hijos o responsabilidades compartidas, presión social o familiar.

Barreras psicológicas

● Negación.

● Costo hundido: La idea de que has invertido demasiado en la relación como para "desperdiciarla" al salir.

● Esperanza de cambio: La creencia de que las cosas mejorarán, a pesar de la falta de evidencia que respalde esta esperanza. 

¿Qué hacer?

Llegados a este punto, si has identificado que estás en una relación tóxica, es natural preguntarse: ¿y ahora qué? Aquí te ofrezco algunas recomendaciones prácticas:

Si deciden quedarse:

● Compromiso mutuo: Ambos deben estar dispuestos a trabajar en la relación.

● Comunicación abierta: Hablar abierta y honestamente sobre los problemas.

● Establecer límites claros: Acuerdo sobre lo que es y no es aceptable.

● Busca apoyo profesional: Un terapeuta puede ofrecer herramientas para mejorar.

Si decides salir:

● Planifica tu salida: Si hay dependencia financiera o hijos, asegúrate de tener un plan.

● Busca apoyo: Habla con amigos y familiares de confianza.

● Cuida de ti mismo: Este es un momento emocionalmente agotador, así que prioriza tu bienestar.

En ambos casos

● Autoconciencia: Independientemente de tu decisión, es crucial que te tomes un tiempo para ti mismo. Evalúa tus necesidades, establece límites y practica el autocuidado.

● No te apresures: Tomar la decisión de quedarse o irse no es algo que deba hacerse a la ligera. Tómate el tiempo que necesites para tomar una decisión informada.

● Eres tu prioridad: La decisión que tomes debe estar alineada a tu bienestar a largo plazo. No sacrifiques tu felicidad o salud mental por mantener una relación que no funciona.

En resumen, enfrentar una relación tóxica es un proceso complicado y desafiante, pero tienes el poder de cambiar tu situación. Ya sea que elijas trabajar en la relación o tomar la difícil decisión de salir, lo más importante es que tomes medidas que contribuyan a tu bienestar y felicidad a largo plazo.

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