SOPITAS: La computadora que usaron para llegar a la luna

Ciudad de México

Cuando Neil Armstrong inmortalizó la frase "un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad", sabía que estaba marcando el inicio de una nueva era.

Han pasado 50 años de la llegada del hombre a la luna y hoy, el celular que usamos todos los días, es mucho más potente y veloz que la computadora que se usó para llegar a la Luna.

El Apollo 11, llevaba una computadora ultratecnológica de acuerdo a la época, llamada Apollo Guidance Computer (AGC), el cual, fue entre otras cosas el primer GPS de la historia de alta gama, que permitía que los astronautas reportaran su ubicación, controlar la orientación y por supuesto, la correcta navegación de la nave.

Se trataba de un dispositivo que contaba con 32.768 bits de memoria RAM, una reverenda grosería para los 32gigas, que tienen hoy en día nuestros smartphones.

La AGC y su interfaz DSKY fueron desarrolladas a principios de los años sesenta, por el Laboratorio de Instrumentación del Instituto tecnológico de Massachusetts para lo que parecía entonces, una misión imposible: lograr controlar la aeronave que llegaría a la luna.

A este equipo apenas le cabían 2048 palabras de memoria RAM, que es donde se cargaban todas las instrucciones que ejecuta el procesador. Cada palabra estaba comprendida por 16 dígitos binarios o bits que solo permitían la lectura, pero eso sí, podían presumir de sus 74 kilobytes en de almacenamiento, una burla a los 512 gigas de UFC con los que cuentan nuestros celulares hoy en día.

Utilizando esta analogía podríamos decir que la tecnología ha evolucionado unos 34 billones, 359 millones de veces en memoria de dispositivos. Más de un millón de veces más que la memoria RAM y unos cuatro millones de veces superior que el ROM de la computadora de Apolo.

Y ustedes quejándose del internet lento….. Pero lo cierto es que, sin aquella tecnología, sería difícil pensar en la calidad, cantidad y velocidad de nuestros dispositivos, así es que la próxima vez que quieran menospreciar su smartphone, basta con que volteen a ver la Luna