CON GABRIELA WARKENTIN, JAVIER RISCO Y SOPITAS. SOPITAS: Andrew Luck y su partida

Ciudad de México

Una de las escenas más sorprendentes del fin de semana, ocurrió la tarde del sábado en el Estadio de los Potros de Indianapolis, cuando en cuestión de minutos, Andrew Luck, pasó de ser el ídolo y figura de los aficionados de su equipo, al principal foco de sus reclamos y abucheos, todo esto, sin que el propio Luck hubiera jugado un solo segundo del partido, y sobre todo, sin estar enterado de lo que pasaba.

Y es que, mientras Potros y Osos se enfrentaban en el emparrillado, Adam Schefter de ESPN filtró en redes sociales, la noticia de que Andrew Luck, anunciaría su retiro durante las primeras horas del domingo.

Luck, en el terreno de juego, no había comunicado su decisión de manera oficial, pero una vez que el rumor se filtró a redes sociales, tuvieron que pasar solo unos cuántos minutos para que los miles de aficionados presentes en el estadio, comenzaran a abuchearlo, reprobando su decisión.

Por lo que el jugador no tuvo de otra más que ofrecer una improvisada rueda de prensa al finalizar el encuentro, en donde anunció que, tomando en cuenta las lesiones que ha tenido que superar en los últimos años, y percatarse que su vida se había convertido en un ciclo de lesiones, dolor y rehabilitación, había tomado la decisión de terminar su carrera como jugador profesional.

La noticia, resulta sorpresiva si tomamos en cuenta que la temporada de la NFL comienza dentro de dos semanas, pero por el otro lado, como aficionados, nunca debemos olvidar que la salud e integridad de los jugadores, siempre debe estar por delante de las aspiraciones deportivas.

A lo largo de su carrera, Andrew Luck ha tenido que superar diversas operaciones en los hombros, riñones, conmociones y más recientemente en el tobillo, lo que únicamente le había permitido entrenar en tres ocasiones desde el mes de Abril.

Y para darnos una idea del dolor que Andrew Luck debe estar pasando, vale la pena decir que con la decisión de retirarse, el jugador, renunció también a un salario que le pagaría 58 millones de dólares durante los próximos tres años.