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  • 02 MAY 2024, Actualizado 10:47

CON GABRIELA WARKENTIN Y JAVIER RISCO

CON GABRIELA WARKENTIN Y JAVIER RISCO. Culiacán, capital criminal “Nadie nos enseño a cubrir esto”: Reportero

Somos muchos los periodistas dolidos y amenazados, afirma Marcos Vizcarra, luego de la “jornada horrible” por la detención de Ovidio Guzmán

Nadie nos enseñó a cubrir esto, nadie nos enseñó a aguantar esto

Nadie nos enseñó a cubrir esto, nadie nos enseñó a aguantar esto

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Sinaloa

Ayer se volvió a demostrar que Culiacán es al capital criminal y lo que se ven películas y series está lejos de la realidad, “todos estamos con el culo en la mano, tenemos mucho miedo, somos un millón de habitantes que no queremos salir de la casa”, afirma el reportero Marcos Vizcarra.

En entrevista para "Así las Cosas" con Gabriela Warkentin y Javier Risco compartio que ayer desde las 4 de la mañana los encargados de los bloqueos comenzaron a quitarle sus vehículos a población civil.

Afirma que en los bloqueos “eran unos muchachitos, el mayor de unos 22 años, los demás niños y adolescentes con armas que le exigieron bajar de su vehículo".

Y aunque pidió bajar su equipo bajó solo cámara y celular pero se llevaron su computadora y su perro. Su carro fue quemado, pidió refugio en un hotel cercano a donde fue llegando gente a resguardarse. Momentos más tarde tumban una puerta del lugar y piden las llaves de los vehículos.

Niños fueron testigos de cómo les apuntaban a sus padres exigiendo las llaves, sacando a huéspedes de sus habitaciones, robaron licor del lugar

Con la llegada de la Guardia Nacional los muchachos se escondieron, pero afirma “Hacer mi trabajo fue mi peor error” pues luego de reportar desde Twitter, alguien de radio leyó el tuit y los captores se dieron cuenta que él era el reportero.

Lo amenazan de muerte y le piden apagar el celular “ya no pude contestarle a nadie”. Una señora le sugirió salirse de ahí y dejar todo. Lo dejaron salir, pero a los 30 metros le quitan el celular, la cámara. “fue una jornada horrible”, y acusa que a varios compañeros los golpearon, “Nadie nos enseñó a cubrir esto, nadie nos enseño a aguantar esto”.

Actualmente le preocupan sus papeles, y el patrimonio que perdió así como sus herramientas de trabajo.

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